“Hace cinco años, los dirigentes de las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas hicieron un llamamiento urgente a todos aquellos que pudieran poner fin al conflicto en Siria. Pidieron que se hicieran todos los esfuerzos posibles para salvar al pueblo sirio. “Ya basta”, dijeron, de tanto sufrimiento y derramamiento de sangre”.  Eso fue hace cinco años. Hoy continúa el derramamiento de sangre. Y el sufrimiento se agrava además por el posible escalamiento internacional del conflicto armado.

La Red Internacional Vicentina para La Justicia la Paz y la integridad de la Creación  (VIN-JPIC) desde su oficina en las Naciones Unidas se une con profunda solidaridad al mensaje que ha enviado el domingo pasado el Papa Francisco:”Mientras rezo incesantemente por la paz, e invito a todas las personas de buena voluntad a continuar haciendo lo mismo, hago un llamamiento de nuevo a todos los responsables políticos para que prevalezcan la justicia y la paz… nada puede justificar los instrumentos de exterminio contra la población… pido que los responsables políticos y militares elijan el otro camino, el de negociación, el único que puede llevar a la paz y no a la muerte y destrucción”.

No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento excesivo al que el pueblo Sirio esta siendo sometido.  Siria se ha convertido en un laboratorio cruel de la guerra, el epicentro de la violación de los derechos humanos de una nación, el espacio que revela la ineficacia de la diplomacia internacional y el conflicto de intereses geo-políticos de las grandes potencias. Más que nunca, el mundo necesita escuchar una voz pública y colectiva que exija el fin de estas atrocidades. Este conflicto y sus consecuencias nos afectan a todos en un mundo y na sociedad siempre interconectados. Alrededor de 13,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria URGENTE en el interior de Siria sin contar los millones que han huido dejando todo lo que tenían atrás.  Se trata de millones de seres humanos cuyas vidas y cuyo porvenir están en peligro.

HOY quisiéramos unirnos a la voz de las organizaciones humanitarias del mundo que por anos han venido reclamando la inmediata resolución del conflicto. Pedimos a aquellos que tienen la capacidad de impedir el sufrimiento y que pueden -y, por lo tanto, deben- actuar ahora. Hasta que haya una solución diplomática al conflicto, “dichas acciones deben incluir:

  • Acceso sin restriccionesy constante para que las organizaciones humanitarias brinden socorro inmediato a todas las personas que lo necesiten dentro de Siria;
  • Pausas humanitariasy alto el fuego incondicional y supervisado para permitir la distribución entre los civiles de alimentos y de otra ayuda urgente, para organizar campañas de vacunación y de salud, y para facilitar el regreso de los niños a la escuela;
  • Cese de los ataques contra las infraestructuras civiles para mantener la seguridad de las escuelas, los hospitales y los suministros de agua;
  • Libertad de movimiento para todos los civiles y cese inmediato de los asedios en todas partes.”

‘Bienaventurados los que buscan la PAZpor que serán llamados hijos de Dios’ (Mt 5,9) Como personas de fe nos unimos hoy a todos los constructores de la paz en cada rincón de la humanidad. Esta humanidad común es, junto con nuestra tierra, nuestra casa común, una casa de cuyo cuidado todos somos responsables.

La Red Internacional Vicentina para La Justicia la Paz y la integridad de la Creación 

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