Uno de los desafíos propuestos por el Papa Francisco es el de ir “a las periferias”. San Vicente de Paúl, nuestro fundador, nos recordaba que la vida de un misionero debe ser la de un cartujo en casa y un apóstol en campaña en las áreas rurales. Esto es, que nuestras obras y ministerios tendrán más fruto para la gente a la que servimos según el grado en el que pongamos por delante el espíritu de Cristo y busquemos adquirir la santidad que nos pide nuestra vocación.
Ciertamente, esto nos invita a una actividad misionera. Como sacerdotes y hermanos vicentinos, somos “enviados a evangelizar a los pobres”.
Como respuesta a esta llamada, la Congregación de la Misión de Filipinas enviará al P Kit C. Torayno CM y al P. Rogelio P. Coloyan II CM para que se incorporen al equipo de la Misión de San Agustín en Kalagnangan, San Fernando, Bukidnon. Esta es una de las misiones más remotas de la Diócesis de Malaybalay.
Una de las responsabilidades de este equipo misionero es la protección de los pueblos indígenas y su estilo de vida. Los grupos lumad suelen bajar de las montañas para vendernos sus productos… pero la mayoría de ellos viven en lo alto de las montañas.
Para responder mejor a sus peticiones, la Iglesia quiere construir un Kumbento que haga estable y dé permanencia a la Misión de la Iglesia, mientras asegura la seguridad de los Misioneros y los líderes laicos.
El Consejo Financiero y Pastoral de la Misión se ocuparán de administrar este proyecto. Los sacerdotes al cargo supervisarán que el edificio cumple con las especificaciones que se nos piden, y para supervisar también las finanzas.
Actualmente, los sacerdotes asignados a la Misión viven en la sacristía, que se ha convertido temporalmente en dos pequeñas habitaciones separadas.
Por último, el día 11 de diciembre de 2020, se celebró la inauguración de este nuevo proyecto de construcción. Los líderes de los pueblos indígenas dirigieron las labores para esta ocasión tan importante. El Administrador Diocesano de la Diócesis de Malaybalay, Monseñor Noel Pedregosa, bendijo el lugar de la construcción.
Queremos agradecer a todas esas personas y comunidades que han sido parte de este proyecto: la comunidad de San Marcelino de la Provincia de Filipinas, la Universidad Adamson dirigida por su Presidente el P. Manny manimtim CM, algunos amigos de los padres Kit y Roger y los parroquianos de la misión de San Agustín que, de un modo u otro, contribuyeron a este proyecto. Esperamos y oramos para que Dios continúe bendiciéndolo.
P. Kit Toraino CM.
Provincia de Filipinas