En mi carta del 25 de enero 2020, pedí a todos nosotros “movilizar la oración” como preparación para la próxima Asamblea General. Me gustaría repetir aquella llamada a nivel personal, comunitario, Provincial, regional y Misión Internacional. Que esta movilización de la oración se extienda también a todos los otros miembros de la Familia Vicenciana, así como a todas las otras personas que podemos pedir oraciones.
La comisión preparatoria nos enviará una oración preparada específicamente para el tiempo de preparación a la Asamblea General que se rezará cada día. Sin embargo, nuestra implicación en la oración no necesita limitarse únicamente a esta oración específica. Con nuestra imaginación e inventiva, podemos añadir nuevas formas de oración en los distintos ámbitos dentro de la Congregación, así como implicando a otros miembros de la Familia Vicenciana, otras Congregaciones, Asociaciones de Laicos, parroquias, escuelas, centros sociales, casas de retiros, diócesis, decanatos donde servimos, etc. para ayudarnos a través de su oración por nuestra Asamblea.
¡A través de la movilización de la oración, confiando totalmente en la Providencia, involucrándose de todo corazón en los distintos niveles en el proceso de preparación para la Asamblea General, podemos esperar con humildad un “nuevo Pentecostés” para nuestra Pequeña Compañía!

Su hermano en San Vicente,

Tomaž Mavrič, CM
Superior General

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