El Seminario Mayor del Espíritu Santo fue fundado en el año de 1963. Se encuentra a unos diez kilómetros de Port Moresby, la capital de Papúa Nueva Guinea.

En febrero de este 2018 comenzamos el año académico con 45 jóvenes. El Seminario del Espíritu Santo es el centro de formación para los seminaristas de todas las diócesis del país, los cuales cursan sus estudios en el Instituto Teológico Católico, nueve de los cuales estudian filosofía y 36 teología.

Antes de llegar a este seminario, muchos de los estudiantes estaban inscritos en el Seminario de “Saint Fidelis”, de la Arquidiócesis de Madang, o estaban estudiado en uno de los seminarios regionales. Además del programa académico, el programa de formación también incluye un año de formación espiritual y un año de formación pastoral, por lo tanto, el proceso está previsto para diez años. Además de los estudios, los seminaristas participan en otras actividades que refuerzan la formación en las dimensiones humana, espiritual y pastoral.

El equipo de formación se compone de cuatro sacerdotes: Andrew Bili Rossi, director espiritual, de la Diócesis de Bougainville; Peter Silong, director pastoral, de la Diócesis de Kimbe; y los misioneros paúles Marcin Wróbel CM, vicerrector y Jacek Tendej CM, Rector del Seminario, ambos de la provincia de Polonia.

El año académico comenzó el 5 de febrero con un retiro espiritual dirigido por el sacerdote marista Justin Ratsi, quien  presentó el tema del “Redescubriendo la llamada de Dios”. El año académico dio inicio oficialmente el 12 de febrero con la celebración de la Eucaristía presidida por el Nuncio Apostólico en Papúa Nueva Guinea, Monseñor Kurian M. Vayalunkal.

Fui nombrado Rector del Seminario del Espíritu Santo en el mes de enero de 2014. Los tres primeros años fueron de muchos cambios en las normas del seminario y, sobre todo, en la renovación de su infraestructura. Fue hasta el año 2017 cuando ambos aspectos se establecieron con más firmeza, por eso destaco que fue un año más tranquilo y con más familiaridad en la vida cotidiana y la formación.

Como equipo de formadores hay bastante unidad y muy buenas relaciones con los seminaristas. En entrevistas y conversaciones con los seminaristas se percibe su valoración positiva de esta experiencia. El testimonio del equipo formativo, es un factor muy importante en la formación, más importante aún que cien hermosas homilías. En mi opinión, nosotros como formadores vivimos como buenos amigos, con alegría y serenidad; eso se refleja en la vida del Seminario. Aprecio mucho la cortesía y el buen humor del vicerrector, así como también el enfoque positivo del director espiritual, quien se unió al equipo en agosto del año pasado y ha vivido este tiempo con un gran compromiso con los seminaristas.

Los seminaristas son disciplinados y comprometidos con la oración personal y comunitaria. No hemos tenido dificultades de comportamiento, ni en la vida espiritual o académica. Son jóvenes muy motivados para vivir los cuatro pilares de la formación en el seminario.

El programa cotidiano consiste en la celebración de la Eucaristía, rezo del breviario, meditación, adoración al Santísimo Sacramento y la bendición con la reflexión bíblica por los seminaristas del último año de teología, rezo del rosario, conferencias dirigidas por los formadores, el viacrucis durante la cuaresma, retiro mensual, reuniones comunitarias, diálogos personales y charlas con el director espiritual, de pastoral y con el rector.

Durante el mes de octubre acompañamos a los fieles de la parroquia del Santo Nombre de Jesús en Bomana con el rezo del rosario. También tuvimos varias celebraciones, como la fiesta del Seminario del Espíritu Santo, la Misa Crismal en la catedral, y los 400 años del carisma vicenciano. Visitamos lugares interesantes como el parlamento, una granja judía, la planta de agua del Monte Eriama. Realizamos charlas con especialistas de diferentes ciencias, como psicólogos y evangelizadores. Además de las actividades deportivas que son parte importante del seminario.

Hemos concluido las remodelaciones del edificio: dormitorios de los seminaristas, habitaciones para los huéspedes y los aposentos del equipo formativo. La “Goodwill Company” renovó la capilla, el lavadero y la casa auxiliar del personal interno. A finales de año se reparó la sala de reuniones. Todo el trabajo fue realizado por tres operarios locales. Los dormitorios de los seminaristas se renovaron y se pintaron al exterior por los internos de la prisión de Bomana. El último y más significativo punto de este proceso fue la instalación del tabernáculo en la capilla que bendijo el Nuncio Apostólico.

En el 2017, pude estar en octubre en Roma para participar en el Simposio de los 400 años del Carisma Vicenciano, después finalizamos el año lectivo en el Seminario, y prediqué el retiro anual a 46 sacerdotes diocesanos de las tres diócesis de las Islas Salomón. Para mí ha sido una experiencia extraordinaria, un desafío, pero también un servicio muy gratificante.

Tengo la fe que a través del ejemplo positivo y de las dificultades diarias, con la ayuda de la gracia de Dios, nosotros como formadores, podamos ayudar a los seminaristas en su auto-formación para que lleguen a ser buenos, santos, comprometidos y responsables seguidores de Jesús, el Buen Pastor.

P. Jacek Tendej, CM

Rector

 

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