Los cohermanos eslovacos en camino dirección Este

LOS COHERMANOS ESLOVACOS EN CAMINO DIRECCIÓN ESTE

por P. Agustín Salinka, C.M.

Cada continente y cada nación tiene su propia historia, su carácter y su disposición especial. Es bien conocido que las naciones eslavas son cordiales y hospitalarias. El pueblo de Rusia y Ucrania es religioso. No es extraño que los comunistas y ateos persiguieran tremendamente estas naciones. A algunos sacerdotes les fue prohibido actuar en público, muchos se vieron obligados a encaminarse hacia la ortodosia Rusa, otros fueron encarcelados o enviados a campos de concentración en Siberia. Las Iglesias fueron cerradas, se suprimieron los altares y órganos, los objetos sagrados fueron profanados. Las iglesias fueron usadas como museos ateos, para exhibiciones agrarias, almacenes, o salones donde se celebraban ceremonias estatales, etc. Si los fieles rezaban o cantaban el día de Navidad delante de las Iglesias clausuradas, eran perseguidos por el servicio secreto y sus hijos eran discrimados en público.

Esta era la situación antes de la entrada de Dios vía Gorbachov y sus reformas. Ahora la Iglesia ha recuperado las iglesias en ruinas o muy deterioradas, pero no hay nadie allí para ofrecer un servicio. La petición del ordinario de Mukachevo (Ucrania) llegó justo en el momento oportuno para dos cohermanos, de nuestra provincia eslovaca, que deseaban ser enviados a misiones. El Superior General, P. Richard Mc Cullen, les encaminó hacia el Este. En 1990 trabajaron en todo el territorio de la región de Transcarpacia en el oeste de Ucrania.

Existen dos zonas pastorales. La primera (cercana a Uzhorod, la capital de Transcarpacia), comprende: Peretchin, capital del distrito, Turja, Remeta, Huta, Onokovce, Zabrodie, Zimerky. La segunda, en los grandes alrededores de la ciudad de Mukatchevo incluye: Velkyj Bereznyj (capital del distrito), Seredne, Dolhoe, Koltshinovo, Klashanovo, Rushnitsa. Desde el año pasado, la pastoral de la primera zona fue encomendada por el ordinario de Mukatchevo a la Congregación de la Misión.

Desde hace mucho tiempo trabajan en estos territorios nuestros cohermanos los PP. Ignatius Matkul_ik, Johannes S_ahni_an y Stanislaus Zont_k. El secretario del Nuncio en Kiev (capital de Ucrania) es el cohermano P. Milan Šášik. Recientemente ejerce su actividad pastoral en un área de unos 500 km. alrededor de Kiev.

En todas estas parroquias se pueden ver los rastros de un largo periodo de ateización. Quienes acuden a la Iglesia son personas mayores o niños, no generaciones medias, ni hombres. Pero quienes asisten a los actos litúrgicos son personas muy abiertas a la palabra de Dios. En las parroquias en las que trabajan religiosas (Hijas de la Caridad y otras) aparentemente tienen más éxito. Las religiosas sirven a los pobres en sus casas y en los hospitales, como catequistas. En algunos casos tienen permiso del ordinario del lugar para celebrar la Liturgia de la Palabra y distribuir la Comunión a los pobres.

En noviembre de 1993, en la ceremonia de la confirmación, Mons. Antonio Franco, nuncio en Ucrania y Administrador Apostólico de la región de Transcarpacia, dijo a los fieles de Peretchin: “Vds. deben respetar a los sacerdotes que vienen de fuera, vienen a Transcarpacia de los países vecinos. Sí, tenemos ya libertad religiosa, pero sin estos sacerdotes, nuestros creyentes no pueden crecer en su vida espiritual y su relación con la Iglesia Católica”.

¿Cúal es la situación de las vocaciones locales? Dios les llama también a nuestra Congregación. En Agosto de 1992 prediqué un retiro en Velki Berezni para jóvenes (unos 20), que venían de parroquias donde están nuestros cohermanos. Después tuvimos un coloquio con unos cuantos participantes que estaban interesados en ir al seminario. Les pregunté qué preferían, estudiar en un seminario diocesano, o entrar en una comunidad religiosa. La respuesta de Vitalij Novak, uno de ellos, fue la siguiente: “Vds. han venido a Ucrania. Vds. proclaman el Evangelio aquí. Nosotros somos su fruto. Queremos entrar en su Congregación de la Misión.”

Recientemente, dos jóvenes de Ucrania, Michael y Anatolij han terminado un año en nuestro Seminario Interno en Košice. Actualmente continuan estudiando en nuestro Seminario Mayor en Bijacovce. Cuatro aspirantes, George, Leonid, Miroslav y Vitalij preparan su exámen final. Viven en St. Vincent's House en Bratislava. Deseamos que maduren y crezcan en sabiduría y prudencia. Que cuando vuelvan a Ucrania y se dirijan hacia el Este como sacerdotes, produzcan buen fruto para la Iglesia y nuestra Congregación.