En esta segunda parte, la reflexión sobre “Inteligencia Artificial y Carisma Vicenciano” el P. Roger Mamani Choque, CM aborda las cuestiones éticas, de valores y pragmáticas que rodean los retos de este importante cambio de paradigma.

Inteligencia Artificial y Carisma Vicentino: reflexiones en un mundo tecnológico - Parte II

(Inteligencia Artificial y Carisma Vicentino: reflexiones en un mundo tecnológico – Parte I)

La inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana

La inteligencia artificial (IA) se ha integrado tan profundamente en nuestra vida diaria que a menudo damos por sentado sus capacidades sin cuestionarnos cómo funcionan. Desde desbloquear nuestros dispositivos con reconocimiento facial hasta traducir instantáneamente textos en diferentes idiomas, la IA facilita muchas de nuestras actividades diarias, tal como afirma Hernando et al. (2022).

A continuación, se enumeran algunos ejemplos destacados de cómo la IA está presente en diferentes aspectos de nuestra vida:

  • Salud: Aplicaciones para correr, monitorear el sueño, y gestionar dietas; así como, asistentes de voz para el cuidado personal y la detección temprana de enfermedades.
  • Ocio: Plataformas de streaming, que recomiendan películas y música basándose en nuestros gustos; videojuegos que se adaptan a la experiencia del usuario.
  • Comunicación: Edición de fotografías en tiempo real y traductores simultáneos en videoconferencias, mejorando la calidad y accesibilidad de nuestras interacciones.
  • Aprendizaje personalizado: Plataformas educativas que adaptan el contenido a las necesidades y al ritmo de cada estudiante.
  • Sistemas de navegación: GPS que optimizan rutas basándose en el tráfico en tiempo real y condiciones de la carretera.
  • Automatización en el hogar: Asistentes virtuales que controlan luces, termostatos, y otros dispositivos, creando hogares inteligentes.
  • Almacenamiento de fotos: Sistemas que reconocen y clasifican automáticamente imágenes, facilitando su gestión y búsqueda.
  • Procesadores de textos: Funciones de texto predictivo y traductores en tiempo real que mejoran la escritura y la comunicación.
  • Comercialización: Recomendaciones personalizadas de productos y atención al cliente que optimizan la experiencia de compra.
  • Seguridad: Detección de spam, fraudes, y sistemas de seguridad avanzados en vehículos, protegiendo a los usuarios y sus datos.

Rodríguez (2020), en su libro “Inteligencia Artificial: Cómo cambiará el mundo (y tu vida)”, destaca aplicaciones de la IA en áreas como el turismo, la seguridad, las finanzas, el empleo, y la salud física y mental. Además, según Coppola (2024), podríamos ampliar esta lista con áreas como la medicina, los servicios financieros, la tecnología, la manufactura, y la educación.

También es pertinente considerar la IA en el contexto de la misión y el carisma vicentino, lo cual abre nuevas oportunidades y desafíos. Para los vicentinos, utilizar la IA en nuestra misión implica más que una simple adopción como una herramienta útil; requiere una comprensión profunda de su funcionamiento y sus implicaciones. Este entendimiento, es crucial para tomar decisiones informadas sobre su uso, teniendo en cuenta que la IA, aunque es una herramienta poderosa, no puede discernir por sí misma qué es lo mejor, peor, o más adecuado en cada circunstancia.

Por ejemplo, muchas aplicaciones basadas en IA recolectan y utilizan datos personales, lo que plantea cuestiones sobre la privacidad y la ética en su manejo. Por ello, es esencial una alfabetización crítica en IA, que permita a los usuarios evaluar su uso de manera responsable y ética. Esta alfabetización debería ser parte integral de cualquier programa formativo, abordando tanto los aspectos técnicos como los éticos y filosóficos (Flores y García, 2023).

Para los vicentinos, hoy en día, reflexionar sobre la ética de la IA es vital. Esto no solo requiere una conciencia de los valores implicados sino también una profundización en la tecnología misma. El conocimiento de la IA debe llevarnos a diseñar y desarrollar planes de alfabetización algorítmica, que deberían incorporarse en la formación de cualquier campo del conocimiento. La Iglesia y el carisma vicentino deben participar activamente en esta reflexión para asegurarse de que la adopción de la IA esté alineada con principios éticos y con el bienestar de la comunidad.

Hay que tener en cuenta, mientras exploramos las aplicaciones de la IA, como las disponibles en Toolify, que estas son herramientas destinadas a ayudar a personas e instituciones en su quehacer diario. Utilizarlas de manera crítica y reflexiva es esencial para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos, asegurando que sirvan a un propósito positivo y ético.

 

Inteligencia Artificial y Carisma Vicentino: reflexiones en un mundo tecnológico - Parte II

 

La Iglesia y la Misión en la era de la inteligencia artificial

Para San Vicente de Paúl, la misión fundamental de la Iglesia es continuar la obra de Cristo: hacer en la tierra lo que Él hizo y cooperar con Él en la salvación de la humanidad (Sagastagoitia, 2006). En la era de la inteligencia artificial (IA), la Iglesia está llamada a integrarse en este nuevo contexto, y como vicentinos, nuestra misión es acompañar a la Iglesia en esta transición. San Vicente utilizaba diversas expresiones para referirse a la Iglesia, describiéndola como la Esposa del Salvador, la viña del Señor, una mies que requiere obreros, y el cuerpo místico de Cristo (SVP, I, 557; V, 100, 165; VIII, 114; IX, 21, 941). Hoy, en la rápida integración de la IA, estos términos adquieren una nueva relevancia.

Dentro de la Iglesia, San Vicente de Paúl puso un énfasis especial en los pobres, a quienes describía como “los miembros afligidos de nuestro Señor” (SVP, I, 158). En la era de la IA, encontramos que muchos de estos “afligidos” se enfrentan a nuevas formas de vulnerabilidad, como la brecha digital y el acceso desigual a los beneficios tecnológicos. San Vicente ya observaba en su tiempo que la Iglesia sufría pérdidas en Europa, pero animaba a los misioneros a no desfallecer ante las dificultades (Sagastagoitia, 2006). Esta misma apertura misionera debe extenderse hoy a un mundo cada vez más influenciado por la tecnología y la IA. La misión de la Iglesia no puede ser abandonada, incluso cuando enfrenta desafíos inéditos.

San Vicente hablaba con frecuencia de descubrir el plan de Dios y la vocación misionera de la Iglesia. Expresaba con alegría: “¡Oh Salvador, qué gozo sientes al ver a estos servidores y este fervor para defender y mantener lo que aquí te queda, mientras que van a otros a conquistar para ti nuevas tierras!” (SVP, XI, 246). Este llamado a explorar “nuevas tierras” se extiende hoy a los “nativos digitales”, la tecnología, la IA, y otros campos emergentes como desafío para la evangelización. San Vicente también exhortaba a mantener las posesiones de la Iglesia con determinación y a trabajar incansablemente para realizar nuevas conquistas (SVP, XI, 246).

En la era de la IA, es crucial prestar atención no solo a los beneficios que trae esta tecnología, sino también a las cuestiones éticas que plantea. La IA debe ser discernida con respecto a su impacto en la ética, la justicia, el cuidado, la dignidad, la responsabilidad, y los valores. En una carta al Papa Inocencio X el 16 de agosto de 1652, San Vicente destacaba las injusticias que enfrentaban los pueblos de su tiempo (SVP, IV, 427). Hoy, la tecnología y, en particular, la IA, abren puertas que requieren cuidado y discernimiento. La preocupación de San Vicente por la formación de los misioneros es relevante en este contexto, enfatizando la necesidad de “buenos sacerdotes” que puedan reparar la ignorancia y los vicios, y liberar a la Iglesia de su estado lamentable (SVP, XI, 392). Los vicentinos debemos formarnos integralmente para responder a los nuevos desafíos que la sociedad y la Iglesia nos presentan y podemos utilizar la IA como una herramienta para salvar y ayudar a otros, pero siempre con un enfoque crítico, reflexivo y ético.

San Vicente animaba a los sacerdotes a ser “instrumentos de Dios para salvar a otros muchos” (SVP, V, 538). Este espíritu de misión y servicio sigue siendo relevante hoy, en una era donde la IA puede amplificar nuestras capacidades misioneras. Al revisar los escritos de San Vicente, nos admiramos de la visión y el consejo que ofrecía a los misioneros y a las Hijas de la Caridad, subrayando la importancia de la labor evangelizadora en contextos difíciles, hoy nos toca afrontar y responder a nuevos desafíos sociales y pastorales.

En sus conferencias finales, San Vicente detallaba la labor evangelizadora dirigida a diversos grupos: las gentes del campo, los ancianos, los habitantes de regiones devastadas por la guerra, los locos de San Lázaro, los jóvenes del reformatorio de San Lázaro, los niños abandonados, los pobres de las Indias, y los esclavos de Berbería (SVP, XI, 381-398). Corera (1984) y Sagastagoitia (2006) añaden a esta lista los condenados a galeras, los aristócratas arruinados, los emigrados, los refugiados de guerra, y los soldados, que también fueron objeto de la dedicación de San Vicente y sus misioneros. En la actualidad, los vicentinos realizamos la misión en contextos diferentes y procuramos hacerla con creatividad y adaptación, incluyendo la era de la IA.

 

P. Roger Mamani Choque, CM
Provincia Peruana

 

[CONTINÚA]