Queridos familiares y amigos, durante ya varios meses la pandemia mundial del coronavirus ha perturbado gravemente la vida de todo el mundo, la suya y la nuestra. Esta pandemia llegó a Madagascar el 19 de marzo paralizando la vida del país. Pero como en Francia, nos estamos encaminando hacia una desconfinación progresiva. Sin embargo, las áreas infectadas permanecen activas y son motivo de preocupación para el futuro. Les envío esta Piragua excepcional (la siguiente normalmente debería aparecer en septiembre) para comunicarles nuestras noticias. En Tanjomoha todos tenemos buena salud y le agradecemos al Señor por eso. No obstante nuestra vida diaria se ha visto significativamente afectada haciendo que nuestra actividad sea más intensa, tal como les explicaré.
La “Isla Grande” se vio afectada por esta crisis de salud global pero también por lo que yo llamo “efectos colaterales” y que por cierto han sido graves. La pobreza ha aumentado y esto debido especialmente a las restricciones del tráfico. Vale anotar que también ha habido otras enfermedades. Nuestro dispensario ha recibido pacientes muy pobres y en grandes cantidades. Tuvimos que cuidarlos de forma gratuita y eso resultó en sobrecostos significativos para nosotros. Además, debido al cierre de las escuelas, hemos recibido menos ingresos por concepto de matrículas en nuestras escuelas de San Pablo y San Lucas y del ESIGAT. Estos ingresos, aunque modestos, siempre han representado una suma significativa. Aunque el déficit es claro, debemos continuar con el pago de los maestros, y esto, de manera continua. También les contaré la manera cómo nos hemos ido involucrando de modo concreto en la prevención de la enfermedad. Las donaciones para Tanjomoha a principios de año habían disminuido considerablemente. De facto, noté con gran preocupación que los recursos en nuestra cuenta del Servicio para las Misiones de París habían caído en un 75% en comparación con años anteriores en el mismo periodo. Por supuesto que esta caída se debió al encierro, cuando todos quedamos varados en nuestras casas. Gracias al desconfinamiento autorizado las donaciones han regresado, cosa que les agradezco infinitamente. Sin embargo, a pesar de estas donaciones, aún no hemos alcanzado el balance con respecto a los años anteriores. Es por eso que apelo a su generosidad teniendo en cuenta que nuestros rubros por conceptos de salud y educación han sido mayores. Gracias al Internet hemos podido seguir, día a día, el progreso de la pandemia en Francia y en todo el mundo. Este grave peligro que se cierne sobre el mundo y con el duro encierro que siguió ha cambiado profundamente nuestra vida cotidiana. Seguramente entre ustedes también haya habido personas enfermas por quienes esperamos se hayan recuperado satisfactoriamente. Incluso, pudo haber habido muertes entre sus seres queridos. Muchas personas han muerto en hospitales o en asilos en absoluta soledad sin que las familias hayan podido visitarlas o verlas después de muertas. Los entierros se han hecho en la más estricta intimidad. Todo esto ha constituido una gran prueba para muchas familias. Tengan la seguridad de que pensamos mucho en ustedes y les aseguramos nuestra oración. Esperamos que ahora estemos al final del túnel.
La situación en la isla
El Covid-19 llegó a Antananarivo, Madagascar, a mediados de marzo en un avión proveniente de Francia con tres casos positivos a bordo, según anunció el presidente de Madagascar, el Sr. Andry Rajoelina. Los enfermos y los sospechosos fueron puestos en cuarentena de inmediato. El Presidente declaró un “estado de emergencia sanitario” en todo el territorio nacional, renovándolo cada dos semanas, esto con el fin de limitar la propagación del virus. Esta medida significaba:
• La prohibición de toda aglomeración de personas y como consecuencia el cierre de las escuelas y de las iglesias.
• La prohibición de circulación con cierre de los aeropuertos y las autopistas principales.
• La obligación de usar un tapabocas en público.
Ciertas ciudades como Antananarivo, Fianarantsoa y Tamatave se encontraron en estado de confinación, al menos teóricamente, porque resultó casi imposible controlar las grandes turbas, especialmente los más pobres y desempleados, quienes necesariamente deben salir para encontrar algún medio de sustento.
La situación en la región de Vohipeno
Hasta el momento no se ha detectado ningún caso positivo en Vohipeno. Solo ha habido tres casos sospechosos los cuales, después de la prueba, resultaron negativos. No estuvimos sujetos al confinamiento total sino solo a la prohibición de movilidad especialmente entre las grandes ciudades, a las aglomeraciones masivas y al mandato de usar el tapabocas. Esto significó el cierre inmediato de escuelas e iglesias. Así que de inmediato cerramos todos nuestros centros educativos y enviamos a nuestros residentes a casa, antes de que las carreteras fueran bloqueadas. Pero todos los enfermos se quedaron. Incluso nuestro dispensario ha visto un aumento en la asistencia al igual que todos nuestros centros de tratamiento – para tuberculosis, para personas con enfermedades mentales, para niños desnutridos, enfermos y pobres -. Estos centros han funcionado normalmente.
Tuvimos que interrumpir las celebraciones en nuestra iglesia de Tanjomoha celebrando misas en pequeños grupos en la capilla privada de las Hermanas durante 5 o 6 semanas. ¡Incluso en Semana Santa (!). Los voluntarios estaban encantados porque la misa era en francés.
Pero a mediados de abril el gobierno autorizó las clases para los grados 7º y 3º. Esas clases debían ser por la mañana usando el tapabocas, respetando la distancia de un metro entre un estudiante y otro y el lavado de manos con jabón antes de entrar a clase.
Aquí en Tanjomoha, recordamos de inmediato a todos nuestros estudiantes afectados, incluidos los del tercer año de las escuelas de costura y carpintería, así como a los estudiantes del segundo año de ESIGAT (informática y gestión).
Asimismo, los lugares de culto fueron autorizados a reabrir sus puertas para los fieles, respetando las mismas condiciones que para los alumnos en las escuelas. Hemos pasado a dos misas dominicales en Tanjomoha para respetar el metro de distancia reglamentario.
Tanjomoha se ha comprometido con la prevención del contagio a través de la fabricación más de 65.500 tapabocas
Una de las principales medidas de prevención decididas por el gobierno ha sido la obligatoriedad de usar el tapabocas en lugares públicos. Ciertamente fue una medida inteligente para limitar la propagación de la enfermedad. Pero había pocos tapabocas disponibles en el país y además eran costosos para los pobres, que por cierto son la mayoría.
Por eso, cuando me enteré del proyecto “500.000 tapabocas para Madagascar”, lanzado por nuestro amigo, el Dr. Bruno Buttin de AMM (Alianza y Misiones Médicas), que tenía como objeto subsidiar la realización de tapabocas en gran número para Madagascar y distribuirlos gratuitamente a la población, pedí unirme a esta bella iniciativa.
La AMM, a través del Sr. Luc Ronssin, director del “Relais” en Fianarantsoa, nos proporcionó de forma gratuita los materiales (telas, elásticos, hilo de coser). Para financiar los salarios de los modistas recaudamos fondos a través de la Asociación Francia-Tanjomoha.
Primero fabricamos un primer lote de más de 30.900 tapabocas con 25 modistas de Vohipeno, casi todas eran personas en condición de discapacidad y formadas en nuestra escuela de costura en Tanjomoha. Dos semanas después, lanzamos un segundo lote casi en número similar al primer lote, para completar un total de 60.844 tapabocas fabricados en Tanjomoha y distribuidos rápidamente, sin costo alguno. Ahora estamos a punto de lanzar un tercer lote de 4.700 tapabocas para responder a una solicitud proveniente de Mananjara, un pequeño pueblo costero situado a 150 Km al norte de Vohipeno. Con estos se completará un gran total de más de 65.500 tapabocas producidos aquí en Tanjomoha.
Nuestros modistas quedaron encantados con esta iniciativa porque ganaron buenos salarios mientras estábamos en un período de “escasez” (estamos esperando la cosecha de arroz pero la gente tiene poca comida y poco dinero) que hace más difícil encontrar trabajos de costura. Además, recibían un buen plato de comida a la hora del almuerzo y nuestro vehículo estuvo disponible para recoger y reconducir a quienes viven en la ciudad.
¿A quienes se les ha distribuido estos tapabocas?
• A las escuelas públicas y privadas de la región, incluidas las organizaciones públicas (rectorado de la academia) y privadas (DIDEC para la educación católica).
• A los centros de salud públicos y privados a través del Inspector del Distrito Médico.
• A la policía, gendarmes y personal administrativo, incluido el Jefe de Distrito.
• A las iglesias católicas y protestantes de la región, sin distinción, con una visión ecuménica.
• A las diferentes comunas comenzando por el Jefe de Distrito y los alcaldes, así como a la prisión de Manakara.
• Y, por supuesto, también nos hemos ocupado de todas las necesidades internas del Hogar Tanjomoha.
Los tapabocas se iban casi tan rápido como se fabricaban, ¿había tanta demanda? enorme. Esperamos que esto haya ayudado a mitigar la propagación de la enfermedad.
“Efectos colaterales” del COVID-19.
Desde mediados de marzo toda la atención de las autoridades se ha centrado en la lucha contra el coronavirus, que de hecho representa una grave amenaza para la salud pública. Pero, de repente, USAID, que distribuía gratuitamente el ACT, principal medicamento contra el paludismo dejó de hacerlo para enfocarse en la lucha contra el Covid-19.
Como resultado, el ACT comenzó rápidamente a escasear en todos los centros de salud de la isla, en las farmacias e incluso en los centros de acopio farmacéuticos. Hemos tenido que pasar al uso de la quinina, que es un medicamento anticuado con muchos efectos secundarios, a veces graves, pero que también ha escaseado. Luego usamos un medicamento indicado para la prevención simple del paludismo en mujeres embarazadas…
Las medicinas, aunque inadecuadas, se habían venido cobrando, mientras que el ACT había sido gratuito. Y para empeorar las cosas, ya no se encontraban ni mosquiteros en toda la región. Por consiguiente, debido al mucho calor y a la humedad, los casos de paludismo fueron especialmente numerosos… y también los muertos.
Desde marzo hasta mediados de mayo es la temporada de escasez anual, cuando la pobreza se hace más aguda. La miseria ha sido especialmente grande este año. Tanto así que veíamos largas filas de pacientes con paludismo y otras enfermedades llegando a nuestra clínica, y que tuvimos que recibir de forma gratuita y tratarlos de la mejor manera posible comprando grandes cantidades de medicamentos a un costo bastante alto. Afortunadamente para nosotros, la Sra. Rose Bruchet, varada en Tanjomoha, por no encontrar un avión para regresar a Francia, ha reforzado útilmente nuestro dispensario sobrecargado de demandas. De hecho, el paludismo ha demostrado ser una enfermedad mucho más mortal que el coronavirus. Hace poco leí en un sitio web que las muertes por malaria en África habrían pasado de 500.000 a 700.000 este año, lo que yo llamo “efecto colateral” del Coronavirus.
Además, como muchos pobres ya no podían ir libremente al mercado de Vohipeno para vender o para comprar sus productos y así encontrar un poco de dinero para el sustento, hemos visto crecer la miseria. Y muchos pobres yacían en nuestra puerta pidiendo una ayuda que no podíamos rechazar.
¿Dónde estamos ahora con el Coronavirus?
Balance oficial a 22 de junio del 2020. Las cifras deben tomarse con precaución ya que podrían subestimarse, como en muchos otros países. Desde el comienzo de la epidemia ha habido 1.596 casos confirmados con tendencia a la alza en la última semana (+ 300 casos). 929 pacientes están en tratamiento 9 de los cuales están en estado grave. Se han realizado aproximadamente 18.000 pruebas PCR. En total, solo 14 personas murieron como resultado de Covid-19, incluidas tres la semana pasada. Esta cifra probablemente podría estar subvalorada ya que no cuenta a los que murieron sin haber estado hospitalizados. Pero en general, la epidemia sigue siendo modesta aquí en el país comparado con lo que acontece en muchos otros países. Sin embargo, todavía hay brotes localizados muy activos que incluso se han recrudecido desde la semana pasada.
Desconfinamiento progresivo
Debido a que la enfermedad sigue limitada a ciertas regiones del país, la mayoría de las cuales se salvaron, el presidente Rajoelina anunció el 14 de junio que la epidemia está bajo control, y enfatizó que se ha mantenido en la etapa I (focos localizados), y que podemos comenzar una desconfinación gradual del país, con la excepción de los lugares donde el virus todavía está desenfrenado, es decir, las regiones de Antananarivo y Tamatave. Por tanto, una gran parte del territorio malgache puede reanudar gradualmente el curso normal de la vida.
El distrito de Vohipeno también puede entrar en una desconfinación progresiva, respetando las normas de seguridad vigentes, en particular el uso del tapabocas. Nuestras escuelas están recibiendo, a medio tiempo, a los estudiantes quienes están felices de reanudar sus clases.
En conclusión
Esperamos que lo peor haya pasado tanto en Francia como en Madagascar y en todo el mundo y que pronto se supere este triste episodio del Covid-19. De todos modos, la OMS no es optimista y anuncia un probable resurgimiento de la pandemia, a nivel mundial, en los próximos meses. El futuro lo dirá. Seamos cuidadosos. Los saludo cordialmente, queridos padres y amigos, deseándoles buena salud y también que puedan tomar unas pequeñas vacaciones y descansar de verdad este verano.
P. Emeric Amyot d’Inville
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