¿Sabías que la Congregación de la Misión, fundada por San Vicente de Paúl, cambió el rumbo de la evangelización en Brasil? Esta es la historia de cómo unos pocos misioneros transformaron la fe en un nuevo mundo.

 

Vicencianos en Brasil: Una misión que cambió la historia

De París a Pernambuco

La travesía comenzó en 1640, cuando San Vicente de Paúl soñó con enviar sus misioneros a Pernambuco, Brasil, conocido entonces como las Indias Occidentales. Aunque sus planes iniciales no se concretaron, la llama de la misión permaneció viva. En 1807, tres valientes sacerdotes lazaristas llegaron a Brasil con la corte de Don João VI, huyendo de Napoleón. Estos pioneros fueron el Padre Manoel de Brito, el Padre José Cardoso de Brito y el Padre Alexandre Macedo.

Los primeros pasos en Minas Gerais

Finalmente, en 1819, la misión se estableció oficialmente con la llegada de los padres Leandro Rebelo Peixoto e Castro y Antônio Ferreira Viçoso. Minas Gerais se convirtió en el epicentro de sus actividades, dando inicio a la Provincia Brasileña de la Congregación de la Misión (PBCM).

Los vicencianos no solo predicaban, también educaban. En 1821, fundaron el Colegio de Caraça en Minas Gerais. Esta institución se convirtió en un referente educativo, formando a futuras figuras prominentes del país, incluyendo presidentes como Artur Bernardes y Afonso Pena. Aunque un incendio en 1968 devastó parte del colegio, el espíritu educativo continuó en el Colegio San Vicente de Paúl en Río de Janeiro, inaugurado en 1959.

Los misioneros también gestionaron escuelas en Congonhas do Campo, Campina Verde y el Seminario de Jacuecanga, dejando una huella educativa imborrable en la región.

Formadores de punta

A partir de 1850, la relación con el Imperio Brasileño permitió la expansión de la misión. Los lazaristas asumieron la formación del clero en numerosos seminarios diocesanos, moldeando el rostro de la Iglesia en Brasil. Con el tiempo, formaron a miles de sacerdotes, obispos y cardenales, estableciendo un legado duradero. El número total de seminarios diocesanos gestionados por la Congregación fue de 19, en 12 diócesis, formando un media de 2.600 sacerdotes, de los cuales 156 fueron nombrados obispos y seis fueron nombrados cardenales. En educación juvenil, además de las escuelas de Caraça y Campina Verde, fueron fundadas las escuelas de Petrópolis (1897-1909), Irati (1950-2001) y Río de Janeiro (1959).

Con la llegada del siglo XX, los misioneros franceses dieron paso a sacerdotes formados localmente, quienes continuaron la misión con dedicación y adaptabilidad.

Evangelización en Movimiento

Para predicar las misiones populares, se fundaron varios centros en Minas Gerais, partiendo principalmente de Caraça y Campina Verde, de donde partían equipos que iban a misiones en numerosas localidades de diferentes estados brasileños. Asimismo, los colegios y seminarios donde trabajaban los lazaristas se convirtieron en centros misioneros, desde donde se embarcaron en la evangelización popular.

Las misiones populares impregnan toda la estancia de los lazaristas en Brasil con contenidos y metodología propios de la herencia vicenciana. Aunque a partir de los años 1960 las reformas introducidas por el Concilio Vaticano II tuvieron un gran impacto en la Provincia y se cuestionó el modelo de grandes seminarios, así como el modelo de misiones populares. Los seminarios entraron en crisis. Varios sacerdotes abandonaron la Congregación. Desde entonces se emprendió una renovación y actualización en los métodos y en la Congregación: en la formación se asumió la pedagogía liberadora; en las misiones se están transmitiendo experiencias misioneras renovadas; la organización interna busca un nuevo modelo de vida comunitaria, una actualización administrativa y teológico-misionera, para responder a los desafíos del tiempo actual.

Un Compromiso Continuo

Actualmente la PBCM realiza todos los meses de enero las Santa Misiones Populares Vicencianas en conjunto con las ramas del Movimiento de la Familia Vicenciana de los Regionales Rio de Janeiro y Belo Horizonte. En otros momentos del año misiones populares suelen ser realizadas pero restricta a padres, hermanos y estudiantes a saber: semana santa, mes vocacional (agosto), mes vicenciano (septiembre) y mes misionero (octubre).

Así que, los 60 misioneros vicencianos del PBCM continúan viviendo el carisma, sirviendo a los pobres en más de 20 obras: parroquias misioneras, formación de seminaristas vicencianos y algunos servicios al clero, misiones populares, formación de laicos, educación de los jóvenes en la escuela SVP y evangelización basada en la cultura, el turismo y la ecología (Santuario del Caraça), colaboración con la Familia Vicentina y promoción de servicios sociales entre los pobres en los diferentes estados brasileños: Rio de Janeiro, Minas Gerais, Distrito Federal, Bahia, Rondônia y São Paulo.

El Encuentro Nacional de Estudiantes Vicencianos (ENEV), iniciado en 1983, es un testimonio del compromiso de los lazaristas con la formación y el desarrollo de nuevas generaciones, integrando estudiantes de las tres provincias brasileñas (Curitiba, Fortaleza e Rio de Janeiro), en un diálogo continuo sobre la misión y la sociedad.

La historia de la Congregación de la Misión en Brasil es una saga de fe y dedicación. Desde los primeros pasos inciertos hasta su consolidación y expansión, los misioneros vicencianos han dejado una marca indeleble en la historia del país, siempre guiados por su misión de evangelizar y servir.

Pe. Cleber Teodosio, CM

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