Durante los días 6 y 7 de marzo vinieron a Lima los PP. Tomaž Mavrič, Superior General, y Aarón Gutiérrez, Asistente.

Su visita, aunque fugaz y rápida, resultó muy gratificante para los misioneros, Hijas de la Caridad y Familia Vicentina de Perú. En realidad, se quedaron solamente durante dos días porque el objetivo fundamental del tiempo transcurrido por Latinoamérica, alrededor de 23 días, tenía como objetivo fundamental conocer y analizar el trabajo misionero que realizan los vicentinos en las misiones internacionales de Bolivia y Chile.

El día 6 de marzo, a las pocas horas de aterrizar en Lima, ya se encontraban una treintena de misioneros del Perú esperando al Superior General y Asistente para comenzar la reunión organizada con varios días de antelación. Después de la oración de Laudes orientada al tiempo litúrgico de la Cuaresma y de la presentación del Visitador Provincial al P. Tomaž Mavrič, se proyectó un breve vídeo sobre el ser y el hacer de los PP. Vicentinos en la Provincia de Perú, y a continuación, el Superior General expuso brevemente algunas prioridades que los misioneros de la Congregación de la Misión, a nivel internacional, deben tener presente en el transcurso de este año 2018: 1º no olvidar el compromiso de la misión y la caridad que tanto se insistió en el año 2017 con motivo de la celebración del 400 aniversario de la fundación del carisma vicentino; 2º una reflexión serena y audaz sobre el proceder en nuestro trabajo apostólico en relación al acompañamiento y discernimiento en la pastoral juvenil atendiendo a los retos y desafíos “de la cultura vocacional” que desemboque en la opción de algunos jóvenes a la vida misionera; 3º tener presente durante este año en el fomento de la vida espiritual el testimonio y ejemplo de los santos y santas vicentinos.

Después del almuerzo fraterno compartido en la casa provincial de Lima con la mayor parte de los misioneros de Perú, por la tarde se celebró la Eucaristía en la casa central de las Hijas de la Caridad con la participación de toda la Familia Vicentina. En el Perú existen dieciocho grupos de nuestro propio carisma entre consagrados y laicos. Alrededor de doce participan activamente en la programación durante el año.

El P. Tomaž Mavrič presidió la Eucaristía y animó a las diferentes ramas a mantener vivo el carisma vicentino en fidelidad y creatividad. Posteriormente, en el auditorio de la Casa Central de las Hijas de la Caridad, tomaron la palabra el Superior Provincial de los PP. Vicentinos, la coordinadora de la FAVI, y los PP. Tomaž Mavrič y Aarón Gutiérrez. Insistieron en el espíritu de unidad, de trabajo en red, de compromiso por vivir la herencia de San Vicente, de palpitante actualidad y de exigencia en la respuesta ante los retos y desafíos que marca la sociedad y la Iglesia en el día de hoy. Culminó la tarde con una velada artística musical organizada por las Hijas de la Caridad. 

Lima amaneció soleada en la madrugada del día 7. Tal como estaba previsto el Visitador Provincial invitó a los PP. Tomaž Mavrič y Aarón Gutiérrez a visitar algunas de las comunidades de Lima. Estuvimos acompañados por el P. Roberto “Tito” Romero que gentilmente, en esa ocasión, hizo de chofer. Comenzamos al rayar el día por el colegio “San Vicente de Paúl” y, después de una oración de acción de gracias, el P. Javier Gamero, director del colegio, saludo al Superior General, mostró un vídeo con algunas actividades realizadas en el año 2017 y concluyó la visita con el saludo a los diferentes estamentos que componen el colegio y una breve velada musical. Anexo al colegio se encuentra la parroquia y el Centro de Animación Vicentina (CAVI). El P. Benito Walther Crespo le mostró el templo y algunos ambientes parroquiales y el P. César Chávez “Chuno” le indicó los servicios que el CAVI ofrece a la Familia Vicentina de Perú.

A las diez y media de la mañana partimos hacia la parroquia “Corpus Christi” de San Juan de Miraflores. El P. Orestes Ortiz, párroco, mostró las diferentes instalaciones del complejo parroquial, y tras compartir un café de forma distendida y rápida, nos dirigimos hacia el distrito de Villa María del Triunfo, en el Cono Sur de Lima, surgido a partir de la década del sesenta del siglo pasado y habitado en los años sucesivos por emigrantes internos provenientes de la sierra de Lima. Los PP. Tomaž y Aarón pudieron apreciar el trabajo arduo y tenaz de tantas familias por labrarse un futuro más esperanzador en medio de los arenales de Lima y el acompañamiento permanente que los PP. Vicentinos realizaron desde el primer momento en que aquellos arenales se convertían en barrios aledaños a la ciudad de Lima. Ganar terreno metro a metro para sobrevivir en un cerro de gran desnivel, baldío y triste, sin posibilidades de agua por años supone una tarea de perseverancia que cualquiera no aguanta fácilmente. La evangelización se ha realizado durante los largos cincuenta años por sectores y en los centros neurálgicos se construyen capillas para descentralizar las diversas actividades pastorales ya que las distancias y la gran cantidad de población impiden la concentración en un solo lugar. Se intenta que cada parroquia, “Santa Catalina Labouré”, regida por el P. Francisco Domingo, y “Ntra Señora de la Esperanza” cuyo párroco es el P. Jesús Gurreonero, tengan servicios de asistencia social, fundamentalmente comedores y dispensarios médicos, formación de laicos y ayudas coyunturales y permanentes a tantas personas necesitas que constantemente emergen en los diferentes sectores, amén de los servicios comunes que todas las parroquias suelen tener. A destacar, especialmente en esa densa mañana de visita pastoral, el asentamiento humano “12 de junio” que se extiende por un cerro de difícil acceso, con rampas serpenteantes de arena y cuya capilla, todavía precaria y de madera frágil, se yergue en la cima del cerro y sirve como lugar de oración y reunión a la gente más pobre dentro de toda la pobreza del entorno.

La comunidad de la parroquia “Ntra. Sra. de la Asunción” donde también se encuentra el teologado nos esperaba para el almuerzo. Transcurrió esa hora en diálogo distendido entre el Superior General, formadores y teólogos, ávidos por conocer algunos aspectos de la Congregación de la Misión. En la sobremesa los teólogos pudieron escuchar algunas informaciones y recomendaciones del Superior General, centradas, sobre todo, en su compromiso por formarse integralmente ante las necesidades de la sociedad y de los pobres y despiertos al discernimiento y a la purificación de motivaciones y convicciones. Después de algunas fotos de rigor nos despedimos y dimos por terminado también esos dos días densos e intensos durante la visita del Superior General y Asistente.

Sirvan mis últimas palabras para agradecer esta visita que, sin duda, ha animado mucho a los misioneros de la Provincia de Perú y ha dejado constancia de la humildad, sencillez y cercanía de los PP. Tomaž Mavrič y Aarón Gutiérrez y, a la vez, ha servido como botón de muestra del sentido de internacionalidad de la Congregación de la Misión en el mundo.

Pedro Guillén Goñi, CM – Visitador Provincial

 

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