Apertura de la Asamblea General

APERTURA DE LA ASAMBLEA GENERAL

Robert P. Maloney

Superior General

Mis queridos hermanos, bienvenidos a Roma y a esta XXXIX Asamblea General de la Congregación de la Misión.

En primer lugar, permitidme daros las gracias a todos los que estáis hoy aquí, visitadores, delegados y miembros de la Curia General. Si la Congregación es fiel en el servicio a los pobres y al clero hoy, es por vosotros, sus miembros.

Fijáos en el lema para la primera semana de esta Asamblea: "Proclamar un año de gracia del Señor" (Lc 4:19). Este lema describe el fin de esta Asamblea. Nos reunimos para proclamar la Buena Nueva del amor del Señor a su pueblo, especialmente a los pobres.

Al comenzar esta Asamblea, el artículo 137 de nuestras Constituciones nos recuerda un hecho muy importante: Nosotros, reunidos en esta sala, representamos a toda la Congregación; y durante estas cuatro semanas, nosotros constituimos conjuntamente su autoridad suprema. No yo. Nosotros, conjuntamente. Por consiguiente, os expreso a todos vosotros, representantes de toda la Congregación, la gratitud que siento por todo lo que la Compañía está haciendo como sierva de los pobres y del clero, y os animo a todos vosotros, autoridad suprema en la Congregación, a que sostengáis ante toda la Compañía retos claros y creativos que le ayuden a continuar creciendo en el futuro.

Deseo aprovechar esta oportunidad para expresar mi gratitud a todos los que han trabajado tanto en la preparación de la Asamblea, en particular a los miembros de la Comisión Preparatoria: los Padres Corpus Juan Delgado, Álvaro Quevedo, Bernard Quinn, Serafín Peralta, Zaracristos Yosief y nuestro comité de preparación de la casa: Padres Lauro Palú, Emeric Amyot d'Inville y Patrick Griffin. A los dos facilitadores, Sor Germaine Price y P. Serafín Peralta, que han trabajado muy de cerca con ambos comités y continuarán ayudándonos durante la Asamblea. Deseo también expresar mi gratitud a los que han aceptado actuar como Moderadores: Padres Joseph Levesque, Christian Sens y Jaime Corera y como secretario "ad hoc" Giuseppe Turati. Habrá otros muchos que nos ayudarán en el curso de esta Asamblea, pero ya tendré otra ocasión para expresarles a todos ellos mi agradecimiento.

Mañana tendré la oportunidad de hablaros más extensamente; por eso, para la agenda de este día, os presento al P. Joseph Levesque, que generosamente ha aceptado mi invitación para ser el moderador este primer día, y que nos ayudará a dar los primeros pasos en la apertura de esta Asamblea.

Robert P. Maloney

Roma, Julio 6, 1998