El Padre Gui Tianjue, C.M., Confesor de la Fe en China

EL PADRE GIU TIANJUE, C.M. CONFESOR DE LA FE EN CHINA

Omnis Terra

El P. Gui Tianjue (Joseph Kuei) fué el primer mártir de la diócesis de Yujiang en la Provincia de Jiangxi. La inscripción sobre su tumba dice que murió en Mayo de 1953.

Era misionero de la Congregación de la Misión. Después de ser ordenado sacerdote, estudió durante algún tiempo en Estados Unidos. Antes de 1950 trabajó en una iglesia católica en Fuzhou (siempre en la provincia de Jiangxi). Fundó el colegio de segunda enseñanza “Luz Verdadera” que dirigió durante más de 10 años. El P. Steven Dunker, C.M., americano, era uno de sus compañeros. En 1951 nació el regimén actual. Todos los sacerdotes y los cristianos fueron invitados a adherirse a la Asociación patriótica que creó el Movimiento de la Triple Independencia de la Iglesia, mientras que la policía reunió acusaciones falsas contra el misionero americano, S. Dunker. El P. Gui tomó la defensa de su compañero y rehusó entrar en el Movimiento. Fué arrestado y puesto en prisión (donde se llevó su breviario).

Los cristianos le llevaban todo lo que le era necesario. Él no aceptaba nada más que legumbres. El tiempo pasaba y se fué haciendo cada vez más difícil visitarle. Una vez al mes, las autoridades de la prisión recibían los paquetes que le llevaban los cristianos, pero nunca no se los daban al prisionero. Murió en 1953 y nadie fué autorizado a ver el cadáver. No fué hasta mucho más tarde, cuando los cristianos pudieron encontrarlo en un foso y enterrarlo en el cementerio de la iglesia.

Testimonio de sus alumnos

El P. Gui siguió el ejemplo de Jesús. Vivió pobremente y ayudaba a los pobres. Cuando era profesor del Seminario, vivía con los seminaristas y como los seminaristas. Cuando llevaba los sacramentos a los cristianos, oraba durante el viaje. Siempre encontraba tiempo de hacer el bien a los demás. Conocía un poco la medicina china, lo que le permitía ayudar a los enfermos pobres. Tenía una gran humildad. Con toda su sabiduría, él realizó su apostolado como un sencillo sacerdote.

Los primeros milagros después de su muerte

Durante los diez años que siguieron a su muerte, eran numerosos quienes iban a rezar a su tumba y a recoger los hierbas que allí brotaban. La primera persona que obtuvo un beneficio fué el cristiano Gong. Él había participado en la ceremonia religiosa del entierro del P. Gui. Desde hacía años padecía de una enfermedad estomacal. Bebió la tisana hecha con las hierbas recogidas sobre la tumba del Padre y se curó.

Pero el caso más deslumbrante de curación fué el de un niño de una familia pagana. Tenía fiebre y lloraba día y noche. Desesperada la madre vino a rezar a la tumba del P. Gui y, casi inmediatamente, el niño cesó de llorar y le bajó la fiebre.

El P. Zeng, vicario de la diócesis de Yujiang, también fué curado de un cáncer después de haber bebido la tisana de hierbas recogidas en la tumba del P. Gui en la primavera de 1992. Pero lo más significativo es que, durante más de 40 años, la tumba del P. Gui contituyó un lugar de encuentro para las celebraciones litúrgicas de los cristianos de la dióceis de Yujiang. Con el fin de acabar con esta devoción popular, en el invierno de 1992, el gobierno hizo demoler la tumba del sacerdote.

Numerosos cristianos, que fueron testigos de la profanación, sintieron un perfume delicioso. En la tumba abierta, sólo se encontraron algunos botones de concha, como los que se utilizaban generalmente en los años 50.

Se sabe poco de la vida del P. Gui. Fue descrito por el obispo como: el “mártir de la caridad”.

In “Omnis Terra”, Revista de la Unión Pontifica Misionera, nº 41, Octubre-Diciembre 1994.