Larga vida a los hermanos de CM

El 21 de enero de 2020, los Hermanos de la Congregación de la Misión y otros cohermanos interesados se reunieron en dos sesiones a través de una Video Conferencia. La primera sesión fue para los misioneros de COVIAM, CEVIM y APVC, y tuvo lugar a las 9 de la mañana, hora de Roma, y contó con la participación de 45 cohermanos. La segunda sesión, reservada a los misioneros de CLAPVI y NCV, contó con la participación de 44 cohermanos. Las actividades fueron coordinadas por el P. Hugo Vera, responsable de la Oficina de Comunicación de la CM.

Ambos momentos contaron con la intervención inicial de nuestro Superior General, el Padre Tomaž Mavrič, quien destacó la importancia de la vocación de los Hermanos dentro de la Congregación de la Misión, caracterizando su “doble cara”, clerical y laical. Tomaž mostró su preocupación por la disminución del número de Hermanos desde los años 1960/70, cuando la Congregación contaba con más de 500 Hermanos, mientras que hoy sólo hay 123. En este marco, se creó una comisión internacional para pensar en un Plan de Promoción de la vocación del Hermano en la CM. El análisis del Plan fue el principal tema tratado en las reuniones “on-line”.

Tras la intervención del Superior General, según la orientación del coordinador, los asistentes se dividieron en salas por idiomas, y en estas “salas de chat” se respondieron preguntas que ayudaron a reflexionar sobre el Plan de Promoción Vocacional de los Hermanos y también a pensar en cómo cada uno de nosotros, Hermanos Vicentinos, hemos vivido nuestra propia vocación desde el contexto de nuestra provincia de origen. En los Grupos se trataron muchos puntos relevantes, de los cuales me gustaría destacar cinco puntos principales:

1- Es importante recordar la relevancia de la vocación del Hermano dentro de la Congregación de la Misión, no como un misionero de segunda clase, sino como un miembro con plenos deberes y derechos. Tenemos los mismos votos, que nos delegan una vocación común.

2 – La figura del Hermano ha desaparecido en varias Provincias, hace falta un intenso trabajo de representación del misionero vicentino también como laico consagrado, para que surjan vocaciones de Hermanos donde hoy son más escasas. Nadie ama lo que no conoce, si la posibilidad de la consagración laica en la CM no se presenta de forma clara y moderna, es decir, sin los estigmas del pasado, la vocación del Hermano tiende a desaparecer.

3- Ofrecer a los Hermanos una formación similar a la de los sacerdotes, priorizando su carácter de misionero vicentino, antes de ofrecerles una formación técnica. Equipar la formación de los sacerdotes y de los Hermanos es el primer paso para reducir las diferencias históricas que han marcado negativamente la vocación del Hermano en la CM.

4- Trabajar en las Asambleas Provinciales y Domésticas la idea de que la vocación del Hermano es un don teológicamente completo en sí mismo. El Hermano no es uno que no ha logrado ser sacerdote, sino un misionero que ha sido llamado por Dios para seguir a Jesucristo Evangelizador de los Pobres, como un laico consagrado en CM.

5- En la Asamblea General, hacer una profunda reflexión sobre la identidad clerical de la Congregación. ¿No sería hora de cambiar esa identidad?

Después de la puesta en común de los grupos hubo algunos comunicados. El P. Andrés Motto confirmó que en octubre tendrá lugar la sesión del CIF para los Hermanos (que estaba prevista para el año pasado y se pospuso debido a la pandemia).

En general, las sesiones se desarrollaron de forma muy armoniosa y organizada. Fue bueno ver que los hermanos, aunque pocos, seguimos vivos y activos en CM. Hay caras jóvenes, nuevos hermanos que quieren cambiar el estigma negativo que nos ha acompañado en los últimos siglos. Espero que tengamos éxito. Larga y próspera vida a los Hermanos de la Congregación de la Misión.

Hno. Adriano Ferreira, CM

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