Carta de introducción de Proyectos Comunes de la Familia Vicenciana

Pascua de 1998

A los miembros de la Familia Vicenciana

Muy queridos Hermanos y Hermanas,

La Gracia de Nuestro Señor esté siempre con ustedes!

Durante los días 16 y 17 de enero de 1998, se reunieron en París dieciséis representantes de las diversas ramas de la Familia Vicentina. Entre los muchos temas de nuestro orden del día, teníamos que estudiar seis proyectos de colaboración, puestos ya en marcha en los distintos continentes. Varias ramas de nuestra Familia trabajan en estrecha unión en favor de esos proyectos.

Para preparar nuestro encuentro, habíamos pedido a quienes participan en esas experiencias que las describieran, siguiendo una lista de criterios que les habíamos enviado. Después de haber examinado con detalle esos relatos, decidimos publicarlos, como ejemplos capaces de suscitar iniciativas de colaboración en los numerosos países donde existen ramas de nuestra Familia. Algunas de estas experiencias son amplias, otras son modestas. No los proponemos como modelos para copiarlos exactamente, sino más bien como ejemplos estimulantes. Todos estos proyectos están ya en marcha. Todos han recibido ya, de varias partes, un financiamiento adecuado. Cada uno de estos proyectos se lleva a cabo en colaboración, integrando a tres o cuatro ramas de nuestra Familia, frecuentemente con la perspectiva de que en el futuro se unan otras ramas.

Hoy les presento la descripción de estas seis experiencias, uniendo a ellas esta pregunta práctica : ¿el grupo al que ustedes pertenecen puede, en colaboración con otras ramas de la Familia Vicenciana, organizar proyectos similares para el servicio de los Pobres?

Al escribirles, recuerdo las palabras del Papa Juan Pablo II, que son para nosotros una llamada ; las dirigía a nuestra Familia en 1986 : « Más que nunca, con audacia, humildad y competencia, buscad las causas de la pobreza y estimulad las soluciones a corto y a largo plazo, soluciones concretas, flexibles, eficaces. Si actuáis así, cooperaréis a la credibilidad del Evangelio y de la Iglesia » (Osservatore Romano, Edición españ., 31.08.1986, p. 10).

Espero que podamos responder juntos a esta llamada.

Su hermano en San Vicente

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General