El 9 de diciembre de 2018 fue un día de encuentro, celebración y compartir fraterno para los estudiantes misioneros vicentinos en Roma, quienes invitados a visitar la Curia General. 

Acogidos por los miembros de la comunidad de la Curia general, unos 20 estudiantes de 13 provincias de la Congregación para la Misión que estaban presentes comenzaron la reunión de la mañana, con la palabra de bienvenida de parte del Superior General, P. Tomaž Mavrič, CM, quien destacó la riqueza intercultural e internacional del encuentro y la importancia de las especializaciones en estudios teológicos y filosóficos para el desarrollo de la misión en los lugares a los que todos acudieron. 

Inmediatamente después de la presentación de los participantes del encuentro, tanto los cohermanos estudiantes como los miembros de la Curia General, compartieron en pequeños grupos, guiados por algunas preguntas presentadas al Padre Miles Heinen,  cmla forma en que expresamos la cultura de nuestra región, nación y provincia, viviendo en la internacionalidad de la Congregación de la Misión. 

El compartir fue muy rico y reveló múltiples puntos de vista, indicando lo que somos, las diferencias, valores y dificultades que encontramos en el encuentro con las diferentes culturas y formas de vivir la fe y la vida cotidiana. 

Un buen momento de la reunión fue la celebración de la Eucaristía, presidida por el Superior General, P. Tomaž, y concelebrada por todos los presentes. En la homilía se el Superior General invitó a intensificar, especialmente en este tiempo de Adviento, pero también de manera continua a lo largo de la vida, como indican las Constituciones y Estatutos, la oración personal y la meditación, durante no menos de 30 minutos al día. La frase siempre recordada de San Vicente, “Dadme un hombre de oración y será capaz de todo”, deja claro que el valor y la alegría en nuestro apostolado y misión provienen de la oración y la meditación, realizadas según el método que el mismo San Vicente de Paúl nos expuso, adaptándolo al recibido de San Francisco de Sales. Además, no olvidemos nunca la importancia de tener la Sagrada Escritura presente en nuestra meditación y oración, incluyendo las lecturas de la liturgia del día. 

La comunión celebrada en la Eucaristía fue confirmada en la mesa fraterna, con nuestro encuentro para un aperitivo y un muy buen almuerzo, un espacio para el diálogo y la fraternidad. 

Demos gracias a Dios por este día edificante y también al Superior General y a toda la comunidad de la Curia General por su invitación y aceptación!

Pe. Eliézer Okonosky CM

Provincia de Curitiba