Carta del Superior General sobre la canonización del Beato J.G. Perboyre

Roma, 29 de Enero de 1996

A los miembros de la Congregación de la Misión

Queridos hermanos:

La gracia del Señor sea siempre con nosotros.

Hoy el Papa Juan Pablo II ha anunciado oficialmente la fecha de la canonización de Juan Gabriel Perboyre. Tendrá lugar el 2 de Junio en la plaza de San Pedro. Ese día serán canonizados tres santos. Los otros son: Egidio María de San José (un franciscano italiano) y Juan Grande Román (un hermano de San Juan de Dios, español).

Cuando les escribí el pasado mes de Abril para decirles que el proceso de canonización había llegado a su fase final, les decía que todas las provincias comenzaran a hacer preparativos anticipados. Les agradezco todo lo que ya se ha hecho. Casi todas nuestras principales revistas Vicencianas han preparado ediciones especiales sobre Juan Gabriel Perboyre. También me ha impresionado el entusiasmo con que han respondido en todo el mundo, al anuncio de la inminente canonización, los miembros de nuestra Familia Vicenciana. Acabo de regresar de Taiwán, donde tuve la oportunidad de hablar de Juan Gabriel Perboyre. La reacción de todos tanto allí, como en China continental, es conmovedora.

El pasado mes de Abril nombré una pequeña comisión para comenzar a organizar la canonización. Ya se han reunido y han presentado algunas sugerencias al Consejo General. Las funciones del comité incluye: a) asuntos relativos a la canonización misma (liturgia, música, etc.), b) otras celebraciones que tendrán lugar en Roma (normalmente hay un programa de tres días, en el que se incluye una audiencia con el Papa, c) comunicados de prensa, d) información sobre alojamiento para el gran número de personas que vendrá a Roma para la canonización. Los miembros son: los PP. Roberto D'Amico, Giuseppe Guerra, William Sheldon y André Sylvestre. Ahora que la fecha ha sido anunciada, hemos ampliado el número de miembros y hemos pedido que formen parte de la comisión que trabajará en los muchos detalles relacionados con la próxima preparación de la canonización. Los nuevos miembros son: los PP. Mario Di Carlo, Carlo Braga, Luigi Mezzadri y las Hijas de la Caridad Sor Manuela Latini y Sor Nevia Delle Monache.

La fecha que el Papa ha elegido para la canonización coincide, inesperadamente, con la de la reunión de todos los Visitadores de la Congregación en Salamanca, que habíamos anunciado hace más de dos años. Es necesario, por tanto, algún cambio en el programa, pero espero que cualquier inconveniente que puedan tener los Visitadores al hacer el reajuste será más que compensado con la oportunidad de ¡estar presentes en la canonización! Por consiguiente la reunión de Visitadores comenzará en la mañana del 5 de Junio, dos días más tarde del programa original, pero acabará igualmente el 15 de Junio con la cena. Los Visitadores recibirán próximamente información más detallada acerca de los posibles trámites para su participación en la canonización y para la reunión de Salamanca.

Hoy, permítanme recordarles varios de los objetivos de esta celebración, que yo subrayé ya en mi carta del 20 de Abril de 1995:

1. Les exhorto a que, con esta ocasión, en todas las provincias hagan una llamada a los jóvenes a la vocación misionera Vicenciana de evangelización y formación. Pido a todas las provincias que organicen proyectos pastorales concretos, con esto como obj

etivo. En otras palabras, urjo a los equipos de misiones populares, al personal de nuestros seminarios, a los párrocos, a quienes trabajan en pastoral vocacional, a quienes enseñan en nuestras escuelas y universidades y a quienes trabajan en misiones ad gentes, que durante los meses próximos lleven a cabo un programa en el que presenten nuestra vocación misionera a los jóvenes.

2. Pido que todas las provincias organicen una celebración litúrgica apropiada en fecha cercana a la canonización, con la participación activa de todos los miembros de las distintas ramas de la familia Vicenciana.

3. Les pido también que en todas las provincias hagamos de este acontecimiento un motivo para reflexionar una vez más sobre nuestra misión en China: recordando los sacrificios de quienes trabajaron en ella en el pasado y expresando nuestra gratitud por la fidelidad de quienes continúan viviendo allí siendo testigos de Cristo, así como esperando con ilusión un futuro trabajo de evangelización en China, donde el número de cristianos está creciendo rápidamente y donde hay muchos candidatos al sacerdocio y a la vida comunitaria.

Hay un tiempo especial de celebración en las familias. Este es ciertamente uno de ellos. Nos alegramos porque uno de nuestros hermanos, que vivió y murió por el Señor, participa en la vida de Jesús Resucitado. Al canonizar a Juan Gabriel Perboyre la Iglesia nos lo propone como modelo. Ciertamente él lo es para nosotros desde que cumplió el fin de la Congregación de la Misión de forma heroica, como seguidor de Cristo Evangelizador de los Pobres. “Este fin”, nos dicen nuestras Constituciones, “se logra cuando, sus miembros y comunidades, fieles a San Vicente:

1º procuran con todas sus fuerzas revestirse del mismo Cristo (RC I, 3) para adquirir la perfección correspondiente a su vocación (RC XII, 13);

2º se dedican a evangelizar a los pobres, sobre todo a los más abandonados;

3º ayudan en su formación a clérigos y laicos y los llevan a una participación más plena en la evangelización de los pobres” (C 1)

Juan Gabriel vivió plenamente cada uno de estos aspectos de la vida Vicenciana; fue reconocido como un auténtico santo, aún antes de su martirio; se dedicó largos años a la formación del clero; dio su vida por la evangelización de los pobres en la China continental. Resumiendo, dio testimonio heroico de lo que la Congregación de la Misión es.

Estoy ahora leyendo las cartas de Perboyre y me ha impresionado lo que amaba a la Compañía. “Daría mil vidas por ella”, escribió a su tío el 13 de Septiembre de 1835. Espero que nosotros hagamos de esta celebración una ocasión para renovar nuestro amor por la Congregación y por la vocación misionera que San Vicente nos dio.

Mi oración el 2 de Junio será por toda la Compañía, a fin de que seamos testigos heroicos del seguimiento de Cristo Evangelizador de los Pobres y que podamos vivir y morir fielmente en esta vocación.

Su hermano en San Vicente.

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General