La Congregación de la Misión

La Congregación de la Misión

Por Victor Bieler, C.M.

Asistente General

1. ¿Cuál es su identidad específica dentro de la Familia Vicenciana?

Con frecuencia la gente se maravilla porque los miembros de la Congregación se llaman miembros de la Congregación de la Misión, o porque se llaman misioneros. La identidad de esta congregación procede de su fin.

¿Cuál es, por consiguiente, el fin de la Congregación de la Misión?. El fin de la Congregación es, como el primer artículo de nuestras Constituciones dice, seguir a Cristo, el evangelizador de los pobres. Este fin se consigue cuando fieles a San Vicente de Paúl, individualmente y colectivamente:

- Intentan revestirse del espíritu de Cristo para adquirir la santidad propia de su vocación

- Trabajan en la evangelización de los pobres, especialmente de los más abandonados

- Ayudan al clero y a los seglares en su formación y les guían a participar de forma más completa en la evangelización de los pobres ( Const. 1)

a. ¿Cuál es Nuestro Espíritu?

Para llegar a ser capaces de conseguir ese fin, procuramos revestirnos de cierto espíritu. El espíritu de nuestra Congregación es una participación en el espíritu de Cristo mismo, como propone San Vicente: "Jesucristo es la regla de la Misión" y será considerado como el centro de su vida y de su trabajo. Este espíritu comprende aquellas actitudes íntimas y personales de Cristo que nuestro Fundador recomendó a los miembros desde el principio: amor y reverencia al Padre, amor compasivo y efectivo al pobre, y docilidad a la Divina Providencia. La Congregación, por consiguiente, intenta expresar este espíritu en cinco virtudes derivadas de su forma propia especial de mirar a Cristo, e.g. sencillez, humildad, mansedumbre, mortificación y celo por la salvación de las almas. (Const. 4,5,6,7).

b. ¿Cómo debería ser nuestro trabajo de evangelización?.

Como consecuencia, nuestro trabajo de evangelización debería tener las siguientes características:

1. Preferencia clara y preferente por el apostolado entre los pobres, ya que su evangelización es el signo de que el reino de Dios está presente en la tierra (Mt. 11:5)

2. Atención a las realidades de la sociedad actual, especialmente a los factores que causan una distribución desigual de los bienes del mundo, con el fin de que podamos llevar a cabo mejor nuestra labor profética de evangelización .

3. Alguna participación en las situaciones de los pobres, para que no solo atendamos a su evangelización, sino que también nosotros podamos ser evangelizados por ellos

4. Espíritu genuino de comunidad en todos nuestros trabajos apostólicos, para que podamos ayudarnos unos a otros en nuestra vocación común

5. Disponibilidad para ir a cualquier parte del mundo, según el ejemplo de los primeros misioneros de la Congregación.

6. Procurando vivir en un estado de conversión continua por parte de cada individuo y por parte de toda la Congregación, según la mente de San Pablo, que nos dice: "No os conforméis con este mundo, sino transformáos por la renovación de vuestras mentes" (Rm. 12, 2).

2. ¿Cuáles son nuestras relaciones con las otras ramas de la Familia Vicenciana?

Podría mencionar aquí algunas experiencias concretas de colaboración, aspiraciones y esperanzas con relación al "futuro en colaboración". Sugiero que leáis la Carta del Superior General y los Ecos de la Compañía. números 4 y 5 de este año, así como Vincentiana (1998/2) donde se mencionan detalladamente varios proyectos comunes.

- 5 de Mayo 1998: Alemania, España, Italia y Mozambique

- 6 de Junio 1998: pág. 227: Proyectos comunes de la Familia Vicenciana: México, Filipinas

2.1 Colonia, Alemania: Foyer Rosalie Rendu: hogar para mujeres.

Hijas de la Caridad de la Provincia de Alemania: Participantes: Asociación de grupos diocesanos de Colonia, Caritas diocesana de Colonia, Conferencias de Caridad en Alemania (Friburgo-en-Brisgau). Vicentinos (Colonia), Parroquias en Colonia.

Equipo: tres Hijas de la Caridad con voluntarios, un número de los cuales ha sido recrutado y formado por ellas. Colonia es una ciudad de un millón de habitantes que tiene un número creciente de mujeres sin domicilio. Las causas son: huelgas, divorcio, drogadicción, alcoholismo, violencia, etc.

2.2 Mozambique: Personas mayores y abandonadas.

Participantes: Hijas de la Caridad, Sociedad de San Vicente de Paúl, Vicentinos, Juventudes Marianas

Lugar: Barrio pobre de una parroquia: Nossa Senhora do Amparo (Matola)

Contexto Social: guerra civil durante 17 años causando deshumanización y desintegración de la vida familiar, abandonando a los mayores y a los niños de la calle.

2.3 México: Casa para casos de enfermos terminales: hotel de la esperanza.

Participantes: Vicentinos, Hijas de la Caridad, Juventudes Marianas, Voluntarias Vicentinas, Sociedad de San Vicente de Paúl, y Asociación de la Medalla Milagrosa.

Contexto Social: México tiene un gran número de casos de enfermos terminales que tienen que dejar los hospitales por falta de camas disponibles. Se ven obligados a irse a sus casas, pero con frecuencia no son recibidos por sus propias familias ni por la sociedad en general, ya que se les considerar como una carga social.

Objetivo: Asistencia médica, provisión de cobijo, ayuda espiritual

3. ¿Cuáles son los tres retos más importantes para nuestra Congregación en el tercer Milenio?

3.1 Los Nuevos Areópagos: Estos son los nuevos campos donde el evangelio debe ser proclamado, tales como el mundo de comunicaciones, las ciencias naturales, las relaciones internacionales. Todo esto es urgente ya que es misión de la Iglesia tratar de establecer la paz, el desarrollo humano y la liberación de las naciones.

3.2 Nuevos Medios de Comunicación: Hay varios medios muy útiles para la catequesis, la homilética y la doctrina; pero estos medios necesitan ser evangelizados. Los retos, según el P. General y están mencionados en "Evangelii Nuntiandi" y Redemptionis Missio, son:

- Nuevas formas de pobreza: que exigen una revisión de nuestro compromiso, la opción por los pobres.

4. ¿Hay acaso algunos signos estimulantes para nuestra Congregación?

4.1 Un nuevo espíritu misionero: esto es algo manifiesto a la vista de los nuevos esfuerzos realizados por las nuevas misiones internacionales y por los voluntarios para estas misiones, aún para Ruanda.

4.2 Un número creciente de vocaciones en América Latina, África, y Asia, que nos da esperanza de que el espíritu vicenciano en estos continentes llegará a fortalecerse y a refrescarse.

4.3 Una mayor solidaridad con las otras ramas de la familia vicenciana, no solamente en reuniones de oraciones en las fiestas de San Vicente y conmemoraciones de nuestros santos, sino también colaborando juntamente en proyectos comunes.

Trad. Noël Kieken, C.M.