En la fiesta de San Vicente, el 27 de septiembre, los cohermanos de los Estados Unidos se reunieron con miembros de la Familia Vicenciana, así como con muchos amigos y benefactores, para clausurar la celebración del segundo centenario de la fundación de la Congregación de la Misión en los Estados Unidos. El invitado especial del día fue nuestro Superior General, P. Tomaž Mavrič, C.M.

La conmemoración concluyó con una Eucaristía en la Basílica de San Luis (también conocida como la “Antigua Catedral”) en la ciudad de Missouri. El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San Luis, Mark Rivituso, fue el celebrante principal y estuvo acompañado por muchos sacerdotes vicencianos y diocesanos en el altar.

El Visitador, P. Raymond Van Dorpe, C.M. predicó la homilía, señalando que los primeros misioneros llegaron a San Luis al mismo lugar donde aquella tarde se celebraba la Eucaristía. El viaje desde Roma duró tres años y los misioneros, dirigidos por los padres Félix DeAndreis, C.M. y Joseph Rosati, C.M. encontraron muchas dificultades atravesando lo que para la época era un vasto desierto. Sin embargo, su celo por evangelizar a los pobres nunca claudicó. Si bien vale la pena recordar su celo misionero, dijo el P. Van Dorpe, el desafío más importante para los miembros actuales de la Congregación y toda la Familia Vicenciana, es continuar la misión que ellos comenzaron.

La celebración continuó en un salón parroquial cercano, donde el Obispo y el Superior General se dirigieron a los asistentes. El Padre Mavrič, en su discurso, señaló: “Ustedes, por lo tanto, están sobre los hombros de los misioneros italianos y sus compañeros, que vinieron también de otros países europeos. Impregnados del celo que nuestro fundador, San Vicente de Paúl, nos dio como una de nuestras virtudes características, hicieron suyo el Carisma Vicenciano”.

Cuando los invitados salieron del salón, cada uno recibió una bolsa grande de tela que contenía una tarjeta de oración e instrucciones para llenar la bolsa con alimentos y artículos no perecederos para los pobres circunvecinos. Para quienes celebran el pasado, esta fue una forma sencilla y simbólica de continuar con la misión de servir a los pobres en el presente y más allá.

Presentado por Raymond Van Dorpe, C.M.
Visitador
Provincia Occidental, EE. UU.

Print Friendly, PDF & Email