La Misión Internacional de Angola es una misión joven, apenas con siete años y cinco meses, y marca formalmente el inicio de la evangelización de los pobres impulsada por la Congregación de la Misión en esta parte del mundo.
Según el padre Gregorio Gay, anterior Padre General, la génesis de la presencia de la Congregación en Angola, ocurrió en el contexto de una visita que él hacía a la familia vicentina en este país (donde los miembros de las Conferencias de San Vicente de Paul son mayoría), en dicho encuentro fue interpelado: “falta un miembro de la familia”, en referencia a la Congregación de la Misión. Otro elemento que también será determinante en esta fase inicial es la visita de obispos que solicitan la presencia de la Congregación en Angola, entre ellos monseñor Luis María, arzobispo de Malanje, y monseñor Benedito Roberto, obispo de Sumbe.
Estos dos elementos marcarán desde un principio el norte del servicio que esencialmente la Congregación irá a realizar en Angola: acompañamiento a la Familia Vicentina y apoyo a la Iglesia en Angola.
Después de un proceso de deliberación, por fin, la Congregación delega en el año 2011 a los padres José María Nieto (provincia de San Vicente – España) y José Ramírez (provincia de México) para realizar las primeras investigaciones, especialmente para definir en qué parte concretamente la Congregación apoyará a la Iglesia en Angola. Es así que la Misión de Lombe, de la arquidiócesis de Malanje, es escogida, por su carácter rural, próximo a la ciudad, y por contar con algunas infraestructuras necesarias. Pero sólo fue en marzo del 2012 que formalmente la Congregación tomó pose de la Misión de Lombe, desde donde planeará y ejecutará su función pastoral en cuatro áreas: 1) Apoyo a la Iglesia en Angola (Parroquia); 2) Hijas de la Caridad (Ejercicios espirituales); 3) Otras ramas de la Familia Vicentina (Formación) y 4) Vocaciones (Animación).
Durante estos siete años varios misioneros hemos pasado por esta misión. El P. José María Nieto (español, marzo de 2012 – junio de 2014), el P. José Ramírez (mexicano, marzo de 2012 – marzo de 2016), el P. Jason Cristian Soto Herrera (nicaragüense, agosto de 2013 hasta la actualidad), el P. Roberto Perea (mexicano, octubre de 2014 hasta abril de 2015), el P. Marcos Gumieiro (brasileño, enero de 2015 hasta enero de 2018) y el P. José Alfredo Aldana Ángeles (mexicano, octubre de 2018 – +27.07.2022).
De las cuatro áreas pastorales ya señaladas, la que ocupa y exige mayor presencia de nuestra parte es la MisiónCatólica de Lombe. Esta misión cuenta con 42 comunidades cristianas, integradas por campesinos, y son agrupadas en cinco zonas pastorales. Podemos distinguir dos momentos importantes en relación a nuestra atención a esta misión. El primer momento (2012 – 2014) se caracteriza por ser una fase de observación que incluye: proceso de inculturación y búsqueda del camino que conviene asumir en el proceso de la evangelización a los pobres. El segundo momento (2015 hasta la actualidad) deja de ser esencialmente una fase de observación para dar paso a una fase que podríamos llamar como primeras ejecuciones. Es aquí donde nos atrevimos a ejecutar un plan pastoral marcado para seis años (2015 – 2020) donde pretendemos hacer frente a cinco grandes problemas que afectan profundamente la vida de la mayoría de los habitantes de este país, en especial de los más pobres. Los cinco problemas son: 1) Mortalidad infantil y de sus madres, 2) Pérdida de las tierras de los campesinos, 3) Sufrimiento por la corrupción generalizada, 4) Violencia para resolver los problemas en todos los ámbitos y 5) Alto grado de analfabetismo. Estos grandes problemas alcanzaron niveles superiores a partir del año 2016 por causa de la Crisis económica que atraviesa Angola desde entonces.
Después de más de siete años de presencia, y casi para terminar nuestro segundo momento, consideramos que la experiencia en este país es realmente enriquecedora para nosotros como hombres consagrados a la evangelización de los pobres, y por eso sugerimos que la Congregación de la Misión debe continuar haciendo camino por estas tierras, no sólo por la pobreza y la miseria, muchas veces escondidas detrás de los informes macroeconómicos del gobierno, sino también por la escases en clero, especialmente en la arquidiócesis de Malanje. Además de esto, el acompañamiento a las distintas ramas de la familia vicentina, hacen que nuestra presencia sea siempre necesaria.
por P. Jason Cristian Soto Herrera., C.M.