El carisma vicenciano de nuestro apostolado en la Misión de Tanzania

El carisma vicenciano de nuestro apostolado

en la Misión de Tanzania

por Chacko Panathara, C.M.

Provincia de India-Sur

La Misión Internacional de Tanzania comenzó como respuesta a la petición de la Asamblea General de 1992 para abrir nuevas misiones de la Congregación. Hoy han pasado ocho años y medio desde que los PP. Richard Kehoe y Chacko Panathara, los dos miembros del equipo pionero, llegaron a este territorio de Tanzania. La tierra africana ha recibido la semilla vicenciana desde los tiempos del Fundador y desde entonces este brote ha crecido en muchas partes del Continente comenzando por Madagascar. Pero Tanzania de algún modo permanecía intocable para la Pequeña Compañía hasta el 22 de septiembre de 1993. Con el acuerdo entre la Curia General y la Provincia de India-Sur, esta Misión va por la segunda fase de su desarrollo. Como pionero de la Misión, me gustaría presentar una visión general sobre sus características vicencianas.

1. Evaluación de la Misión

Según nuestro Fundador, cuatro son los elementos evaluativos de una misión o de su apostolado: las necesidades, los hechos, la obediencia y la oración. San Vicente lo refiere todo a la imitación de Cristo, haciendo la voluntad de Dios, como lo indica en las Reglas Comunes.

En el caso particular de esta Misión, haré una reflexión sobre los cuatro elementos en esta forma:

Necesidades: hubo una petición a la Pequeña Compañía desde Tanzania en 1980, de parte de las Hermanas de la Merced de San Vicente de Paúl, fundadas en Untermarchtal, Alemania, y establecidas en Tanzania en la Diócesis de Mbinga.

Acontecimientos: la Asamblea General de 1992, con su tema: “Nueva Evangelización, Hombres Nuevos, Comunidades Renovadas”, fue un acontecimiento que abrió nuevas perspectivas de evangelización para la Congregación.

Obediencia: Las “Misiones ad Gentes” de la Congregación fueron una respuesta obediente a la llamada del Papa Misionero, “Evangelización 2000”.

Oración: La Congregación como familia, unida en oración durante la Asamblea General, hizo este compromiso por las misiones “Ad Gentes”.

Este apostolado es la manifestación de la opción primordial por el pobre de parte de la Congregación que fue hecha repetidamente en la Asamblea de 1992, y que está dicho en nuestras Constituciones: ... “evangelizar a los pobres, sobre todo a los más abandonados”.

Mpepai era un puesto misionero del tiempo de los misioneros alemanes y permanecía como tal y no como parroquia ya que no había sacerdote que pudiera atender permanentemente una región y una gente que está abandonada, es lejana y donde el trabajo es difícil. Ahora, de acuerdo con nuestro carisma y las características de la misión, Mpepai es la primera parroquia de los Vicencianos en Tanzania. Esta opción es un reto y pide una “inculturación” y conversión al estilo de vida del pobre, dando testimonio de Jesús, Evangelizador de los Pobres.

Esta misión tiene carácter misionero, reflejando claramente las características indicadas por el P. General en esta conferencia al CIF.

Internacional: Esta misión, al ser una respuesta a la proclama a favor de las misiones extranjeras de la Congregación, mantendrá su distintivo internacional con puertas abiertas a los miembros de la Familia Vicenciana de todos los confines del mundo para seguir a Jesús, Evangelizador de los Pobres.

Una evangelización itinerante: Esta misión ha dado aliento a la presencia vicenciana en África del Este. Y con mucho más que un esfuerzo consciente de colaboración entre las ramas de la Familia Vicenciana presentes en estas regiones, esta misión puede tomar el liderato de una evangelización itinerante, “con fuego en el corazón para llevar la Buena Nueva.”

Aprender lenguas: El difunto Julius Kambarage Nyerere, moderno Padre de la Patria tanzana, ha unido a las tribus beligerantes bajo la fresca sombra de una sola cultura. Una cultura apoyada en una sola lengua, el Swahili. Aprender la lengua y la cultura del pueblo tiene prioridad en la preparación de misioneros para esta Misión.

“Inculturación”: Tanzania y su gente son bastante ricas en cultura y costumbres. Sin embargo la religión Católica traída por los occidentales hace casi cien años aún permanece como algo “occidental”. Quizá un avance de “inculturación” en la liturgia, en la forma de vida, en la enseñanza, podría ser un reto para dirigir nuestros esfuerzos y nuestra energía hacia un ministerio valioso en esta misión.

Ser creativos, alegres y sociables: Para servir mejor a la gente tenemos que conocer sus necesidades. Para conocer sus necesidades hemos de estar en contacto permanente con ellos. Los misioneros, en acuerdo con la comunidad, hacen programas para su ministerio pastoral que les mantienen en contacto permanente y efectivo con la gente. De esta manera diseñamos nuestro trabajo en un ambiente y alegre y sociable y a través de medios eficientes

El “Programa Patrocinador de Protección Infantil Internacional”, que funciona en nuestras cuatro lugares de trabajo (Mpepai, Mbinga, Mbangamao y Bombambilli), está ayudando a casi 150 familias muy pobres y necesitadas en la educación de sus hijos y el progreso de estas mismas familias. Escuelas infantiles para los niños pobres son uno de los ministerios en los que participamos usando medios creativos y creando un ambiente alegre y sociable.

Evangelización es liberación: Se trata de una liberación de todas las formas de opresión y pobreza, ya sea económica, psicológica o intelectual. Para conseguir todo esto, los misioneros están convencidos de que nuestra gente tiene la fuerza y la habilidad para conseguirlo. La gente de Bombambilli, uno de nuestros puestos vicencianos, participó en un año con casi siete millones de chelines tanzanos para construir un campanario y una gruta a la Medalla Milagrosa, que hubiera sido impensable y sólo un sueño hace unos años. Como dijo Norbert Mtega, Arzobispo de Songea: “este campanario y esta gruta son extraordinarios, no sólo por la construcción, sino por ser un signo de la fuerza y de la habilidad de nuestra gente”. Una muestra del cambio de la situación en que estaban aletargados durante mucho tiempo. Ha sido un ejemplo a imitar para que los pueblos y parroquias vecinas se ayuden a sí mismos y a la Iglesia.

Oración Común: Llamados a ser Cartujos en casa y apóstoles fuera, los misioneros, aunque viven solos en sus lugares de ministerio pastoral por razón de falta de personal, se esfuerzan en reunirse una vez cada tres meses para orar, meditar juntos, reflexionar y ayudarse en comunidad.

De esta manera creo que está reflejado el carácter misionero de esta misión en línea con el pensamiento del P. Maloney, nuestro Superior General.

2. La formación del clero

La formación del clero es un ministerio “que ya desde los orígenes se cuenta entre las actividades de la Congregación”. Este hecho está indicado en la 38 Asamblea General de la C.M., cuando habla de su compromiso de dar un puesto privilegiado a la formación de los sacerdotes y cuando habla también de las nuevas misiones que han sido aceptadas en las Islas Salomón y Tanzania, las cuales tienen la posibilidad de participar en programas de formación, como expresó el P. Maloney en sus expectativas para la Congregación en los próximos cinco años. En Tanzania, este acontecimiento impulsó desde el principio a los misioneros a trabajar en la promoción vocacional y la formación de nuestros candidatos nativos para la misión. Vimos que la Iglesia en Tanzania no es ya una Iglesia de misioneros sino más bien una Iglesia misionera, o una Iglesia de candidatos nativos que en comunidad con nosotros serán testigos creíbles para la Iglesia de Tanzania. Hoy tenemos cinco candidatos, cuatro para Sacerdotes y uno para Hermano.

3. Colaboración con miembros de la Familia Vicenciana

La presencia de la Congregación de las Hermanas de la Misericordia de San Vicente de Paúl, que aprecian y mantienen el espíritu y carisma de San Vicente, es otra realidad vicenciana de la Misión de Tanzania. Nuestra colaboración con ellas está en consonancia con nuestras Constituciones y así lo establece la 39a. Asamblea General en su Documento Final: “La Congregación de la Misión, junto con la Familia Vicenciana, continúa haciendo que esta profecía de Isaías, que es lema de su misión, llegue a ser una realidad hoy, en el umbral del nuevo milenio”. Como Familia Vicenciana, las Hermanas de la Misericordia de San Vicente de Paúl de Untermarchtal, Alemania, y de Mbinga, Tanzania, tienen derecho a nuestra asistencia y a estar unidas a nosotros en el cumplimiento de la profecía de Isaías, haciéndola realidad en esta parte del mundo. La Sociedad de San Vicente de Paúl tuvo sus comienzos en esta Diócesis de Mbinga después de la llegada de los Misioneros, gracias a la iniciativa del P. Myles Rearden. La SSVP ya tiene un Consejo Particular.

4. La necesidad de una comunidad para la misión

San Vicente sintió la necesidad de una comunidad después de dar las misiones. La Congregación llegó como respuesta a la necesidad de organizar la Misión. La necesidad de reforzar la Comunidad en Tanzania llegó como exigencia de la pastoral. La Congragación empezó con los PP. Richard Kehoe, de Estados Unidos; y Chacko Panathara, de India, quienes inauguraron la misión en 1993. La Provincia de India-Sur recibió la petición de la Congregación de asumir la misión, vio la necesidad y la aceptó enviando a los PP. James Theikanath, Prakash Tirkey y Johnson Nedungadan en años posteriores. La misión mantuvo su carácter internacional de estar abierta a misioneros de todo el mundo y de diferentes provincias, al recibir en su regazo a los PP. Myles Rearden, de Irlanda; Manuel Prado, de Puerto Rico; Jose Manjaly, de la Provincia de India-Norte; Jacob Panthappallil, James Kunninpurayidam y Jaimy Moonjely, todos de la Provincia De India-Sur. Aunque algunos de estos misioneros tuvieron que volver a sus provincias porque les necesitaban en su provincia, todos los demás están totalmente dedicados a la misión de Tanzania. El convenio reciente de la Curia General con la Provincia de India-Sur ha dado un gran impulso a la misión para reforzar esta comunidad con más personal, facilitando planes duraderos para el crecimiento de la misión en los años próximos.

5. Dirección por medio de los acontecimientos

El 7 de julio de 1994, durante su visita a Tanzania, el P. Maloney me comunicó que mi superior y compañero Dick volvería pronto a su provincia, así que estaba pensando en cerrar esta nueva misión internacional, pues yo tendría que quedarme solo hasta que encontrara nuevos compañeros para mí en la misión. Me ofreció opciones para otras misiones internacionales. Me senté tranquilamente, recé y tomé la decisión de quedarme y le dije al P. Maloney: “Deberíamos quedarnos en Tanzania. El P. Dick y yo hemos trabajado mucho en este primer año intentando aprender el idioma, adaptarnos a la cultura, soportando la soledad. No podemos abandonar todo este trabajo y sufrimiento en balde. Ahora la gente de la parroquia lejana donde yo trabajo está respondiendo con gran entusiasmo. Hay varios candidatos para el sacerdocio en esta región. Deberíamos edificar sobre estos fundamentos.” De aquí en adelante, nuestras conversaciones se centraron en reanimar la misión.

Esta repentina e “inspirada decisión”, como yo la llamaría y así lo creo en verdad, era el celo y el fuego del espíritu de San Vicente que nos inspiraba, como lo hizo cuando estuvo casi obligado a cerrar la misión de Madagascar. La Providencia de Dios, dirigiendo la misión a través de los acontecimientos, es una clara expresión de su característica vicenciana.

6. “No tenemos derecho a rechazar lo que nos dan por amor de Dios”

Conforme la Congregación crecía, Vicente supo que la Comunidad necesitaba una sólida base financiera para atender a las necesidades de sus miembros, y también para asegurar la libertad de acción en el apostolado. El capital donado para la fundación de la Compañía por la Señora de Gondi fue invertido en terrenos.

La Misión de Tanzania tampoco ha rechazado lo que la gente, por amor a Dios, nos ha dado para nuestros gastos por medio de los donativos de ministerios. Los principales recursos provienen del servicio a las Hermanas, los estipendios de misas; en algunas ocasiones de la distribución del Fondo Internacional de Misiones de la Curia General y de nuestros trabajos pastorales en la Diócesis. También se han hecho inversiones en terrenos en lugares estratégicos, como en Morogoro, Songea, y Mbinga, que ayudaran a la misión para construir y crecer en el futuro.

7. Encuentro con los pobres

Después de cumplir 17 años de sacerdote, un cambio radical transformó la vida de San Vicente, cuando le vemos en contacto con los pobres en 1617 en Gannes, Folleville, y en Châtillon-les-Dombes. Este encuentro con el pobre preparó el camino para sus grandes fundaciones en la Iglesia, en las misiones y en las obras de caridad.

Quizás fue una mera coincidencia que yo estuviera en Mpepai como primer sacerdote residente antes de la visita del P. Maloney a Tanzania. En mi vida solitaria en Mpepai tuve los sentimientos del párroco de Clichy en 1612, quien le dijo al Cardenal de Retz: “me parece que ni el Santo Padre ni su eminencia son tan felices como yo”. La cooperación de la gente, como presenció el P. Maloney, su vida sacramental, su vida de fe, todos fueron elementos importantes para animarnos a tomar una decisión que correspondiera a su cooperación y entusiasmo. Hoy el cambio que está experimentando la vida de la gente en nuestras parroquias, a nivel espiritual y materia, tiene que ser apreciado como un signo de presencia activa de los Vicencianos en esta parte del mundo, caracterizada por su carisma propio.

(Traducción: ALFREDO HERRERA, C.M.)

Slawson, Douglas, C.M., “Vincent's Discernment of His Own Vocation and of the Congregation”.

Cf. Reglas Comunes II, 3; ver también la conferencia: “Sobre la conformidad con la voluntad de Dios”, del 15 de octubre de 1655 (SV XI, 313 / ES XI, 208-210).

En Vincentiana 36 (1992) 271-537.

Cf. Robert P. Maloney, “Mis esperanzas para la Congregación durante los próximos cinco años”, 1993.

C 12,1º.

C 1,2º.

Cf. Robert P. Maloney, “Litterae Superioris Generalis: To Vincentians throughout the world”, del 1 de octubre de 1994: en Vincentiana 38 (1994) 191-196.

Cf. Robert P. Maloney, presentación en el CIF: “Ser Misionero Hoy”, del 22 de octubre de 1994.

Ibíd.

Discurso del Arzobispo en la bendición: 9 de diciembre de 2001.

Cf. Robert P. Maloney, presentación en el CIF, “Ser Misionero Hoy”, del 22 de octubre de 1994.

C 15.

“Carta a los Cohermanos”, Roma, 25 de julio de 1992, apartado “Nueva Evangelización”, Nº 3: en Vincentiana 36 (1992) 385.

Cf. C 1,3º: formación del laicado, y C 17: dirección de las Hijas de la Caridad.

En Vincentiana 42 (1998) 386.

Cf. Robert P. Maloney, “Litterae Superioris Generalis: To Vincentians throughout the world”, del 1 de octubre de 1994: en Vincentiana 38 (1994) 191-196.

Repetición de Oración Nº 171, del 25 de agosto de 1657 (SV XI, 414-417 / ES XI, 291-293); y Nº 172, del 30 de agosto del mismo año (SV XI, 417-425 / ES XI, 294-300).

Román, José María. San Vicente de Paúl I. Biografía, Cap. XVI, p. 223. BAC, Madrid, 1981.

Cf. Constituciones de la C.M. (Introducción).

SV IX, 646 / ES IX, 580, citado por: Román, José María. op. cit., p. 107.

Cf. Robert P. Maloney, “Litterae Superioris Generalis: To Vincentians throughout the world”, del 1 de octubre de 1994: en Vincentiana 38 (1994) 191-196.

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