Queridos vicentinos de todo el mundo

Falta poco para el 27 de junio, fecha de inicio de la XLIII Asamblea General de la Congregación de la Misión.

Del 27 de junio al 15 de julio, 115 misioneros se reunirán en Roma, en la Casa San Juan de Ávila para vivir, sostenidos por el Espíritu Santo, el tema de esta Asamblea “Revitalizar nuestra identidad al inicio del 500 aniversario de la CM”, que es fruto de la reflexión nacida durante el Encuentro de Visitadores de junio de 2019 en Manila y continuada con las reflexiones en diversas reuniones del Consejo General hasta el decisivo encuentro de Tempo Forte en marzo de 2020.

Para ayudar a nuestros misioneros en esta tarea, es importante que toda la Pequeña Sociedad y la Familia Vicentina estén unidas en la oración constante. que cada uno de nosotros, de todas las partes del mundo, involucre también a su comunidad en esta ella, para que la Providencia nos ayude a realizar “juntos el sueño de Jesús para la Compañía en los albores del V Centenario”.

La Comisión Preparatoria nos envió hace tiempo una oración para iluminar los corazones y las mentes de nuestros hermanos que se reunirán para elegir al sucesor de nuestro Fundador y al Consejo General que le ayudará durante los próximos seis años.

Pero como el Padre Tomaž Mavrič, CM, nos instó hace dos años:

“Sin embargo, nuestra participación en la oración no debe limitarse a esta oración específica. Con nuestra imaginación e inventiva, podemos añadir nuevas formas de oración en los diferentes niveles de la Congregación, así como implicar a otros miembros de la Familia Vicenciana, otras Congregaciones, Asociaciones de Laicos, parroquias, colegios, centros sociales, seminarios, residencias de ancianos, diócesis, decanatos, donde estamos comprometidos en nuestro servicio, etc., para que nos ayuden con su oración por nuestra Asamblea.”

 

ORACIÓN POR LA 43º ASAMBLEA GENERAL DE LA CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN

Padre Todopoderoso, Dios de Misericordia, tú nos has enviado a tu Hijo
para que fuera nuestro Salvador y el Evangelizador de los pobres.

Mientras nuestra Pequeña Compañía avanza en los albores de su 5º centenario,
te damos gracias por ayudarnos a perseverar en nuestra vocación misionera de seguir a tu Hijo, Jesús,
evangelizando a los pobres, según el espíritu de San Vicente.

Con ocasión de nuestra XLIII Asamblea General,
te pedimos que nos hagas más dóciles a la guía de tu Espíritu, para que, fortalecidos e impregnados por los consejos evangélicos y las virtudes vicencianas, profundicemos nuestra relación contigo en nuestra vida de oración,
en nuestro ministerio en las periferias y en la Iglesia.

Renueva en nosotros el espíritu de alegría evangélica, de conversión misionera, de diálogo mutuo,
de unidad y de colaboración, para que juntos, podamos trabajar, como una Compañía de amigos que se quieren bien, testigos valientes del Evangelio y misioneros celosos inspirados en la vida ejemplar de nuestros precursores.

Permanece en nosotros para que todo lo que hagamos sea siempre para el honor
y la gloria de tu Nombre.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.

¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos!

Santos y Beatos de la Familia Vicentina. Rueguen por nosotros

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