“Solo tomó dos semanas pasar de la pobreza a al sinhogarismo absoluto en Honduras y Guatemala”. (BBC, 2020) A través de estas pocas palabras, ya podemos sentir los efectos catastróficos de los huracanes Eta e Iota que devastaron Centroamérica en 2020. El desastre natural afectó tanto a las comunidades rurales como a los barrios urbanos de los dos países: dejando 200 muertos y decenas de desaparecidos, y miles de personas desplazadas, así como la destrucción de viviendas, caminos, cultivos y fábricas (BBC, 2020).
La pobreza existente en ambos lugares también se vio agudizada por la pandemia del Covid-19, y los devastadores efectos de la tormenta tropical Julia en Centroamérica.
Hoy tenemos el agrado de anunciar la culminación de un proyecto en Honduras, que vio la construcción de una casa en Merendón para una familia de once personas: una pareja con dos hijos y siete nietos.
Tras los desastres de los huracanes Eta e Iota, Carlos (1) se quedó sin casa después de que la suya fuera completamente destruida. En busca de ayuda para su familia, se acercó a la parroquia de San Vicente de Paúl de Merendón. La Congregación de la Misión, inmediatamente, tomó medidas para responder a las necesidades de la familia iniciando un nuevo proyecto de 13 Casas con la FHA. El proyecto comenzó en noviembre del 2021 y encontró algunos desafíos que retrasaron su progreso. Por ejemplo, la pandemia de Covid-19, y el consiguiente aumento de los precios, hizo que la parroquia tuviera que movilizarse para recolectar los materiales de construcción necesarios. Otra dificultad surgió en el transporte de materiales, dada la limitada accesibilidad de los vehículos a la obra. Muchos de los materiales debían transportarse a mano, lo que alargó la duración del proyecto.
Los beneficiarios pudieron participar, activamente, en el proyecto construyendo su propia casa y ahora están felices de poder comenzar sus vidas nuevamente. Hoy, Carlos y su esposa pueden cultivar su propia tierra y vender sus productos en la ciudad para ganarse la vida. Los hermanos vicentinos también acompañan a la familia con apoyo espiritual y psicológico además de proporcionar paquetes de alimentos cuando están disponibles. Puedes ver aquí algunas fotos de las diferentes etapas de construcción y la bendición de la casa, que tuvo lugar a finales de enero del 2023.
“El proyecto ha avanzado lentamente, pero ha valido la pena. Ver la felicidad de la familia no tiene precio. Una de las lecciones que aprendí de este es que para trabajar con los pobres necesitas ser paciente y comprensivo, muy a menudo los recursos no son suficientes y lleva tiempo hacer realidad un proyecto”.
“El proyecto ha avanzado lentamente, pero ha valido la pena. Ver la felicidad de la familia no tiene precio. Una de las lecciones que aprendí de este es que para trabajar con los pobres necesitas ser paciente y comprensivo, muy a menudo los recursos no son suficientes y lleva tiempo hacer realidad un proyecto”.Coordenador del proyecto
Sobre las notas de esperanza de este proyecto, ahora los invitamos a reflexionar sobre dos desafíos que tenemos que enfrentar y que el Papa Francisco (2) nos ha recordado: por un lado, “reducir los riesgos climáticos reduciendo las emisiones” y por otro, ayudar a las personas a “adaptarse a los cambios del clima”. Entonces, nos gustaría preguntarle: “¿Cómo está trabajando tu comunidad para responder al cambio climático? ¿Cuáles son las dificultades? ¿Qué hicieron para vencerlos?”. Puede utilizar estas preguntas como punto de partida para iniciar un pensamiento orientado a la acción en tu parroquia y con tus contactos. Esperamos que juntos, y gracias a tu compromiso, la Campaña 13 Casas pueda expandirse para llegar a nuevos países afectados por el cambio climático y dar respuesta a más personas necesitadas.
(1) Los nombres han sido cambiados para mantener la privacidad.
(2) Vatican’s Casino Pio IV, conferencia 13-14 Julio 2022
