Durante la celebración de la clausura del Festival de Cine, Dios todavía nos recordó nuestra misión y la de todos los católicos que responden a la llamada: quien quiera ser grande entre ustedes, sea siervo.
Somos misioneros al servicio de los pobres, y es nuestro deber dar a conocer esta vocación a los jóvenes, para que cada miembro de la familia vicenciana sea llamado a ser llamado.
El Papa Francisco, en la Jornada Misionera, ha pedido a los jóvenes que lleven el Evangelio a todo el mundo. El Evangelio es amor, el amor es caridad que se convierte en acción y con estas palabras, el Papa está promoviendo la Globalización de la Caridad, como lo hicimos en estos días con el festival de cine y ayer con el evento artístico en la Auditorio de la Conciliación.
Cualquiera que sea la vocación de los jóvenes, laicos o sacerdotales, es esencial que traiga a Jesús al mundo y para ayudar a estos jóvenes, debemos crear entornos positivos en los que puedan decir “sí” libremente.