San Fele (PZ), 09 de octubre de 2020. Fue recordado en la pequeña ciudad de Lucania donde hace 220 años vino al mundo Giustino De Jacobis, “hombre de diálogo y tejedor de la fraternidad”. La iniciativa tenía como objetivo inaugurar el Octubre misionero en Basilicata señalando, por ejemplo, al formidable misionero lazarista, hijo y discípulo de San Vicente de Paúl. Nacido en San Fele el 9 de octubre de 1800, partió hacia Etiopía en mayo de 1839 con la responsabilidad de Prefecto Apostólico. Se convirtió en Obispo y Vicario Apostólico en 1847, y para los pueblos indígenas fue Abuna Jacob Maryam (Padre Jacob de la Virgen María). San Pablo VI en la homilía de la canonización (26 de octubre de 1975) lo llamó “Padre de la Iglesia de Etiopía”. De Jacobis comprendió claramente y antes de su tiempo (¡200 años después del Concilio Vaticano II!) la importancia de un diálogo constructivo con los cristianos coptos nativos, pero también con todas las realidades confesionales y religiosas presentes en ese momento en el vasto territorio de la meseta etíope.

El evento comenzó a las 16.30 horas con la recepción de los participantes en la Piazza Nocicchio, a unos 100 m. del lugar de nacimiento de nuestro Santo. Promovido a nivel regional, entre los presentes se encontraban sacerdotes y representantes de las otras diócesis de Basilicata. En la ocasión, el Abba Keflemariam Asghedom y el Abba Yohannes Keflemariam, dos de los tres padres eritreos de la nueva comunidad establecida en Melfi al servicio de la diócesis, que continuarán la presencia plurianual de los vicentinos italianos destinados por los Superiores a otras diócesis.

“Iglesia de Dios, gente reunida en Él, eres testigo de sus maravillas”. Con las notas del canto propuesto por el coro polifónico diocesano, a las 17.00 horas se introdujo el evento de oración y memoria con la celebración eucarística presidida por el arzobispo de Potenza y el metropolita Monseñor Salvatore Ligorio. En la homilía se detuvo en algunos puntos sobresalientes de la vida y la obra de De Jacobis propuestos como: 1. un creyente que respondió de manera ejemplar a la vocación común de todos los bautizados a la santidad, un hombre inmerso en la oración, un amante de la Eucaristía, un devoto de la Virgen; 2. un hombre que se siente orgulloso de su trabajo. 2. Un educador apasionado que siempre se ha orientado hacia el establecimiento del primer Seminario Católico – Etíope para la necesaria formación de formadores y pastores idóneos y un recurso indispensable para la orientación del pueblo etíope en los caminos del Evangelio; 3. Tenaz y valiente, que nunca se ha desanimado ni se ha contenido ante los desafíos, las feroces persecuciones y otras innumerables dificultades encontradas a lo largo del camino en su labor de testigo heroico y evangelizador en nombre de Jesucristo.

A las 18.00 horas, una mesa redonda de múltiples voces propuso una recreación del santo apóstol de Etiopía. Coordinador Don Michele Del Cogliano, joven párroco del pueblo. Después de los saludos del Presidente del Consejo Regional, el Dr. Carmine Cicala, y del alcalde Donato Sperduto, otro discurso de Monseñor Ligorio y luego de Don Franco Viola, Secretario de la Comisión Regional para la Evangelización y la Cooperación entre las Iglesias. Dos importantes anticipaciones: el compromiso de los obispos y de los cuadros políticos regionales para promover a San Justino De Jacobis, copatrón de la Basilicata y patrono de los lucanos que emigraron al extranjero. Breves conclusiones confiadas al obispo diocesano Monseñor Ciro Fanelli. Inauguración entonces de la exposición “El grito de la tierra” sobre los temas de la Encíclica Laudato si’ del Papa Francisco, instalada en las habitaciones de la casa donde nació San Justino. La exposición, patrocinada por la Conferencia Episcopal de Basilicata, estará a disposición de los Centros Misioneros Diocesanos de la región. Finalmente, con el uso de extensos pasajes de sus Escritos, una Lectura sobre la vida del Santo, “Lucano por nacimiento y Abisinio por elección y elección”. Con la conciencia de haberle dado al Santo un honor digno en memoria de su genetliaco, la velada terminó con juegos de luces y brillantes colores de fuegos artificiales.

P. Biagio Falco c.m.