Carta sobre el Encuentro de Ecónomos Provinciales (20-12-2002)

Roma, 20 de diciembre de 2002

A los Visitadores de la Congregación de la Misión

Mis queridos hermanos:

¡La gracia de nuestro Señor esté siempre con ustedes!

Como saben, el mes pasado los ecónomos provinciales participaron, en Roma, en un encuentro de una semana de duración. Estuve con ellos en diversos momentos de la semana y noté que existía un profundo espíritu de fraternidad. Oí también comentarios muy positivos sobre las conferencias y los diálogos de grupo. Durante el encuentro, surgieron un número de sugerencias concretas. Ahora acabo de dialogarlas con el Ecónomo General y con los miembros del Consejo General.

Me alegro mucho de que hayamos podido ofrecer esta experiencia de formación permanente y espero que dé mucho fruto en la administración de los bienes de su provincia y también en sus planes de futuro. Les animo a continuar buscando otros programas de formación permanente para su ecónomo provincial. También les urjo a preparar ecónomos para el futuro, tanto en el ámbito provincial como en el local. A la vista de las evaluaciones positivas de este encuentro, preveo que continuarán celebrándose parecidos encuentros de todos los Ecónomos Provinciales una vez cada seis años más o menos.

El año pasado el Ecónomo General envió un cuestionario a todos los ecónomos provinciales. En él les preguntaba si creían que podría ser útil tener encuentros continentales de ecónomos provinciales en los años que median desde un encuentro internacional a otro. La respuesta mayoritaria fue que tales encuentros serían beneficiosos. En el encuentro de mes pasado, los ecónomos reafirmaron esta propuesta. Tras hablar con los miembros del Consejo General y con el Ecónomo General, también yo estoy de acuerdo con dicha propuesta y quiero pedirles que faciliten su cumplimiento. Los encuentros continentales (en paralelismo con las regiones que abarcan las cinco Conferencias de Visitadores) permitirán a los ecónomos tratar preocupaciones y cuestiones económicas regionales de una manera que no se llega a hacer en un encuentro internacional de todos los ecónomos de la Congregación.

Mientras estuvieron en Roma, los ecónomos se reunieron en grupos continentales y comenzaron a estudiar posibilidades concretas sobre cuándo, dónde y cómo se podrían tener dichos encuentros en los próximos años. Yo coincidía con ellos en que uno de los ecónomos provinciales de cada región se pondrá en contacto con el Presidente de cada Conferencia de Visitadores para informarles a ustedes sobre este tema. Les ruego tengan la bondad, en su Conferencia de Visitadores, de ayudar a poner en marcha la preparación de un próximo encuentro continental de Ecónomos Provinciales: en concreto, nombrando un cohermano o una pequeña comisión para comenzar a organizar dicho encuentro (en coordinación con el calendario del Ecónomo General), manifestando su opinión sobre los temas que debieran tratarse y asegurando la participación en dicho encuentro de su Ecónomo Provincial.

Espero que estos esfuerzos nos ayuden a continuar administrando bien los bienes que se nos han confiado, bienes que son patrimonio de los pobres.

Su hermano en San Vicente,

0x08 graphic

Robert P. Maloney, C.M.

Superior General