Palabras al final del encuentro

PALABRAS AL FINAL DEL ENCUENTRO

P. José Ignacio Fernández de Mendoza, C.M.

Vicario General

Algunos misioneros de la C.M. propusieron al Padre General la conveniencia de convocar un Encuentro a fin de estudiar las relaciones entre el Cristianismo y el Islam. Ya en la Asamblea General de 1986 habían aparecido algunas alusiones referentes a este tema.

El Padre General asumió esta iniciativa y la sometió a la consideración del Consejo General, llegando a la conclusión de que en las circunstancias actuales era conveniente organizar algo.

En un principio se pensó convocar únicamente a los misioneros de la C.M. Posteriormente pareció conveniente invitar también a las Hijas de la Caridad. Sor Juana Elizondo recibió con agrado la propuesta y decidió que también las Hijas de la Caridad participaran.

Se nombró una comisión compuesta por cinco misioneros, quienes se encargaron de organizar el Encuentro. Se pensó que era conveniente celebrar el Encuentro en un lugar donde conviven cristianos y musulmanes, por ejemplo el Líbano.

Todo lo dicho pertenece al pasado )Qué decir sobre el presente? Hemos celebrado ya el Encuentro en el Líbano y en esta casa de Nuestra Señora del Monte. Hemos participado en el mismo un elevado número de misioneros de la C.M. y de Hijas de la Caridad. También ha asistido una representación de los Laicados Vicencianos. Hemos contado con la presencia de un Patriarca, Su Beatitud Stephanos Ghattas, tres Visitadores y una Visitadora. El Padre General quiso que, a pesar de su actual ausencia de Roma, el P. Víctor Bieler y yo mismo participáramos en este Encuentro.

Durante estos días pasados:

  • Hemos contado con profesores expertos, católicos y musulmanes, que nos han abierto un camino para conocer mejor el Islam y, en particular, nuestra relación pastoral en cuanto Vicencianos con los musulmanes.

  • La comisión ha logrado organizar con acierto y no poco sacrificio la marcha del Encuentro.

  • Hemos intercambiado mutuamente las propias experiencias acerca de nuestra relación con una de las religiones que cuentan con más adeptos en el momento actual.

  • Hemos orado y convivido juntos a medida que el Encuentro se iba desenvolviendo.

  • Hemos conocido varios lugares de este país, Líbano, y de esa manera nos ha sido posible acercarnos a la realidad del mismo.

  • En varios lugares hemos escuchado a líderes cristianos y musulmanes, quienes nos han dicho con sencillez sus propias opiniones sobre la relación entre cristianos y musulmane

  • Hemos visitado algunas casas de los misioneros de la C.M. y de las Hijas de la Caridad. Nos han acogido Aex toto corde@, como a hermanos. Cuenten con nuestro agradecimiento.

  • El Encuentro ha tenido lugar en esta casa de Nuestra Señora del Monte. Se trata de un edificio que reúne óptimas condiciones para esta clase de reuniones.

  • Creo que los resultados del Encuentro son muy positivos. Hemos descubierto un hecho un tanto sorprendente: los misioneros de la C.M. y las Hijas de la Caridad que viven y misionan en contacto con el mundo musulmán son muy numerosos. Hemos recibido informaciones de primera mano sobre la relación entre cristianos y musulmanes. Pero ante todo y sobre todo nuestra sensibilidad personal y de grupo acerca de esta problemática es, después de lo que hemos oído y visto muy distinta que antes del Encuentro.

Para terminar deseo decir brevemente lo que sigue:

El P. Víctor Bieler y yo mismo informaremos al Padre General acerca de cómo se ha desarrollado el Encuentro.

Deseo dar las gracias a todos ustedes por la asistencia y la participación activa a lo largo del Encuentro. Gracias a los profesores que nos han ayudado. Gracias a la comisión formada por los PP. Roberto Lovera, Víctor Bieler, George Bou Jaoudé, Franz Krangler y Jean Landousies. Nuestro agradecimiento también a los traductores y traductoras que día a día han repetido el milagro de Pentecostés. Gracias de modo especial al P. George Bou Jaoudé, Visitador de la Provincia del Medio Oriente, por todo lo que ha hecho en favor de este Encuentro. Para él un aplauso. Cuenten con el agradecimiento de todos nosotros, las Hermanas Maronitas de la Santa Familia y todo el personal colaborador, es decir, los empleados de esta casa.

Concluyo con una sugerencia. A punto de terminar y comenzar un milenio el Cristianismo y el Islam conviven en muchos lugares del mundo. El Concilio Vaticano II abrió las puertas del diálogo inter religioso. Con este Encuentro, que está a punto de terminar, la Familia Vicenciana ha dado un paso adelante. No olvidemos que San Vicente tuvo un gran interés por todo lo relacionado con el Islam. Dada la geografía de la C.M.. y de las Hijas de la Caridad, e incluso de los diversos Laicados Vicencianos, opino que en un próximo futuro se debería convocar de nuevo a la Familia Vicenciana a otro Encuentro, a fin de proseguir la reflexión sobre Cristianismo e Islam y, en particular, sobre nuestro apostolado en medio del mundo musulmán.

En nombre del Padre General os doy las gracias por haber venido y participado en este Encuentro. Os deseo un feliz regreso a vuestros lugares de origen. Gracias por haberme escuchado.