Quién era San José
Hoy celebramos a San José, Patrono de la Iglesia Universal desde hace 150 años. Pero, ¿quién era José?
El Papa Francisco, en su Carta Apostólica “Patris Corde“, nos regala examinar al santo desde todos los aspectos:
Sabemos que era un humilde carpintero (cf. Mt 13,55), desposado con María (cf. Mt 1,18; Lc 1,27); un “hombre justo” (Mt 1,19), siempre dispuesto a cumplir la voluntad de Dios manifestada en su Ley (cf. Lc 2,22.27.39) y a través de nada menos que cuatro sueños (cf. Mt 1,20; 2,13.19.22). Tras un largo y penoso viaje de Nazaret a Belén, vio nacer al Mesías en un establo, porque en otro lugar “no había sitio para ellos” (Lc 2,7). Fue testigo de la adoración de los pastores (cf. Lc 2,8-20) y de los Magos (cf. Mt 2,1-12), que representaban respectivamente al pueblo de Israel y a los pueblos paganos.
San José: Padre amoroso y providente
San José encarna el amor y la providencia divinos, demostrando un cuidado amoroso no sólo por Jesús, sino por todos los creyentes. Su guía y protección son brillantes ejemplos de paternidad, que nos invitan a reflexionar sobre cómo podemos ser presencias amorosas y solidarias en la vida de los demás.
Fidelidad y obediencia de San José
La vida de San José es un testimonio de su fidelidad y obediencia a Dios. En los desafíos y las incertidumbres, su confianza no vaciló, ofreciéndonos un modelo de cómo vivir con fe auténtica, escuchando y siguiendo la voluntad divina incluso cuando el camino parece oscuro.
San José: Esposo devoto y solidario
En su papel de esposo de María, San José muestra un amor profundo y respetuoso, creando una base sólida para la Sagrada Familia. Su dedicación y apoyo incondicionales reflejan la importancia del amor, el respeto y la lealtad en nuestras relaciones.
El valor de San José: de refugiado a protector
La huida a Egipto bajo la amenaza de Herodes pone de relieve el valor y la determinación de San José para proteger a su familia. Este episodio nos enseña el valor de la resiliencia y de proteger a los que amamos frente a la adversidad.
San José: el trabajador celoso
San José, en su oficio silencioso de carpintero, celebra la dignidad y la importancia del trabajo manual. Su vida nos recuerda que todo trabajo, realizado con esmero y dedicación, es un servicio valioso y un acto de culto.
Padre del coraje creativo
En el contexto de la “Patris Corde”, el Papa Francisco nos habla del “Padre del coraje creativo”, un aspecto de San José que resuena profundamente con el lema vicenciano “El amor es infinitamente inventivo”, de nuestro San Vicente de Paúl. Esta correlación subraya cómo el amor, tanto en el contexto de San José como en el de San Vicente, no se limita a los sentimientos, sino que se extiende a acciones concretas, creativas y a menudo innovadoras para satisfacer las necesidades de los necesitados. San José, con su ingenio y valentía, encontró formas poco convencionales de proteger y mantener a su familia, encarnando así la esencia del amor que va más allá de los obstáculos, un principio cardinal de la ética y la misión vicentinas.
Homenajes a los “José” de la Congregación de la Misión
San José es una figura que trasciende los siglos, ofreciendo lecciones de vida y de fe que siguen siendo actuales. Su existencia, marcada por la humildad, el trabajo, el amor y la fe, sigue siendo fuente de inspiración para los Hermanos de la Congregación de la Misión y para todos los creyentes, invitándonos a reflexionar sobre cómo podemos emular estas virtudes en nuestras propias vidas.
En honor de los ilustres “José” de la Congregación de la Misión, recordamos a figuras como el recientemente beatificado Padre José Alloatti y el Beato Luis José Francisco. Sus vidas y su obra son un tributo vivo al legado de San José, mostrando un compromiso sin parangón con el servicio a los demás y con la fe cristiana. Estos hombres han encarnado las virtudes de San José a través de su dedicación y amor, inspirando a cohermanos y laicos por igual. Al celebrar sus historias, seguimos tejiendo el tejido de una comunidad que vive según los principios de cuidado, protección y guía espiritual que San José demostró en su vida.
Girolamo Grammatico
Oficina de Comunicación