Conducidos por la Palabra de Dios y la experiencia de fe del equipo interprovincial de Pastoral Vocacional y sus colaboradores laicos, se ha alcanzado un escalafón más del camino propuesto de unir fuerzas en la prioridad de darle a conocer a los jóvenes a Jesucristo como una opción de vida.
El IV Encuentro Interprovincial de Pastoral Vocacional abrió una bisagra en la que se articulan el encuentro con los jóvenes, siempre cautivantes por la inmensa variedad de sus inquietudes, iniciativas y búsquedas, y el encuentro con Jesucristo que revela su presencia siempre novedosa para aquel que se deja encontrar por Él. A sido un encuentro de encuentros en el que se ha vivido más de una realidad, encuentro con los jóvenes y su variopinto mundo; encuentro con Jesucristo y su desafiante presencia en la Sagrada Escritura y la liturgia; encuentro entre los animadores vocacionales con sus múltiples experiencias, saberes e inquietudes, encontrarnos para releer el paso de Dios en aquellos aspectos propios que vive cada Provincia de Hijas de la Caridad y de Misioneros Vicentinos en Colombia; encontrarnos para otear un futuro coloreado de esperanza, encontrarnos para recibir un mensaje de unidad y articulación con la iglesia Colombiana a través de sus Pastores; encontrarnos con una palabra pronunciada por quien en el camino ha sido llamado a guiarnos en el carisma vicentino; encontrarnos también para gozarnos en las maravillas de la naturaleza en un espacio tan generoso como es la Casa Buenos Aires.
Hemos sido conducidos didácticamente para que los múltiples encuentros a los que fuimos convocados se vivieran con acciones puntuales: ver, oír, anunciar. Así, al acercarnos al mundo como lo viven y lo perciben los jóvenes, iluminados por el documento preparatorio para el sínodo de los obispos que tendrá lugar en octubre de 2018 y cuyo tema es LOS JÓVENES, LA FE Y EL DISCERNIMIENTO VOCACIONAL, fuimos descubriendo los aciertos y desaciertos en la forma como, siendo animadores vocacionales, percibimos a los jóvenes en las diversas dimensiones de su vida, para luego dejarnos sorprender por sus iniciativas y grandes inquietudes. Ponerse de frente a las expresiones que los jóvenes usan para transmitir su pensamiento, sentimientos, frustraciones, anhelos, dolores y alegrías, nos hace discernir sobre nuestra disposición a VER y OIR lo que ellos dicen y no solo aquello que de ellos interpretamos y conceptualizamos.
El encuentro con Jesucristo en la oración, su Palabra y en la celebración litúrgica ha sido ocasión de maravillarnos por su presencia siempre misteriosa, es decir, siempre actual y actuante, activa. OIR a Jesucristo en la reflexión grupal y en el silencio fue espacio para acercarnos a Quien como Luz resplandece en el presente y especialmente ilumina el camino a seguir, Aquel que siendo caminante se acerca a nosotros y nos ayuda descubrir cómo caminar con otros, en franca búsqueda del Reino y del sentido de la vida para cada uno.
Encontrarnos entre hermanos que animan la vida y el discernimiento vocacional de los jóvenes, dejó en claro una vez más cómo en la COMUNIDAD se hace presente el Dios de la Unidad, nuestro Padre que haciéndonos sus hijos en el Bautismo nos hace sus anunciadores en la vocación específica y desde la experiencia de un carisma común. El contexto en el que transcurre la vida de cada animador, las realidades que le desafían, las personas que lo animan y las incertidumbres que lo inquietan, hicieron parte de todo lo que había para OIR y al estilo de María, guardar en el corazón, para dejar que Dios pase por ese corazón y lo transforme todo.
La oportunidad de escuchar en vivo y por los medios tecnológicos que nos acercan, al Sr. Nuncio Apostólico Monseñor Ettore Balestrero y al Padre Tomaž Mavrič, CM refleja la comunión de espíritu que nos unen para abrir caminos donde los jóvenes sean alcanzados por Jesucristo el Caminante y por Él sus aspiraciones saciadas y sus iniciativas plenificadas.
La Casa Buenos Aires es sin lugar a dudas un espacio para entrar en comunión con la creación que ANUNCIA a Dios y que renueva la vos del salmista, los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras (Cfr. Salmo 19 1.2.4) No hay más que agradecimiento al Señor y hacia quienes con su esfuerzo y dedicación nos han proporcionado un lugar de acogida, descanso y fraternidad.
A manera de desafío para el camino interprovincial de Pastoral Vocacional se reclama avanzar, no desfallecer, en este camino conjunto de reflexión, formación, misión y servicio, teniendo en mente la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo (Lc 13, 21) para lograr que el Reino se haga realidad en el corazón de los jóvenes.
Sigamos siendo gestores de encuentro.
Sor Diana Carvajal Pinto
Hija de la Caridad.
provincia la Milagrosa Bogotá-Venezuela
