Relaciones cristiano-musulmanas en Filipinas. El apostolado de las Hijas de la Caridad entre los musulmanes

RELACIONES CRISTIANO-MUSULMANAS EN FILIPINAS.

EL APOSTOLADO DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD

ENTRE LOS MUSULMANES

Por Sor Nieva Manzano, H.C.

Provincia de Filipinas

Deseo comenzar mi participación con una cita del difunto Obispo Tudtud considerado como el padre de los Movimientos de Diálogo en Filipinas: "En situaciones de prejuicio, el diálogo significa una búsqueda constante y auténtica de la bondad, la belleza y la verdad... cada persona debe abrirse al hecho de que puede ser enriquecida por la bondad, belleza y verdad encontradas en el otro. Cada uno debe estar dispuesto a descubrir el rostro de Dios en la fe de los demás..."

El Obispo Tudtud dijo esto a los cristianos de Filipinas, especialmente a los de Mindanao, porque no se puede negar que una de las principales razones de los frecuentes e incesantes conflictos entre musulmanes y cristianos es el prejuicio y la parcialidad que los cristianos tienen contra los musulmanes o viceversa. Los musulmanes presentaron a los cristianos como acaparadores de la tierra y opresores que les despojan de sus tierras. A finales de los años 40, los cristianos de otras partes de Filipinas se asentaron en Mindanao como respuesta al decreto presidencial sobre Mindanao como la "tierra prometida". Por su parte, los cristianos consideraron a los musulmanes como asesinos, ladrones y sucios. Por todo esto, el problema principal de la joven iglesia de Mindanao en las relaciones con nuestros hermanos musulmanes es el problema de la paz.

¿Qué hace la Iglesia para resolver este conflicto que actualmente ha llegado a ser un problema nacional dada la petición de los musulmanes de un estado islámico en Mindanao? Aquí, la población, ahora más que nunca, se encuentra atrapada por la cultura de la violencia y ante amenazas cada vez mayores. Problemas como el hambre y la pobreza, la degradación del ambiente, el militarismo, la desigualdad, el subdesarrollo, el sexismo, la discriminación étnica y religiosa son terribles indicadores del peligro con que la Iglesia se encuentra.

La Iglesia cree en la urgente necesidad de solucionar esta situación. La cultura de la violencia debe ser cambiada por la cultura de la paz, una cultura que se define por los valores de justicia, unidad, respeto hacia todas las culturas y religiones y una sensibilidad por nuestra ecología y espiritualidad.

A la luz de esta apremiante preocupación, la Iglesia en Filipinas, especialmente en Mindanao, ha tomado las siguientes iniciativas.

  1. Comisión de Obispos y Ulemas para el diálogo entre los obispos de Mindanao, los líderes religiosos musulmanes y el NCCP de Obispos que, en espíritu de diálogo interreligioso, afirman su compromiso común en el proceso de paz.

  1. Movimiento de Diálogo Silsilah para promover una comprensión más profunda y mejores relaciones entre musulmanes, cristianos y personas de otros credos.

  1. Fundación SALAM: Programa social y cultural para los musulmanes.

  1. PAZ (Abogados Zamboanga por la Paz) es una organización católica cuyo fin es trabajar por la paz, consolidar y fortalecer las buenas relaciones entre musulmanes, cristianos y todo tipo de personas.

  1. Centros de Diálogo Interreligioso. Se encuentran en muchas diócesis y parroquias de Mindanao.

  1. Centros de Educación por la Paz. Están establecidos prácticamente en todas las escuelas católicas de Mindanao y su objetivo principal es incluir la educación para la paz en el currículum o integrarla en todas las materias.

  1. Las Hijas de la Caridad y su apostolado con los musulmanes

Las Hijas de la Caridad están presentes en dos diócesis-prelaturas eminentemente musulmanas: 85-90% en estas dos provincias.

Muchas de nuestras obras y apostolado se desarrollan en el ámbito de la prelatura o de la parroquia. Estamos integradas en el trabajo pastoral de la parroquia como coordinadoras de la comunidad eclesial de base, coordinadoras del apostolado de la vida de familia, en programas de catequesis, servicios sociales y sanitarios y sobre todo en el apostolado de la educación.

Actualmente yo soy administradora de una escuela secundaria de la prelatura. La escuela tiene una función vital en la misión de la iglesia de Mindanao ya que sirve como punto de acercamiento a las comunidades musulmanas.

Actualmente nuestra escuela tiene 353 alumnos de secundaria. El 60% de los mismos son musulmanes. El número de estudiantes musulmanes en el colegio ha aumentado significativamente en los últimos tres años. Ahora son conscientes de la importancia de una buena educación, que en tiempos pasados era considerada como una amenaza para su religión y su cultura. Para hacer que la educación de nuestros estudiantes musulmanes sea una preparación para una vida mejor, para obtener títulos académicos y profesionales, así como para que sea de importancia para su cultura y su fe, realizamos lo siguiente:

1. Integramos las doctrinas más importantes del Cristianismo y del Islam en clases de educación en los valores humanos. En las clases de humanidades, se presta especial atención a la enseñanza de valores humanos. Valores y virtudes, la vida, el amor, el perdón, el respeto a la vida, los derechos humanos, la honestidad, la unidad en la diversidad, etc. son temas tratados desde el punto de vista del Islam y del Cristianismo. Esto es un inicio de diálogo interreligioso con la juventud. La comprensión común de tales valores y la aceptación de las diversas experiencias llevan a una mejor comprensión y a la aceptación mutua.

2. Damos clases de religión por separado. Los estudiantes musulmanes van a sus clases de Islam con sus propios Ustadz (maestros). Los estudiantes cristianos tienen las suyas con las Hermanas. Este sistema intenta que profundicen en el conocimiento y la vivencia de sus respectivas religiones. De este modo, los musulmanes no tienen miedo de venir a estudiar en nuestra escuela. Se sienten respetados y apreciados en su fe.

3. Tenemos actividades extra curriculares en la escuela. Todas las actividades incluyen a musulmanes y cristianos. Las fiestas importantes de los musulmanes son celebradas con la participación de los estudiantes cristianos e igualmente las actividades cristianas. De hecho, los musulmanes desean participar y desempeñan funciones importantes en las actividades cristianas.

4. Fomentamos la organización del consejo de padres. Nosotros llegamos a los padres musulmanes por medio de la organización del colegio. Organizamos cursos de formación sobre vida de familia: el cuidado y la educación de los hijos, los problemas de los adolescentes, las relaciones marido-mujer, la función de las mujeres en el hogar y en la sociedad, etc.

5. Hacemos visitas regulares a las familias de los estudiantes. Los padres musulmanes acogen muy bien nuestras visitas. Se entabla amistad con las familias. Se establecen relaciones de confianza entre nosotros y la familia musulmana y la comunidad en general.

Todas estas iniciativas han proporcionado una mejor comprensión y una relación armoniosa con nuestros hermanos y hermanas musulmanes.

En conclusión, puedo decir que, a pesar de la violencia, las amenazas y la inseguridad, las Hijas de la Caridad en Mindanao, Filipinas, continúan siendo fieles a nuestra misión de ser testigos del amor redentor de Dios a los pobres, especialmente a los que profesan una fe diferente a la nuestra, con un renovado vigor y entusiasmo, esperanza y amor, como San Vicente y Santa Luisa quisieron que hiciéramos y que fuéramos.

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