¡En esta foto se puede ver la firma de San Vicente de Paúl que dio origen formal a la Congregación de la Misión!
Hoy, en la Congregación de la Misión, celebramos 399 años de compromiso ininterrumpido y de amor incondicional al prójimo, especialmente a los más necesitados.
La firma de San Vicente de Paúl en el acta de fundación es algo más que tinta sobre papel; es el comienzo de una misión que sigue resonando en el corazón de los miembros de nuestra comunidad, llamados a encarnar el espíritu de Cristo y a trabajar por la perfección de su vocación.
En este año jubilar, a la vez que miramos hacia atrás con gratitud, miramos hacia adelante con renovado celo. Nos comprometemos a formar hombres y mujeres que no sólo se guíen por la fe, sino que también sean evangelizadores activos en el mundo de hoy, llevando esperanza y ayuda a quienes viven en la pobreza y el abandono.
A través de nuestro trabajo diario y nuestro compromiso al servicio de los pobres, mantenemos vivo el carisma de San Vicente y respondemos con valentía a los desafíos de nuestro tiempo.
Y recemos para que Dios nos bendiga con nuevas vocaciones, almas ardientes deseosas de continuar esta noble misión de amor y servicio, especialmente hacia quienes viven al margen de la sociedad.
