Carta del Superior General

Roma, 27 de Septiembre de 1995

A los miembros de la Familia Vicenciana del mundo entero

Queridos hermanos y hermanas:

¡Que la gracia y paz de Cristo sea con nosotros!

Me ha impresionado la calurosa y entusiasta respuesta que muchos de Vds. han expresado respecto a la reunión de los responsables de las cuatro ramas principales de nuestra familia, que tuvo lugar el 3 de Junio de 1995. Una de las resoluciones de esa reunión es la siguiente:

Cada rama preparará cinco páginas de información básica en inglés, francés y español que se distribuirá a los miembros de la Familia Vicenciana. Esta información describirá los orígenes, desarrollo histórico y situación actual de cada grupo y direcciones que pueden ser útiles para establecer contacto. Cada rama publicará esta información de forma apropiada a fin de que pueda usarse especialmente para la formación de sus miembros.

Se me pidió que coordinara este proyecto. Hoy les incluyo el material que cada una de las ramas preparó en los tres idiomas. Espero que sean de ayuda para fomentar el conocimiento mutuo entre los miembros de nuestra familia.

San Vicente fue maravillosamente creativo en unir a las diversas personas para trabajar unidos: clero, hermanos, Hermanas, hombres y mujeres laicos, jóvenes y mayores, ricos y pobres. Él nos urge a apoyarnos unos a otros en el servicio a los pobres y a esforzarnos por vivir la unión y paz entre nosotros. Tal unidad, escribió, “ése es el vino que alegra y robustece a los viajeros en ese camino estrecho de Jesucristo” (CEME IV, 254). Espero que nuestras futuras reuniones y contactos creen profundos lazos de unidad entre nosotros cuando, unidos, seguimos a Cristo como Siervo de los Pobres.

Su hermano en San Vicente.

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General