Diálogo y cooperación con los Musulmanes en Indonesia

DIÁLOGO Y COOPERACIÓN

CON LOS MUSULMANES EN INDONESIA

Por Sor Aloysia Sri Hastuti, H.C.

Sor Christa Sunaryatum, H.C.

El contexto

Indonesia tiene una población de más de 200 millones de habitantes, de los cuales el 80% son musulmanes. Por consiguiente, pueden surgir dificultades cuando los cristianos desean construir iglesias, abrir centros sociales, iniciar proyectos de desarrollo, etc. Existe también la tendencia a hacer del Islam la religión del estado.

El diálogo

A pesar de todo, es posible vivir en armonía y trabajar juntos, por ejemplo, uniendo fuerzas para luchar contra la pobreza e injusticia, implicando a los musulmanes en el trabajo social y educativo y manteniendo relaciones de amistad.

Formas de diálogo y cooperación

La mayoría de nuestras casas están situadas en barrios musulmanes. La gente de estos barrios en su mayoría es pobre. Mencionamos dos comunidades como muestra de cómo se puede trabajar y vivir juntos.

1. La comunidad de Regina Pacis en Surabaya está al servicio de los basureros, que recogen botellas de plástico, bolsas, etc. Empezamos visitando al jefe del barrio y a su personal. Les ofrecimos servicios médicos y sanitarios. Progresivamente fueron aceptándonos. Les ofrecimos también un lugar de culto para los niños y a la hora de la oración les animamos a recitar sus oraciones, así evitamos la impresión de cristianización. En general, intentamos que se sirvan unos a otros, formando grupos de voluntarios. Apoyamos también la regulación de la natalidad, aunque no siempre con éxito. Para superar las dificultades económicas les ayudamos ofreciéndoles créditos y estimulándoles a ahorrar.

2. En Yakarta, en una zona de pescadores, tenemos nuestra comunidad de Rosalía Rendu. Los niños no van al colegio ya que son necesarios para trabajar en su familia. Por eso, nosotras les enseñamos a leer y a escribir en su tiempo libre y ayudamos a las madres a dar a sus familias una comida sana. A veces, sufrimos amenazas por parte de musulmanes de fuera del pueblo, pero hasta el momento hemos podido superar las dificultades.

Desafíos y simpatía

Cuando hemos de enfrentarnos con dificultades, normalmente el mejor modo de resolverlas es intentar mejorar las relaciones personales. Evitamos todo lo que pueda parecer proselitismo, cosa no siempre fácil. En algunas ocasiones, intentamos promover la oración en común y ayudar juntos a las víctimas de las inundaciones y otras calamidades. Esperamos que haciendo esto pueda verse con claridad lo que es la iglesia católica y cómo los católicos se comportan como cristianos. Podemos estar agradecidas de que la gente poco a poco nos va aceptando.