El Centro Internacional de Formación San Vicente de Paúl (CIF)

El Centro Internacional de Formación

San Vicente De Paúl (CIF).

Por John E. Rybolt, C.M.

Director del CIF

y Kazimierz Stelmach, C.M.

Miembro del equipo del CIF

  1. Presentación del P. John Rybolt, C.M.

El P. Kazimierz Stelmach y yo estamos muy agradecidos al P. Maloney y a su Consejo por darnos la oportunidad de informaros a todos los miembros de la Asamblea General, sobre el Programa de Formación Permanente Vicenciana desarrollado en el Centro Internacional de Formación (CIF) en París. La última Asamblea General pidió que se estableciese este Centro, y desde entonces se han recibido en él 196 Vicencianos procedentes de 44 Provincias. De ellos, cuatro de una Congregación de Espíritu Vicenciano de la India. Posiblemente estéis también interesados 2en saber que hemos tenido aproximadamente unos 50 Padres Paúles e Hijas de la Caridad como ponentes de los cursos y conferenciantes de retiros en estos últimos cuatro años. Además del P. Casimir y del que os habla, ha habido otros dos miembros en el Equipo: Jean-Pierre Renouard, de la Provincia de Toulouse, y Luis Alfonso Sterling de la Provincia de Colombia. Hemos contado también con la ayuda de León Lauwerier y de Abel Maniez (ecónomo de la Provincia de París). Estamos también muy agradecidos al P. Jurek Fluderski (misionero en Madagascar) por habernos ofrecido sus habilidades organizativas hasta su fallecimiento en la primavera pasada.

El CIF es una actividad que depende del Consejo General, y por lo tanto somos responsables al Superior General y a su Consejo. El Consejo nombra al equipo directivo del Centro, aprueba el presupuesto de gastos y el contrato con la Casa Madre, revisa nuestros estatutos, y supervisa regularmente nuestro funcionamiento. En Vicenciana podéis encontrar un informe que presenté en la reunión de Visitadores en Salamanca. No deseo repetir los detalles dados en ese informe; más bien deseo concentrarme aquí en otros asuntos.

Sin embargo, con el fin de daros una idea breve de cómo trabajamos, el P. Casimir Stelmach os dará un informe sobre las líneas generales del programa.

Como podéis deducir del informe del P. Casimiro, el fin de programa es, como su título dice, la Formación Permanente Vicenciana. En los objetivos del programa el se comprende el dar a nuestros participantes un respiro en su rutina regular como hermanos, diáconos o sacerdote en la Congregación, y disponer de un tiempo para relajarse, para orar y pensar en sus compromisos. Como la mayor parte de los participantes tienen alrededor de 40 años, somos conscientes de que vienen con un pasado rico en experiencias. Muchos de ellos son superiores de casas, profesores de seminarios, directores de las Hijas de la Caridad, párrocos, misioneros, miembros de Consejos Provinciales, o cosas semejantes. Hemos intentado proporcionar a los cohermanos tiempo y espacio suficientes para conseguir los objetivos del programa con unas estructuras mínimas. Insistimos siempre en que el programa es finalmente para ellos, y no para Casimiro ni para mí, y que los participantes son los que deben sentirse responsables de tomar las decisiones con relación a nuestra plan diario.

Además de tiempo y espacio, les ofrecemos también oportunidades para renovación y compromiso. Esto lo hacemos especialmente hacia el final del programa. Invitamos a los participantes a que recen todos los días la oración especial del CIF, que es la oración primera de la mañana en honor de San Vicente. En ella, oramos por un aumento de su espíritu para amar lo que él amó y practicar lo que él enseñó. Al final del retiro, invitamos a los cohermanos a hacer la renovación de sus votos en la Congregación. En la pequeña capilla de Nuestra Señora de Gracia, donde San Vicente celebró una de sus primeras misas, renovamos nuestras promesas sacerdotales, igual que lo hacen los sacerdotes alrededor de sus Obispos en Semana Santa. En la eucaristía de la clausura del curso, renovamos nuestros compromisos en el apostolado de la Congregación y tenemos una ceremonia de envío mutuo a la misión. Esperemos que estas pequeñas ceremonias tengan un impacto positivo sobre las vidas y el trabajo futuro de los cohermanos.

Los resultados del programa son difíciles de medir. Un vistazo a la lista de los nombres de participantes nos muestra que aunque hay algunos pocos que se han “ausentado” o han dejado la Congregación, la mayor parte continúan en su trabajo. Hemos pensado pedir a los participantes del pasado una evaluación del programa después de cierto tiempo, y esperamos que pronto podremos llegar a realizarla.

Los participantes hacen una evaluación de los cursos todas las semanas, y los resultados nos han demostrado la buena salud del programa: sus objetivos, estructura, ritmo, y temas. Obviamente, no todos están conformes con todo lo del curso, y hemos aprendido mucho de sus observaciones. Hemos realizado cambios en el programa en las ocho últimas sesiones, pero en ningún momento hemos cambiado el enfoque general. Otros cambios que tenemos en mente para el futuro son: invitar a algunos participantes que hicieron el curso del CIF en años pasados como ponentes y conferenciantes de retiros, así como también invitar a más mujeres para que expongan temas apropiados. También intentamos disponer de un "sitio-internet", para poder publicar nuestra información regularmente a los cohermanos y a otras personas, junto con abundante material de información en ponencias presentadas por ponentes anteriores. Otra fuente de información será una "Libro-Guía de la Francia Vicenciana" que tengo ya casi terminada. Este libro empezó siendo una serie de notas tomadas en nuestros frecuentes viajes, y ahora se extiende a todos los lugares Vicencianos importantes (y a algunos no tan importantes). Esta guía está dirigida a todos los Padres Paúles, Hijas de la Caridad, miembros de la Familia Vicenciana y a todos los interesados en la vida y obras de Vicente de Paúl en Francia. Naturalmente, Santa Luisa también está muy bien representada, así como también nuestros santos y beatos.

A mayor escala, estamos viendo la posibilidad de poder incluir otros dos grupos en el CIF. Uno el de cohermanos de más de 50 años, como yo. El otro sería de miembros de la Familia Vicenciana

En ambos casos, intentamos añadir o sustituir programas, de ciclo más corto, de formación y tradición vicenciana para cohermanos de más de 50 años (tal vez por un mes), y para la Familia Vicenciana (también por un mes). Estos programas se podrían ser bien en otoño o en primavera, y habría que tener en cuenta las distintas lenguas.

Habéis recibido un ante-proyecto de estos dos programas. Para poner esto en marcha será necesario un gran trabajo, pero yo creo que los resultados merecerán la pena. Durante la Asamblea, podremos discutir y pedir vuestra opinión sobre nuestro programa actual y sobre posibles programas nuevos en el futuro.

Ahora nos gustaría proponer a vuestra consideración dos asuntos que surgen con cierta regularidad. El primero es la duración del curso, y el segundo su coste. Estos dos temas están íntimamente relacionados.

Basados en nuestra experiencia y en las evaluaciones dadas por los participantes, creemos que el periodo de 14 semanas es la duración apropiada. El ritmo y paso del curso son también buenos, con un buen equilibrio de tiempo para el trabajo, estudio, oración, vida comunitaria, y relajamiento personal. Naturalmente, el programa se puede acortar, pero no sin cambios considerables en su contenido.

El precio del curso es de 29 000 francos. Esta suma cubre los gastos de los participantes: alimentación, alojamiento, y otros costes de todo el curso (conferencistas, traductores, personal de dirección, materiales, viajes durante el curso, gastos de entradas y similares, información: periódicos, revistas, televisión, e-mail, etc.). No están incluidos aquí los viajes individuales a/y desde París, seguros de enfermedad y otros gastos personales como comidas fuera del curso, llamadas de teléfono y otras provisiones.

Habéis visto en uno de los papeles que habéis recibido a dónde van nuestros fondos. Estas cantidades cubren los gastos de cuatro sesiones, y son el resultado de una auditoria financiera profesional para los años 1996 y 1997. En un vistazo rápido podréis ver que los mayores gastos corresponden a la comida y estancia. Estas cantidades representan dinero contante y sonante, no únicamente servicios prestados o costes soportados por otras personas. Al mismo tiempo, hemos aprendido en los últimos cuatro años a administrar nuestro dinero y a economizar en: los precios de las habitaciones, teléfonos, compras, inversiones a corto plazo en fondos de inversión, etc. Algunos de estos cambios ha traído como resultado las mejoras en la Casa Madre, por lo que estamos sumamente agradecidos.

Otra serie de cantidades os muestra el resultado de nuestras actividades en estos dos últimos años. Cuando el número de participantes es lo suficientemente alto podemos ajustarnos al presupuesto y consolidar nuestra amortización. No lo pudimos alcanzar en el año 1996, pero sí en el año 1997. Algunos gastos aumentarán, y por consiguiente, tendremos que hacer algún cambio: bien en los gastos mismos del programa, o en nuestros ingresos.

Permitidme terminar con tres reflexiones.

En primer lugar, y esto es algo que siempre me viene a la mente, me siento orgulloso de verme relacionado con cohermanos tan admirables que acuden al curso. La oportunidad de tomar parte, de alguna manera, en sus vidas y ministerios es sumamente enriquecedor.

En segundo lugar, hemos empezado a observar un interés creciente en asuntos de carácter vicenciano. Quiero decir con esto que hemos obtenido una conciencia más clara de nuestras raíces vicencianas. Esto se ve en un mayor interés en publicaciones, conferencias, encuentros y en la Familia Vicenciana. El CIF no es la única causa de todo esto, pero creo que nuestros participantes han tomado un gran interés en este campo como resultado de su estancia en París.

En tercer y último lugar, yo siempre pienso que la Divina Providencia está siempre en nuestro trabajo: Dios aparentemente se preocupa de esta pobre compañía de la Misión. Ha habido muchas ocasiones en que hemos tenido que afrontar crisis de distintas clases (horarios, ponentes, traductores, autobuses, hospedaje, etc.) para llevar a cabo nuestro cometido. Consideraciones al momento y después de los sucesos han puesto de manifiesto la intervención de la mano de Dios. Es algo admirable sentirse parte integrante de todo esto.

Los dos, Casimiro y yo, esperamos con interés poder hablar con vosotros sobre el programa durante la Asamblea. Gracias.

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IIPresentación del P. Kazimierz Stelmach, C.M.

El primer punto de los Estatutos del CIF dice entre otras cosas: “El Centro Internacional de Formación ofrece a los miembros de la CM un programa integral de formación permanente VICENCIANA, destinado a ayudarles a realizar el objetivo de seguir a Cristo Evangelizador de los Pobres... el programa está destinado en primer lugar a los miembros de la CM. El programa del centro comprende los siguientes elementos: materias académicas, trabajo personal, investigaciones, enseñanza, desarrollo de la vocación y del ministerio vicencianos, celebraciones litúrgicas, tiempo de oración y de retiro, y, por último, experiencia de la vida comunitaria”.

Voy a tratar de explicar brevemente algunos de estos elementos para dar una idea del programa.

1.El programa en general. En primer lugar, el programa en general. La duración del curso es de catorce semanas. Cada semana tiene su tema particular, y casi siempre un relator invitado, aunque esto depende del tema a tratar. La temática está basada en las Constituciones y Estatutos. Así, la primera semana lleva el título: “San Vicente hoy”. El fin es conocer el estado global de los estudios vicencianos en la actualidad, y también en la historia. Para el programa de otras semanas, lo pueden ver, porque todos tienen el folio con el programa. Si algunos quiere saber algo más, tendremos mucho gusto en responderle.

Normalmente, la sexta semana, la que cae en medio del programa, tenemos la así llamada “Semana de actividades personales”. En este tiempo, se invita a los participantes a programar ellos mismos su trabajo o su descanso. Algunos aprovechan este tiempo para investigaciones personales, otros para hacer visitas, etc. Muchos cohermanos van a Roma, y hacen una visita a la Curia Generalicia.

En cada sesión hay programado un encuentro con el Padre General que consiste en la celebración de la Misa, una conferencia del Padre y la posibilidad de diálogo personal con él. De la misma manera, hay programado un encuentro con Sor Juana Elizondo, Superiora General de las Hijas de la Caridad, en el cual la Madre presenta la situación actual de la Compañía y algunos aspectos comunes a la doble Compañía, por ejemplo, la colaboración mutua, etc.

2. La estructura de la semana. Normalmente, el Lunes y el Martes los relatores presentan la temática de la semana. El Miércoles se estudia la Historia de la CM. El Jueves se trabaja en pequeños grupos lingüísticos. El Viernes se tiene la puesta en común en una gran asamblea: se intercambian ideas referentes al tema estudiado. El Sábado, lo normal es que se haga una visita vicenciana. Naturalmente, están programadas visitas a los archivos de la CM y de las Hijas de la Caridad.

Todos los días se tiene en común la oración, la meditación y la Misa, que se hacen por grupos lingüísticos, con las modalidades propias de cada grupo. Hay también celebraciones comunes, especialmente en los lugares vicencianos, como por ejemplo en la Rue du Bac, en la capillita donde reposan los restos de Ozanam, en Reuilly, Clichy y también durante los viajes vicencianos.

3. Quisiera ahora presentaros nuestros viajes vicencianos, que forman parte integrante del programa del CIF. Todos los fines de semana están consagrados a la visita de los lugares relacionados con la historia de la Congregación de la Misión. Al comienzo de la sesión, se tiene siempre la visita al “París vicenciano” y a Versalles, y después a Gannes, Foleville. Encontraréis esos lugares en el anexo. Todos están ligados a la historia de la C.M. o de la Iglesia.

Después está el retiro que es un punto esencial del programa. Se invita a un predicador para cada grupo lingüístico. Este retiro dura cuatro días. Al final del retiro se tiene la renovación de los votos. Después del retiro, invitados por los cohermanos de la Provincia de Zaragoza, hacemos siempre una visita a Loyola, San Sebastián, y a la casa de la Congregación en San Sebastián.

Espero haber podido, en esta breve intervención, dar, aunque sea en forma general, una idea del programa que, generalmente, es bien aceptado y apreciado por todos los participantes. Gracias.

Anexo : Programa general del CIF

La primera semana tiene por título “San Vicente hoy. El fin es conocer el estado global de los estudios viencianos hoy.

Segunda semana. “Identidad de la C.M.” (C 1-9). Se trata de nuestra identidad jurídica y teológica hoy yen la historia.

Tercera semana: “Apostolado de la C.M.” (C 10-18). La C.M. ayer y hoy; cómo está presente en el mundo.

Quinta semana: “Los Votos” (C 28-39). Punto de vista vicenciano, jurídico y teológico.

Sexta semana: “Actividad pastoral”.

Séptima semana: “Oración” (C 40-50). La oración vicenciana en general.

Octava semana: “Vida espiritual, las cinco virtudes” (C 4, 7, 24). Fundamentos vicencianos y generales de la vida espiritual; las cinco virtudes hoy.

Novena semana. “Acción social de la C.M.” (E 9). Fundamente y realidad hoy.

Décima semana: “Retiro Vicenciano” (59). Los santos y los Bienaventurados de la C.M. Grandes figuras Vicencianas.

Décimo primera semana: “Retiro: Gran Tour Vicenciano”.

Duodécima semana: “Testigos vicencianos”. Durante esta semana, son invitados los responsables de la familia vicenciana y de os movimientos vicencianos para hablarnos de su historia y de sus actividades hoy.

Décimo tercera semana: “Temas vicencianos”. Diferentes conferenciantes nos presenta temas de actualidad, como por ejemplo “el Islam”, los grandes teólogos vicencianos, etc.

Décimo cuarta semana: “Análisis y síntesis del proyecto personal” que se invita a elaborar a cada participantes durante toda la sesión.

Principales lugares vicencianos visitados durante la sesión del CIF

El París vicenciano,

Versalles,

Clichy, Reuilly,

Gannes, Foleville, Amiens,

Joigny, Montmirail,

Fain-les-Moutiers,

Gran Tour Vicenciano - Retiro:

Richelieu, Château l'Evêque,

Dax y su región,

Lourdes, Tarb3wes, Toulouse, Buzet, Notre Dame de grâce,

Montgesty,

Catalán, Lyón, Paraguay, Aes, Valfleury.