Carta a los Visitadores, invitando a la participación de Hermanas y Laicos en el Mes Vicenciano 1997 (Roma, 4 de Julio de 1996)

Roma, 4 de Julio de 1996

A todos los Visitadores de la

Congregación de la Misión

Queridos Cohermanos:

Durante nuestro encuentro en Salamanca les entregué una carta invitándoles a enviar uno, dos, o tres cohermanos dedicados a las misiones populares a participar en un Mes Vicenciano en París en Julio de 1997 sobre este tema.

Después, me ha llegado la petición de invitar a los Laicos y Hermanas que participan frecuentemente en nuestras misiones como miembros de un equipo. Hemos reflexionado en un reciente Consejo sobre ello y la idea nos ha parecido muy oportuna, sobre todo en una época en que hablamos mucho de la colaboración con los laicos y con la Familia Vicenciana en general. Les propongo, pues, envíen a este Mes Vicenciano, si lo juzgan oportuno, un Laico o una Hermana, a condición de que sean colaboradores que trabajen en equipo con nuestros cohermanos y participen regularmente en las misiones que ellos organizan. Creo que su presencia será de gran enriquecimiento para el Mes Vicenciano y podrá ser un estímulo para todos los cohermanos a colaborar más con los Laicos y la Familia Vicenciana.

En lo concerniente a las Hijas de la Caridad, de acuerdo con la Madre General, les ruego que, antes de invitarlas, hablen con la Visitadora.

Como en el pasado, este Mes Vicenciano deberá ser financiado por los participantes. Les ruego, pues, se aseguren que los Laicos y las Hermanas que envíen lleguen con su participación financiera como los demás participantes. El coste será de alrededor de 7.000 FF (o 1400 $ USA) por participante. Se les escribirá más adelante para precisarlo.

Como para el último Mes Vicenciano, deseo proponer a quienes puedan de entre Vds., ofrezcan una bolsa para los cohermanos de las provincias más pobres, a fin de que nadie se prive de participar por razones económicas.

En fin, les recuerdo que envíen al P. Emeric Amyot d'Inville, a la Curia General, las inscripciones, lo más tardar para el para el 15 de Octubre de 1996. Si hubiera demasiados inscritos, deberíamos hacer una selección, pero, visto el gran número de plazas disponibles en la Casa Madre, esperamos poder acoger a todo el mundo.

Con la alegría de haberles visto de nuevo en Salamanca y en la esperanza de que este Mes Vicenciano sea un estímulo para nuestra Misión en el mundo de hoy, les aseguro mi fraternal oración.

Su hermano en San Vicente.

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General