El 1 de febrero de 2018, el Superior General de la Congregación de la Misión, P. Tomaž Mavrič, C.M., 25º Sucesor de San Vicente de Paúl, envió una carta a los Superiores y Líderes de las ramas vicencianas, así como a los consejos nacionales y líderes regionales de la Familia Vicenciana.

Estimados miembros de la Familia Vicentina:

¡Que la gracia y la paz de Jesús estén siempre con nosotros!

Entre las múltiples lecciones que aprendimos, en la celebración del recién finalizado Año Jubilar, se encuentra la certeza de encontrarnos bendecidos con una gran variedad de dones, al servicio de los demás. El Espíritu Santo ha derramado abundantes bendiciones sobre cada uno de nosotros; sobre nuestras Ramas; y sobre todo el Movimiento, que supone, nuestra Familia Vicentina.

1o de Febrero del 2018.

Estos dones no se nos han otorgado para que los desperdiciemos o escondamos en nosotros mismos. Se nos han confiado, para brindar un mejor servicio a favor de los pobres: para construir con ellos el Cuerpo de Cristo y el Reinado de Dios. Además, se nos han entregado, como Vicentinos, a favor de la vida de los preferidos ante la mirada de Jesús: quienes viven en la pobreza, en las periferias, en el abandono y en la soledad.

Este año, el Espíritu Santo nos ha vuelto a enseñar: que nada de lo que podemos hacer unidos como familia, debe ser realizado en solitario. Esta no es una simple teoría. Configura una máxima apostólica, a lo largo de nuestro ministerio, en nuestro diario peregrinar.

Todo ello se concretiza y repercute directamente en nuestra capacidad de trabajo conjunto, como Vicentinos, sobretodo a nivel local y nacional.

Es por ello que quiero invitarles, junto con los restantes miembros del Comité Ejecutivo de la Familia Vicentina, a que en todos los países en donde se encuentre presente la Familia Vicentina, pueda existir un Consejo Nacional (Estructura de coordinación) que favorezca el crecimiento e incidencia, de sus miembros y obras, en su región.

Hemos pedido el apoyo de la Oficina Internacional de la Familia Vicentina para que puedan asistirles en cada uno de los países. En los lugares en donde ya exista el Consejo Nacional, por favor fortalezcan su incidencia y compromiso en Colaboración. En aquellos países que aún no lo tengan, la Oficina (VFO) estará al servicio de ustedes, para la configuración inmediata del mismo.

Somos conscientes que cada país es diferente y posee sus propias realidades o necesidades. No estamos buscando un enfoque único para todos. Sabemos que la inactividad o inercia no constituyen el camino correcto. Como Vicentinos el Espíritu de Colaboración configura nuestro propio ADN. Sin un camino concreto para el trabajo conjunto, como Familia Vicentina, los pobres se verán privados de los frutos de nuestros mejores esfuerzos. Y de la misma manera, nunca podríamos llegar a expresar que hemos utilizado, con plenitud, los dones que el Señor nos ha sabido confiar.

Gracias por todo lo que hacen en favor de nuestro testimonio y compromiso, como Familia Vicentina, en cada uno de los rincones de nuestra tierra.

Su hermano en San Vicente,

P. Tomaž Mavrič, CM
President, Vincentian Family Executive Committee

Carta para los Consejos Nacionales 2-2018 SP