Comunidad en diálogo para que renazcan a la vida los tóxico dependientes. Amar a alguien significa decirle: ¡Tú no morirás!

“Comunidad en dialogo” para que renazcan a la vida los tóxico dependientes

"Amar a alguien significa decirle: Tu no morirás!"

por P. Matteo Tagliaferri

Trivigliano, 21 de Junio de 1991: Hacía ya algunos meses que habíamosiniciado nuestra experiencia humana de acogida y de amor. Acogida y amor de los que todos tenemos necesidad y aún mucho más quien no advierte la necesidad, porque todos loshombres tienen sus heridas y cada uno está herido justo allí donde no ha sido amado[tondo]".Estas palabras son el comienzo de una carta que escribí a los primeros jóvenes de la Comunidad en Diálogo que me preguntaron qué convicciones animaban nuestrocamino.

La Historia

El comienzo tuvo lugar en un gélido mes de Febrero de 1991.Me encontraba en un pequeña parroquia de montaña en el centro de Italia, a 1400 m. dealtitud, cercana al Aquila: entre tanta nieve, se me acercó un padre desesperado porque su hijo era tóxico dependiente: "tiene necesidad de entrar en una Comunidad de recuperación,sino el Juez lo condena a la prisión": el padre tenía un brazo mutilado y el hijo desde pequeño se había quedado sin madre; yo había conocido en una reunión Nacional de la Juventud Mariana, de la que era entonces Asistente, a don Pierino Gelmini, fundador de la Comunidad de Encuentro; me pareció natural dirigirme a él. Supe que Danilo, este era el nombre del jóven, había estado en su comunidad y no podía readmitirlo. El tiempo concedido por el Juez era breve; propuse al Juez la posibilidad de tenerlo conmigo en Casamaina, (esteera el pueblo cubierto de nieve), mientras le buscaba una comunidad. En la misma semana otros dos jóvenes tóxico dependientes salían de dos hospitales de Roma: no tenían a nadie, eran incluso seropositivos.

La Comunidad hoy

Ahora, a cuatro años del inicio de tal camino, los jóvenes de la Comunidad en Diálogo son 150, protagonistas ellos mismos del propio rescate humano y del encuentro de su propia dignidad humana; unas treinta son jóvenes, hay incluso núcleos familiares.

La Comunidad está dividida en diez grupos o Centros: cinco están dentro del gran edificio que el señor Obispo de Anagni ha puesto a disposición en Trivigliano, los otros cinco Centros se encuentran en diversas casas, dos más en Trivigliano, otros tres en otros tantos Municipios:Artena, Selva di Paliano, Castelliri. Se añade a estos un Centro de primera acogida solicitado por el Ayuntamiento de Frosinone.

Hace sólo un mes, ha llegado a feliz término el camino de otros doce jóvenes, en tal ocasión ha expresado así sus sentimientos una joven llamada Rita: "Yo mujer, en mi profundariqueza de amor, seré como una fuente donde brote la vida" . "Al comienzo, lalucha para cada uno y para todos, es siempre contra la poca fe en la fuerza interior que todosposeemos para vencer la confusión y el egoismo"..... pero precisamente quienes han sufrido ya demasiado, se han entregado y encontrado cada vez más en el camino de la vida; cadavez más participantes de un clima vital; cada vez más responsables y capaces de amar. Y asíaprendiendo a dialogar, a apoyarse unos a otros, revive día a día el hombre que está en cadauno de nosotros. No importa la fatiga y el sacrificio, porque la voluntad de vivir plenamente su vida en las dimensiones más profundas, en los sentimientos y en los afectos, en la realidad del propio futuro creido nuevamente posible y en el que de nuevo se ha vuelto a pensar, tal voluntad es más fuerte que cualquier otro temor y sacrificio: es el hombre" (de la cartaa los primeros jóvenes).

Algunos principios

El motor que mueve la Comunidad son los mismos jóvenes que asumen todos, poco a poco, toda la responsabilidad, hasta la más exigente, la de las personas, la administrativa, técnica y jurídica, por ejemplo, quien lleva la contabilidad de toda la Comunidad es Paolo, un joven que ha hecho la E.G.B. en la Comunidad. Son los milagros de aquel amor que se expresa con el "sudor de la frente y la fatiga de losbrazos". La responsabilidad de cada uno en la Comunidad es asumida y vivida comoposibilidad de participación y de crecimiento. Todos pueden dar además de recibir; se descubre la propia dignidad humana y una imagen positiva de sí mismo. De hecho una certeza que está siempre en la base de la vida de la Comunidad, es el creer siempre en la posibilidad del rescate del hombre de toda forma de marginación y soledad. Un principio que orienta loscomportamientos en la Comunidad dice: “Cree siempre en la posibilidad del que estácerca de tí, como otros han creído en la tuya, cuando ni siquiera tu creías”.

Por lotanto el camino en la Comunidad estimula a un mejor conocimiento de sí a través del diálogo, mediante los momentos de reflexión y confrontación con los que se favorec en comportamientos cada vez más adecuados de frente a los problemas de la vida, aceptando el sufrimiento que tal esfuerzo lleva consigo, se ejercita en el valor a no dejar de enfrentarse conlas relaciones más difíciles; por otro lado se favorece el descubrimiento de la alegría de vivir,a medida que, día tras día, se van haciendo propios los valores, eligiéndolos cada vez con más libertad. Y así se despierta el asombro y el canto al Creador y Padre que parece repetirnos contínuamente: “!He creado la vida y no quiero la muerte!" es decir: "!Soyfeliz y valgo si tú vives, hijo mío!”

Con los demás

Hace sólo un mes se ha abierto un nuevo Centro para las jóvenes, adquirido por los Cohermanos de la Provincia Romana, que nos permite mejor tender una mano a los núcleos familiares que tenemos en la Comunidad. A este último Centrolo hemos llamado “Armonía de vida” para subrayar la exigencia de armonía dentro de la persona, entre la historia y la naturaleza, entre el individuo y la sociedad, entrela conciencia y la sabiduría, etc. Es la armonía que nace de quien sobre todo "sabe" por experiencia qué es el amor, dentro de una sociedad y una cultura, con frecuencia distraída y perdida, porque descuida precisamente tal bien, incluso el más precioso que es el amor. Por consiguiente animados de tal amor, muchos grupos y Centros de Acogida han sido la primera ayuda, la primera acogida y orientación para muchos jóvenes que se encuentran en laComunidad. Deseo recordar la decisiva colaboración con las Hijas de la Caridad de Roma,que han puesto a nuestra disposición una parte de su casa, para las jóvenes, en Artena; además también colabora con nosotros el Centro de Acogida de la parroquia de Tor Sapienza (CM) y otros grupos vicencianos. Son presencia atenta en el interior de los espacios humanos, a menudo olvidados incluso por las organizaciones públicas. Mucho trabajo se lleva a cabo con las familias de los jóvenes que han sufrido tal experiencia, son familias entre las más probadas de nuestra sociedad, pero que a través de la solidaridad muestran a todos que, aunque existen los problemas, unidos, con valor se pueden afrontar y resolver. Una frase que desde el principio de tal experiencia se repite en laComunidad es ésta: “Amar a alguien significa decirle: tú no morirás, áamarlo en Cristosignifica darle completa resurrección!” .Desde hace más de un año colabora con migo el cohermano P. Antonio Felli que con gran amor y dedicación sigue la formación espiritual de los grupos. Ciertamente no se qué habría hecho sin la ayuda también de mi hermano P. Giorgio Tagliaferri, sacerdote de la diócesis, sobre todo en la parte administrativa.

Qué nos dice esta experiencia?

El interés que la Comunidad ha suscitado en la localidad y en los servicios públicos, me ha convencido, aún más, de hasta qué punto las personas que luchan contra su malestar y su pobreza humana, pueden convertirse en "maestros" de vida, pueden decir cosas que tienen valor y ser conciencia crítica de aquella mentalidad social que para ellos ha sido causa de tantos errores y sufrimientos. De hecho, puede ser decisiva, para la solución de los problemas sociales y familiares, la aportación de personas que con gran esfuerzo luchan y recuperan su dignidad. Y no son palabras, sino mensajes fuertes de quienes "se liberaron", gritos lanzados con la fuerza y la realidad de su carne dolorida.

En una sociedad donde se capitaliza el dinero y las nuevas empresas, donde los primeros problemas parecen ser los económicos, estos jóvenes nos gritan que los verdaderos problemas son los que llevamos dentro, son nuestra pobreza humana, escondida a menudo detrás de un cenegal de intereses. En la Comunidad se capitaliza sí, pero se aprende a capitalizar gestos de amor, hechos de amor; amor concreto, hecho de lucha y de sacrificio, de nuevos caminos abiertos allí donde parecía existir sólo caos y soledad. Este camino de liberación tiene siempre su origen en pequeños gestos de fraternidad humana: desde los primeros trozos de madera ofrecidos en los días fríos y gélidos por un "alcohólico" de Casamaina, hasta los macarrones y el aceite ofrecido por unas ancianitas a los tres primeros jóvenes de la Comunidad; desde los padres que ponían a disposición los primeros utensilios de trabajo, hasta el taller equipado para trabajar el aluminio por los voluntarios Vicencianos de Roma; al gran edificio de Trivigliano puesto a disposición por el señor Obispo de Anagni y al de Castelliri, por el Cohermano Obispo di Sora, Mons. Brandolini.

Esta solidaridad es hermosa porque vence el miedo que nos hace tan egoistas e indiferentes: son gestos de luz entre tanta oscuridad. Es la misma luz, el mismo calor por el que tantos jóvenes reviven en la Comunidad; luz y calor que ellos mismos encienden como un fuego alimentado por su propio esfuerzo, por su mismo coraje. Y ésto es así por la generosidad de quien se levanta de noche para estar al lado del último llegado de la calle, o por decir la verdad a quien por demasiado miedo se la ha escondido siempre a sí mismo, o por el valor de quien continua luchando a pesar de que las dificultades le parecen insuperables.

Quisiéramos todavía, no sólo por nosotros, que otros focos de solidaridad se encendieran en nuestra sociedad, a fin de que todos podamos calentarnos e iluminarnos con tal fuego y sobretodo quien sufre más por el egoismo de tantos.

COMUNIDAD EN DIÁLOGO

ENCUENTROS DE FORMACIÓN Y DE EVALUACIÓN DEL CAMINO

Lunes:Juntos para algunos objetivos: programación de los trabajos

Martes: Meditación 30 minutos (antes de la cena), después tiempo libre y TV

Miércoles:Responsable: quién está dispuesto a crecer: reunión deconfrontación

Jueves:Velada juntos y cantos de la Comunidad

Viernes:Conocerse para ser libres: reunión de formación (después de la cena)

Sábado:Ser uno mismo en la alegría de estar juntos: aportaciones por escrito

Domingo:La alegría de encontrarse en los valores experimentados juntos (varias iniciativas)

PRINCIPIOS

  1. Respeta a los demás con amor.

  2. Si estás hoy atento y alerta en lo que haces, lo podrás hacer también mañana para tu provecho.

  3. Aprende a tratar con medida todo lo que la vida cotidiana te ofrece y tendrás lo necesario también mañana.

  4. Cuando tienes la oscuridad dentro de tí y a tu al rededor, pide ayuda y confíatecon fe a quién camina contigo

  5. Pon corazón en tus responsabilidades; las ejercitas bien si estás dispuesto a crecer

  6. Libertad es conocerse en las motivaciones que inspiran tus comportamientos, por ello acepta serenamente la confrontación con los demás

  7. Cree siempre en las posibilidades de quien está cercano a tí, como los demás han creído en las tuyas, cuando ni siquiera tú creías

  8. Cuando te encuentres con situaciones pesadas y difíciles y no sabes ya qué decir o hacer, sabes que puedes "escoger amar".

  9. Tu creces y maduras verdaderamente. cuando te sientes capaz de dar, más que de recibir, capaz de comprender, más que ser comprendido.

  10. Sin honestidad y sinceridad no puedes alcanzar todo éstopara renacer hombre.