Federación de las Hermanas de la Caridad de Sta. Isabel Seton

FEDERACIÓN DE LAS HERMANAS DE CARIDAD

Theresa Capria,

Sor de la Fédération Seton

Es para mí un gran honor estar aquí esta semana con vosotros, estoy muy agradecida al P. Robert P. Maloney por haberme invitado. Soy una Hermana de la Caridad de Nueva York, y estoy aquí para representar a la Federación de Hermanas de la Caridad en los Estados Unidos y en Canadá.

La primera fundación de las Hermanas de la Caridad americanas se debe a Santa Isabel Seton y tuvo lugar en Emmitsburgo, Maryland, en 1809. Al año siguiente, Mons. Flager trajo de Francia una copia de las reglas dada por San Vicente de Paúl a las Hijas de la Caridad en 1647. Cuando Santa Isabel leyó la regla, inmediatamente se identificó con ella. Y así, en 1812, la regla de San Vicente fue adoptada, con cambios mínimos, por la nueva comunidad. En la misma época, la fundación de Emmitsburgo se extendió se extendió a Nueva York, Cincinati, Halifax, Nueva Jersey y Pensilvania. En estos lugares, las Hermanas se dedicaban al cuidado de niños, sanidad, educación y a una variedad de servicios sociales.

En 1947, estas seis comunidades, que habían llegado a ser comunidades independientes, se reunieron para formar la Confederación de las Hijas de la Madre Seton. Tenían dos fines: fortalecer la unión entre ellas y hacer avanzar la causa de la Madre Seton. La Federación seguió después de la canonización de la Madre Seton, poniendo gran cuidado de celebrar la herencia común y de ampliar la comprensión de su carisma común. En 1989, la Federación se amplió al incorporarse otras congregaciones que seguían también la regla de San Vicente. Hoy existen trece grupos miembros de la Federación, con un total de unos 7000 miembros.

El enunciado de nuestro proyecto expresa nuestra identidad:

"Proclamando nuestro futuro como mujeres de fe, transformadas por el carisma de la caridad; impulsadas a responder a las necesidades cotidianas, especialmente entre los pobres; comprometidas a la colaboración".

Las obras que fluyen de esta visión exigen a la vez un apoyo, proyectos y experiencias para fortalecer las comunicaciones y los vínculos de unión, ocasiones para profundizar sobre nuestro patrimonio común enraizado en Vicente, Luisa e Isabel y esfuerzos para utilizar nuestra fuerza como grupo en apoyo de causas, dar testimonio y trabajar en un continuo cambio. El ejemplo más reciente es el nuevo estatuto de ONG que hemos recibido de las Naciones Unidas. Cinco de nuestros grupos-miembros forman parte de un noviciado inter- congregacional; todos los grupos participan en las reuniones de formadores de la Compañía de la Caridad; las asociadas de cada grupo participan como socios de la Caridad.

Recientemente hemos tenido reuniones locales de la gran Familia Vicenciana El día 19 de Abril de 1997 nos reunimos por primera vez en Nueva York, en la Universidad de St. John. El tema fue: Amor inventivo sin límites; el día 3 de Octubre de este año tendremos una segunda reunión con el tema: Amor vicenciano en acción. Participaremos en una celebración nacional prevista para el 23 de Septiembre del año 2000.

Mientras avanzamos hacia el futuro, la mayor parte de nuestros miembros han elegido “personas que se arriesgan” en favor de los pobres, haciendo la lista de las necesidades de la mujer y esfuerzos reales para cuidar la tierra y toda la creación. Las orientaciones de la nueva cosmología nos hacen ver con claridad que todos nosotros estamos íntimamente relacionados y que el destino de la parte más pequeña de la creación de Dios afecta a todas las demás. Entre los desafíos que afrontamos, está el de encontrar nuevas formas para relacionarnos con quienes tienen nuestras mismas disposiciones y trabajar con ellos; el acercamiento más universal a los complejos problemas generados por la sociedad de consumo; y el gran desafío de ser fiel al carisma del amor, al rostro del AMOR encarnado en nosotros hoy. Cuando estaba preparando las maletas para este viaje, di con una cita que deseo compartir con vosotros. No conozco el autor. Pero podría haber salido de la boca de Vicente, de Luisa, de Isabel o de Federico.

"La humildad acepta las nuevas orientaciones con gozo; la sencillez actúa inmediatamente sobre ellas y la caridad lo eleva todo. La humildad puede arriesgarse a nuevas aventuras porque no teme los fracasos; la sencillez mantiene el esfuerzo en su actividad en el olvido de sí; la caridad nos apremia a abrazar el mundo entero".

Sor Teresa Capria, SC