Trabajo de la Provincia de Austria en Turquía

TRABAJO DE LA PROVINCIA DE AUSTRIA EN TURQUÍA

Actualmente se oyen muy diversos puntos de vista sobre los cambios en Turquía. En mi breve testimonio deseo decir unas palabras sobre la presente situación del país. Después señalaré lo que la provincia austríaca está haciendo allí y finalmente añadiré algunos comentarios personales.

  1. Realidad actual

Turquía es un país de 65 millones de habitantes, de los cuáles son cristianos quizás menos de 150.000, un dos por mil. Más del 99% son musulmanes, pero no es un estado islámico, ya que el fundador de la moderna Turquía, Kemal Atatürk, intentó construir una comunidad laica occidentalizada. Abolió muchas formas santas del Islam, empezando con la Sharía y, más o menos, puso la religión en la esfera privada. Mientras en los estados del mundo árabe ocurrían muchas cosas en el contexto de la religión y la nación, en las primeras décadas de este siglo, Atatürk puso algo así como una gran capa de hielo en la vida religiosa del país. Sin embargo, con el desarrollo de la democracia, la religión llegó a ser una herramienta importante para los diversos partidos a fin de atraer votos. Lentamente, desde los años cincuenta se han producido muchos cambios, algunos concretamente después de 1980, cuando los dirigentes militares pensaron que un mayor acento de los valores religiosos y éticos podía ayudar a superar la lucha sangrienta entre la izquierda y la derecha de aquel tiempo.

Como consecuencia, la influencia islámica en diversos campos de la vida pública, como la educación y la justicia, fueron más visibles y, por ello, en los últimos años, los defensores de las reformas de Atartürk, dirigidos por los militares, han intentado deshacer lo realizado lentamente durante décadas. Se puede usar el término "choque de culturas", pero no en el sentido en que lo hace Huntington, ya que no es un choque entre el mundo occidental y el mundo islámico, sino un conflicto interior: los turcos luchan entre sí para responder a la pregunta si su país debe pertenecer a occidente o a la civilización islámica. Nosotros actualmente estamos en medio de esta lucha y nuestro trabajo en la educación está profundamente inmerso en esta cuestión.

Hasta ahora, he desarrollado un resumen my breve que no toca importantes temas como la Unión Europea, la cuestión kurda o la visión política conflictiva del neo-osmanismo (que vuelve la mirada hacia la grandeza del imperio Otomano) o el pan-turquismo (una visión de Turquía desde el mar Adriático hasta la muralla china).

2. La familia vicenciana austríaca en Turquía

El papel de los vicencianos franceses en el Próximo Oriente, después de la supresión de los jesuitas hace 200 años, es bien conocido, pero ¿por qué están tan implicados los austríacos?

Básicamente, nosotros llegamos allí en las últimas décadas del imperio otomano, como actualmente nuestro cohermano filipino en Beirut, a trabajar con el creciente número de trabajadores de habla alemana. Tanto la Congregación de la Misión alemana como las Hijas de la Caridad empezaron su apostolado en el marco de la institución francesa. Sin embargo, desde 1891 San Jorge en Estambul ha sido una casa de la provincia de Austria. Allí floreció una próspera escuela de cohermanos y Hermanas y un importante hospital para los pobres.

Cuando, después de 1918, el trabajo para los obreros de lengua alemana en Turquía comenzó a tener menor importancia y la gran provincia austro-húngara fue dividida en cuatro partes, los superiores provinciales quisieron cerrar esta institución. Los cohermanos que trabajaban en Estambul les convencieron de que el apostolado con los turcos en la nueva república de Atatürk era importante. Después de la segunda guerra mundial, debido a la pequeñez de nuestra provincia, descendió radicalmente el número de cohermanos y Hermanas en el colegio; pudimos, sin embargo, obtener el apoyo del gobierno austríaco y actualmente 50 profesores austríacos de nuestro colegio son enviados y pagados por Austria.

Las Hijas de la Caridad de la provincia de Graz han tenido que cerrar muchas casas en Austria porque el número de vocaciones es casi de cero, pero todavía se envían Hermanas al hospital de Estambul, que actualmente está teniendo una gran renovación con el apoyo de Graz y París. Debido a las dificultades económicas del país, constantemente crece el número de pacientes necesitados, turcos y extranjeros, como los refugiados caldeos de Irak.

Actualmente la educación en Turquía es un campo de batalla entre secularistas e islamistas. Con el fin de evitar que los islamistas puedan influir en los jóvenes estudiantes se unificaron los ocho primeros años de educación y, como consecuencia indirecta, desde el año pasado nosotros sólo podemos recibir estudiantes en la escuela secundaria a los 14 años. Esto tiene, por supuesto, serias consecuencias. Sin embargo, estamos colaborando estrechamente con una asociación de antiguos alumnos quienes, como ciudadanos turcos, tienen el derecho de abrir una nueva escuela primaria. Empezó el pasado mes de septiembre.

Actualmente trabajamos en el colegio cuatro misioneros de la Congregación (tres austríacos y un americano, 3 de los cuales están en la enseñanza), cuatro Hijas de la Caridad y dos miembros de un instituto secular con votos austríaco. Quince Hijas de la Caridad trabajan en el hospital de San Jorge.

3. Algunas observaciones personales

Ya al final de mi primer año de seminario, mi provincial me preguntó si, además de estudiar teología, desearía obtener un título de enseñanza a fin de trabajar más tarde en Estambul. Yo accedí y empecé los estudios, pero cuando el P. James Richardson visitó nuestra provincia en 1970, le pregunté si sería apropiado para un joven misionero vincenciano ser profesor de inglés en una escuela austríaca cuando nuestros cohermanos americanos dejaban tantas instituciones educativas. Yo tenía algunas dudas sobre "evangelizare pauperibus" en una escuela de élite en Turquía donde toda forma de la llamada propaganda religiosa está totalmente prohibida. Él me aconsejó firmemente que fuera a Estambul y allí fui en 1977. Ahora llevo allí 22 años.

Estoy profundamente convencido que este es el lugar apropiado para mí. Ayer, Yves Danjou subrayó la importancia del misterio de la encarnación en la relación de San Vicente con el Islam. Esta es mi base cristiana cuando realizo el trabajo de administración como director de un colegio.

El mundo del Islam es un área tan compleja que nos lanza muchos interrogantes de cara al próximo siglo. Quizás busquemos nuevos caminos de encuentro dentro de diez años, como actualmente estamos haciendo con China.

Si, por circunstancias históricas extrañas, existiesen posibilidades -incluso posibilidades limitadas- no debiéramos desaprovecharlas. Por el contrario, debemos buscar nuevas oportunidades, -menciono solamente el trabajo en favor de los refugiados cristianos en Estambul de la Sociedad de San Vicente de Paúl- y desarrollarlas.

Esta es la razón por la que, cuando hace cinco años fui nombrado Visitador, en mi provincia decidimos que yo debía permanecer en Estambul. Hasta ahora se ha demostrado que es posible, subrayando con ello la importancia del trabajo con los musulmanes en nuestra pequeña provincia.

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