Carta sobre la reunión de responsables de las principales ramas de la Familia Vicenciana en París (22 de febrero de 1998)

Roma, 22 de febrero de 1998

A los miembros de la Congregación de la Misión de todo el mundo

Mis muy queridos hermanos:

La gracia del Señor sea siempre con vosotros.

Hoy les escribo para informarles sobre la 4ª reunión de los responsables de algunas de las ramas principales de nuestra Familia Vicenciana. Esta vez se unieron por primera vez los representantes de la Asociación de la Medalla Milagrosa y de los Religiosos de San Vicente de Paúl. Estuvieron presentes en la reunión: la Madre General de las Hijas de la Caridad, Sor Juana Elizondo y Sor Terezinha Remonatto, Asistenta General; la Presidenta de la Asociación Internacional de Caridades, Dña. Patricia Palacios de Nava con Dña. Mauricette Borloo, Vice-presidenta y Dña. Marianne Chevalier, Secretaria General; el Presidente de la Sociedad de San Vicente de Paúl, Don César Augusto Nunes Viana con Don Amin A. de Tarrazi, Vice-Presidente, Don Gerry Martin, Vice-Presidente y Don Erich Schmitz; por los grupos de Juventud Mariana Vicenciana la Srta. Edurne Urdampilleta de España y la Srta. Isabelle Saint-Gérand de Francia; por la Asociación de la Medalla Milagrosa el P. Charles Shelby de San Luis, Estados Unidos; por los Religiosos de San Vicente de Paúl el P. Yvon Laroche, Superior General y el P. Tito Marega, Vicario General. El P. Lauro Palú, Asistente General, y yo representamos a la Congregación de la Misión.

Los objetivos de esta reunión fueron: 1) intercambiar información sobre las actividades de los diversos grupos; 2) estudiar la forma en que podemos ayudarnos unos a otros en la formación inicial y permanente; 3) buscar más modos de trabajar unidos con y por los pobres. La agenda incluía 15 puntos. Aquí trataré sólo algunos de los más importantes.

1.Empleamos la mayor parte de la primera mañana intercambiando información sobre los principales acontecimientos del pasado año y conociendo a los nuevos participantes de este encuentro. Como acabábamos de concluir una reunión con los responsables de algunas de las mayores ramas de la Asociación de la Medalla Milagrosa en el mundo, el P. Shelby pudo informar sobre la vida y actividades de la Asociación. El P. Yvon Laroche refirió la historia de los Religiosos de San Vicente de Paúl fundados en 1845 por Jean-León Le Prevost que fue uno de los primeros compañeros de Ozanam. Hablamos también de la reciente Asamblea General de las Hijas de la Caridad en la que los miembros de la AIC participaron activamente. También tratamos de la beatificación de Federico Ozanam el pasado mes de Agosto en París y de la Jornada Mundial de la Juventud durante la cual 2.400 miembros de nuestros grupos de Juventud Mariana Vicenciana, procedentes de 48 países, se reunieron durante una semana, alojándose en tiendas en Villebón. Hablamos de nuestras nuevas misiones en Siberia y Ruanda, así como de la decisión de la Congregación de conseguir una representación en las Naciones Unidas como organización no gubernamental (ONG), a fin de hacer oír nuestra voz en temas sociales de importancia como la pobreza, el hambre, la educación, la salud y los derechos humanos.

Mirando hacia el futuro, hablamos de la preparación y planificación de las próximas asambleas generales de las diversas ramas e intercambiamos invitaciones:

La Asamblea General de la Congregación de la Misión que tendrá lugar del 6 al 31 de Julio de 1998 y cuyo tema es "La Familia Vicenciana en el Mundo y los desafíos de la Misión en el Tercer Milenio"

La Asamblea de Delegadas de la AIC que tendrá lugar en Querétaro, México del 9 al 15 de Noviembre de 1998 y cuyo tema es "AIC 1998: Frente al Tercer Milenio —un desafío, un compromiso, una esperanza".

La Asamblea General de la Sociedad de San Vicente de Paúl que tendrá lugar en Fátima del 26 al 29 de Noviembre de 1998 y cuyo tema es "La Sociedad de San Vicente de Paúl después del año 2000 y de la beatificación de Federico Ozanam".

La primera Asamblea General oficial de los grupos de Juventudes Marianas Vicencianas, prevista para el año 2000 en Roma, después de la aprobación de sus Estatutos Internacionales.

2. Reflexionamos sobre el borrador de un documento preparado por la AIC sobre la función de los asesores (capellanes, consiliarios). Éstos son con frecuencia sacerdotes de la Misión o Hijas de la Caridad pero, a veces, son también sacerdotes diocesanos o seglares cualificados. El próximo mes de Noviembre, en la Asamblea General de AIC, se reflexionará de nuevo sobre este documento. Después, basándonos en el mismo, podremos redactar un documento sobre esta función similar al de los asesores de otros grupos laicos Vicencianos.

3.Cada uno de nosotros presentó lo que actualmente estamos haciendo en la formación inicial y permanente de nuestros miembros. De este intercambio surgieron algunas propuestas: 1) la preparación de un trabajo centrado en las figuras importantes de la historia de la Familia Vicenciana, con breves monografías sobre su pensamiento y su contribución original a la actividad pastoral misionera de la Iglesia; 2) la organización de un congreso en el año 2000 sobre la espiritualidad Vicenciana; 3) escribir un libro sobre la espiritualidad laica Vicenciana, que tendrá como punto de partida muchos de los escritos que ya existen, pero que se centrará en cómo puede encarnarse nuestra herencia Vicenciana en las vidas de los laicos, hombres y mujeres, desde los jóvenes hasta los miembros adultos.

4.Para esta reunión, habíamos preparado la descripción de proyectos en los que las diversas ramas unidas sirven a los pobres en todos los continentes. Reflexionamos ampliamente sobre ello y decidimos publicar siete de esos proyectos como ejemplos que puedan estimular otras iniciativas similares. Estos proyectos se llevan a cabo en Payatas (Filipinas), Fianarontsoa (Madagascar), México (Distrito Federal), Génova (Italia), Colonia (Alemania), Madrid (España) y Matola (Mozambique). Dichos proyectos son para los más pobres de los pobres y han recibido ayuda financiera de diversas entidades. Esperamos que otros proyectos similares puedan ser organizados, en colaboración, por las diversas ramas de nuestra Familia en el mundo. Pronto podrán Vds. ver más información en Vicentiana, los Ecos de la Compañía, el boletín de AIC, el boletín de la Sociedad de San Vicente de Paúl, etc.

5.En la reunión tratamos muchos asuntos, incluido la evaluación del día anual de oración el 27 de Septiembre. Todos indicaron que en ese día había habido una participación muy activa y creativa incluyendo, no sólo los miembros de nuestras diversas ramas, sino también a los pobres. Además, evaluamos la implementación de las conclusiones de nuestras reuniones anteriores y fijamos la fecha de nuestra próxima reunión para el 14-16 de Enero de 1999.

En conclusión, deseo decirles simplemente esto: Durante los últimos años, hemos desarrollado un mayor conocimiento de nuestra Familia Vicenciana. Al mismo tiempo que nos hemos esforzado por fomentar los carismas de cada grupo de la familia, hemos buscado también estrechar los lazos de unión orando juntos, cooperando en programas de formación, y colaborando en trabajos apostólicos. En la reunión, todos éramos conscientes de que el tercer milenio nos desafía a continuar creando una "red" de obras y a buscar más caminos para canalizar juntos nuestras energías al servicio de los pobres. Espero que nuestra próxima Asamblea General nos permita concretizar más objetivos por los que los miembros de nuestra familia puedan ayudarse a crecer como siervos de los pobres. En este "Año del Espíritu Santo" me uno a su oración para obtener una más profunda participación en el fuego del amor de Dios.

Su hermano en San Vicente.

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General