Pascuas en Albania
Biagio Falco, C.M.
Nuestras dos implataciones misioneras en Albania constituyen dos puntos de referencia para la Provincia de los Padres, así como para la de las Hijas de la Caridad. Los lazos de colaboración y de ayuda se van incrementando.
En Rreshen, la obra de evangelización va por buen camino. En el centro hay dos cohermanos que trabajan con las Hijas de la Caridad eslovenas y otras religiosas italianas. La comunidad cristiana crece y se va dotando de estructuras idóneas. Los otros tres cohermanos continuan explorando las zonas más periféricas y a menudo difícilmente accesibles, de la montañosa Mirdita. En total están ya presentes en una decena de pueblecitos, en donde trabajan en la formación de la comunidad cristiana y en la construcción de iglesias.
Durante la Semana Santa y Pascua, ha estado con ellos un estudiante de teología de Nápoles. Ha quedado fascinado con la experiencia y ha decidido volver en verano, entusiasmado del clima auténticamente vicenciano que se respira y por el proyecto de evangelización que se está desarrollando.
Durante el mismo periodo han ido al sur, tradicionalmente musulmán, el P. B. Falco, otro estudiante de teología y una voluntaria. La presencia de las Hijas de la Caridad, desde hace tres años en esa zona, comienza a dar su fruto, no solamente en el campo de la promoción y en la incidencia sobre los grandes problemas de orden social y humano, sino también en términos de evangelización. De hecho, el día de Pascua, los 23 catecúmenos (entre ellos jóvenes adultos y toda una familia de 7 personas) que habían decidido el verano pasado comenzar la catequésis cristiana, han sido bautizados. Ha nacido así la primera comunidad cristiana, el primer germen prometedor de Iglesia en un territorio donde la esperanza se aprende lentamente, mas donde ahora estos neófitos están ansiosos de testimoniar la alegría de haber encontrado en su camino a Jesús de Nazaret, de haber respondido a su invitación y de pertenecerle escogiéndolo como ideal y sentido de la propia vida.