En el año 1930, en torno a la celebración de los 100 años de las apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré, la devoción a la Medalla Milagrosa estaba bastante difundida en la ciudad de Buenos Aires. Por esa época comenzó a hablarse de la necesidad de que hubiese en la ciudad un templo dedicado a dicha advocación mariana.

Las Hijas de María, y las Hijas de la Caridad tuvieron mucho que ver en la tarea de recaudar los fondos para la construcción del templo, que se completaron con la donación de la señora Adelia Arilaos de Olmos, marquesa pontificia e importante mecenas de la época.

El 22 de noviembre de 1941 fue inaugurado el templo, que es de estilo neo-románico y que cuenta con más de 150 vitrales elaborados por el artista catalán Antonio Estruch. Una gran imagen de la Virgen Milagrosa corona la cúpula que se eleva a más de 50 metros de altura, desde donde parece bendecir y proteger a toda la ciudad de Buenos Aires. Por quedar ubicado junto a una de las principales autopistas de acceso a la ciudad, el templo goza de una visibilidad privilegiada para la gran cantidad de pasajeros que diariamente pasan por esa vía. Son muchos los que desde allí la saludan y se encomiendan a la protección de la Virgen.

Desde el comienzo, muchos peregrinos acuden constantemente a pedir o a agradecer los favores recibidos por intercesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa, por tal motivo nuestro templo se fue configurando, no solo como sede parroquial sino con las características propias de un Santuario. Aunque recién en el año 1982 fue declarado oficialmente “santuario” por la arquidiócesis de Buenos Aires. Entre los ministerios que los misioneros vicentinos desarrollamos en el templo, se destaca la celebración del sacramento de la reconciliación, el santuario es un lugar de gracia en el que muchos peregrinos se acercan a confesarse, también a pedir bendiciones o simplemente a dialogar con un sacerdote. Si bien la cantidad de peregrinos que acuden al santuario aumenta significativamente el día 27 de cada mes, el día de la fiesta patronal, 27 de noviembre, la concurrencia es masiva. Ese día se realiza una procesión multitudinaria alrededor del parque ubicado frente al templo y durante todo el día se celebran misas y confesiones. Tanto en el ámbito familiar, como también en el de la salud, y el trabajo, son incontables los testimonios de milagros relatados por los peregrinos que vienen a agradecer a la Virgen.

En relación a la vida parroquial, los distintos movimientos e instituciones acompañados por los sacerdotes misioneros se encargan de la animación de la liturgia, el anuncio del evangelio y la atención de los más necesitados desde la vivencia del carisma vicentino.

Acompañamos también desde la comunidad al “Instituto Medalla Milagrosa”, que cuenta con casi mil alumnos en tres niveles: inicial, primario y secundario.

Como cada año, nos preparamos este mes de noviembre para celebrar la novena y la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, a ella encomendamos esta obra y los frutos de nuestro trabajo misionero.

Sergio Plana, CM
Para conocer más el santuario
visitar: www.medallamilagrosa.org.ar