Como un pequeño homenaje a este templo y a la Comunidad que en él celebra la fe, ofrecemos algunos datos históricos y artísticos sobre el templo de la Basílica-Parroquia Virgen Milagrosa y San Vicente de Paúl, tomados de la obra del P. Fernando Espiago “La Basílica de la Virgen Milagrosa. 100 años en Madrid 1904-204”.

UNA IGLESIA DEDICADA A SAN VICENTE DE PAUL

Una vez terminada la casa de García de Paredes, 45, la Comunidad de Misioneros Paules, cada día más numerosa, echaba en falta una iglesia capaz para celebrar el culto divino. Se decidieron a edificar un templo en honor de San Vicente de Paúl, su fundador. Se buscó un arquitecto notable, D. Juan Bautista Lázaro, y una vez hechos los planos y aprobados, se dio comienzo a la obra.
El 29 de abril de 1900 era bendecido el terreno, a la derecha de la nueva casa, entre las calles de García de Paredes y la actual de Fernández de la Hoz, en pleno barrio de Chamberí. El 29 de marzo de 1901, el entonces obispo de Madrid, don José María de Cos, colocó la primera piedra. Las obras de construcción dura- ron cuatro años. El 23 de junio de 1904, el Nuncio del Papa, Mons. Arístides Reinaldi consagraba solemnemente e inauguraba la iglesia.
La describía así su arquitecto: “Es de estilo neo-gótico. La arquitectura exterior es marcadamente mudéjar, realzada en ladrillo para armonizar con la casa a la que sirve de complemento. La fachada está flanqueada por dos torres. En el centro de la fachada se abre la iglesia a su nave central: la puerta en arco de tercer punto y archivolta de cantería. En el segundo cuerpo hay una gran rosa de piedra calada, coronada por un frontón triangular, rematada por una sencilla cruz”.
El tímpano estuvo ocupado por una composición en cerámica con el escudo de la Congregación, obra del ceramista Daniel Zuloaga. No hace muchos años que se desmoronó sin poderse restaurar y se puso en su lugar un mosaico con la imagen de la Virgen Milagrosa y a sus pies San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, obra de la casa Santa Rufina de Madrid, en el año 1975.
Una bellísima reja de estilo neogótico florido, recientemente restaurada, cierra el acceso al templo. Las torres cuadradas hasta la altura del arranque del frontón central, cambian su planta en octogonal, calados sus muros por ventanales, constituyendo linterna ornada con gablete s y pináculos con agujas piramidales. En una de ellas está el campanario y en la otra el reloj, con esferas en ambas torres.

DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO 

El nuevo templo tiene una superficie de 900 metros cuadrados, 40 metros de longitud y 24 de ancho. Su disposición es de planta rectangular, terminada la cabecera en forma poligonal. Se halla dividido en tres naves siendo la central de mayor latitud y altura que las laterales y la división está hecha por doce columnas, número simbólico de los Doce Apóstoles. Las naves bajas dan la vuelta alrededor de la alta, constituyendo la girola, donde al principio estuvo situada la sillería, cerca de trescientos sitiales, que exigían las necesidades de la numerosa comunidad.
A través de los años la iglesia ha sufrido diversas transformaciones, influenciadas por los gustos de la época, por la guerra del 1936, en la que todo fue destruido, (quedando sólo las paredes del edificio y por fortuna las vidrieras, ya que se dedicó el templo a cine) y las normas del Concilio Vaticano II, para la adaptación de la Liturgia.
Terminada la guerra, el benemérito P. Antonio Serra, rector de la Basílica desde 1926, comenzó la penosa obra de la restauración, poniendo en ella todo su entusiasmo, con un gusto muy propio de postguerra y medios más bien pobres, hasta la nueva y última reforma según las normas sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II.
La reforma fue llevada a cabo por la firma Raventós de Barcelona, después de varias consultas aprobadas por la Comisión de Liturgia del Arzobispado de Madrid. Dieron comienzo dichas reformas en septiembre de 1966 y duraron hasta el 14 de marzo de 1967, en que se abrió de nuevo al culto en solemne celebración presidida por el Arzobispo de Madrid D. Casimiro Morcillo.
Mientras duraron las obras el culto se mantuvo en el salón parroquial debidamente preparado. El acondicionamiento guardó la línea de estilo neo-gótico, tratando de armonizar con las líneas nuevas introducidas. Se dotó de nuevo sistema de calefacción y de aire acondicionado para el verano; de una capilla para los confesionarios y de una nueva capilla en la girola, como lugar de oración y celebraciones de grupos pequeños.

INTERIOR DEL TEMPLO 

Entrando a la derecha se encuentra la capilla del Sagrado Corazón, con una hermosa talla del mismo, de finalesdel pasado siglo y que procede de la derruida iglesia de San Francisco, de Paredes de Nava (Palencia). Tiene la capilla dos sencillas vidrieras y una hermosa reja, de principios de la construcción del Templo. Fue dedicada la capilla a baptisterio hasta que se colocó la pila en el presbiterio del altar mayor, en 1974.
Sobre las pilas de agua bendita, de piedra de Colmenar, dos lápidas: una recuerda que el templo es Basílica y en la otra, el escudo del Papa reinante.
En el arco de la nave derecha, junto a la entrada de la capilla penitencial se colocó en 1967, a modo de retablo, todo el camino de la Cruz, comenzando por la Oración del Huerto y terminando en la Resurrección del Señor, obra de la Casa Raventós en el año 1967.
Además de este retablo de Pasión existe el tradicional Vía Crucis, en planchas de metal, obra de la Casa Granda, para el ejercicio piadoso.
En la cuarta arcada de la nave y sobre sencilla repisa se encuentra la imagen de San José, talla de finales del siglo pasado, y que como la del Sagrado Corazón proceden de Paredes de Nava. 

LA IGLESIA DE SAN VICENTE DE PAUL ES DECLARADA BASÍLICA MENOR

La iglesia, comenzada en 1900, había sido inaugurada en 1904 y desde entonces el esplendor de su culto fue en aumento. Las asociaciones de la Milagrosa atraían muchos fieles, hasta el punto de que la iglesia comenzó a llamarse «de la Milagrosa». Aun en provincias se hablaba de la iglesia como de El Santuario Nacional de la Milagrosa. 

En 1923 se organizó una peregrinación a Roma. Presidía la marcha el Cardenal Segura, entonces Obispo de Coria, a quien se apellidaría luego el «Cardenal de la Medalla». Se le solicitó al Papa Pio XI la concesión del título de Basílica Menor para la Iglesia de San Vicente de Paúl. 

El 23 de julio de 1923 el Papa publica la bula de concesión del titulo de Basílica Menor. El Breve “Congregationis Missionis” de Pío XI llenó de alegría a todos.

El título de Basílica se había conseguido gracias a las Asociaciones de la Medalla. De aquí surgió en el lenguaje popular el nombre de Basílica de la Milagrosa. El documento, publicado en Acta Apostolicae Sedis, y del cual hay una copia auténtica en la Basílica, lo firma el Cardenal Gasparri, Secretario de Estado. El nombre oficial es, pues, el de Basílica de San Vicente de Paúl.

DE BASÍLICA DE SAN VICENTE DE PAUL A PARROQUIA LA MILAGROSA

Los Misioneros Paules dedicaron a San Vicente de Paul este templo, como testimonian las vidrieras con pasajes de su vida, el rosetón,… Durante muchos años presidió el altar mayor una gran y hermosa imagen de San Vicente. El título de Basílica va dirigido a la Iglesia de San Vicente de Paul, donde tenían ya su sede las Asociaciones de la Virgen Milagrosa, muy extendidas por España. Cuando en 1925 se construye un nuevo retablo, la imagen de la Milagrosa ocupa el centro y la de San Vicente el ático de dicho retablo.

En 1930, con motivo del centenario de las Apariciones de la Virgen a Santa Catalina Labouré, hubo un gran movimiento devocional hacia este título de la Virgen y el pueblo de Madrid comenzó a llamar a este templo “La Milagrosa”. Cuando en 1965 el Obispado de Madrid erige la Parroquia en esta Basílica, la llama sencillamente así: Parroquia La Milagrosa, quedando los títulos pontificios a nombre de San Vicente de Paul y los diocesanos a nombre de La Milagrosa.
El primer Párroco, P. Primitivo Gonzalo, pidió a la Congregación del Culto Divino un arreglo y en un decreto de 29 de diciembre de 1967 esta Congregación concede a la Basílica que se llamara de la Beatísima Virgen María de la Santa Medalla y de San Vicente de Paúl.

P. Fernando Espiago “La Basílica de la Virgen Milagrosa.

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