El Padre Tomaž Mavrič, CM, durante su cuarto año como Superior General, visitó por primera vez la Misión Internacional Vicentina de Papúa Nueva Guinea. La visita se realizó del 22 al 26 de febrero, y fue parte del recorrido hecho a la Provincia de Oceanía.  El padre Tomaž estuvo en los dos principales centros misioneros Port Moresby y Alotau (Provincia de Milne Bay) y encontró a cohermanos que procedentes de diferentes países y antecedentes culturales componen el equipo misionero, (Australia, Colombia, Filipinas, Polonia y Vietnam). Los misioneros se dedican a múltiples ministerios y contextos geográficos: formación en el Seminario del Espíritu Santo en Bomana/Port Moresby; administración pastoral/parroquial en Bomana/Arquidiócesis de Port Moresby, Kiriwina/Diócesis de Alotau; Capellanía escolar en la Escuela Secundaria Hagita/Alotau; administración financiera diocesana de la Diócesis de Alotau e investigación socio-pastoral y formación con cursos relacionados con la cultura en el Instituto Melanesio/Goroka, Región de las Tierras Altas.

Esta vez el padre Tomaž no alcanzó a visitar a cuatro cohermanos de la Provincia de Indonesia que trabajan en la diócesis de Daru-Kiunga (Provincia Occidental), donde ha venido prestando servicios misioneros desde 1996. Tampoco se visitaron otros lugares de trabajo y misión en Kiriwina, las Islas Trobriand y Goroka, en la Provincia de las Tierras Altas Orientales, debido a limitaciones de tiempo y de viaje.

Durante su visita, Superior General llegó al Aeropuerto Internacional de Jackson (Port Moresby) en un soleado mediodía de sábado. Pudo pasar por todos los controles de seguridad con relativa facilidad pese a la alerta por los prevalentes casos de coronavirus (COVID19). Siendo la primera vez que venía a Papúa Nueva Guinea, fue acogido afectuosamente por 5 cohermanos destinados en Port Moresby (Seminario del Espíritu Santo y Parroquia Sagrado Nombre de Jesús) y en las Highlands de Papúa Nueva Guinea (Melanesian Institute). La última etapa de su visita canónica a la Región del Pacífico y su primera vez en Papúa Nueva Guinea por fin se hacía realidad.

Se recibió al Superior General con un ceremonial de bienvenida al entrar en el Seminario del Espíritu Santo (Seminario Diocesano unificado para Papúa Nueva Guinea) en Bomana. Los seminaristas de Bomana, de diferentes trasfondos étnicos, elaboraron una bienvenida semi-tradicional, con una fusión intercultural, en la que honraron al visitante especial con el “het bilas” (el tocado) y la procesión de entrada a su “hogar en la misión de Papúa Nueva Guinea” para sus próximos dos días.

Después de un almuerzo de mitad de tarde con pasta y vino, el Superior General comenzó su recorrido de eventos y el diálogo personal con los cohermanos que trabajan en el Seminario.

Una normal eucaristía parroquial de domingo en la Parroquia Sagrado Nombre de Jesús en Bomana se convirtió en un evento especial por la presencia del Superior General, quien se unió al párroco (P. Emmanuel Lapaz, CM) en la celebración de la misa en una de las capillas. La multiétnica comunidad de la parroquia animó la liturgia con la tradicional procesión “danis na singsing” de hombres de Bougainville con faldas de hierbas, así como las animadas canciones en ‘tok pisin’ y otras lenguas vernáculas (tok ples). Al P. Tomaž se le entregó también como regalo el tradicional bilum (bolsa tejida) de Sepik (provincia costera del noroeste de Papúa Nueva Guinea). Un breve encuentro y diálogo posterior permitieron que varios líderes de la parroquia expresaran importantes mensajes de solidaridad, esperanza y desafíos para la misión vicentina.

El P. Tomaž celebró otra Misa de Domingo en la comunidad de “Kunis” y “Goilalas” en Sabusa. La capilla estaba relativamente llena de hombres, mujeres y niños que rezaban solemnemente y cantaban en armonía. Después de celebrar la cena eucarística, la comunidad compartió los platos tradicionales en un ágape con los vicentinos y su Superior General.

En su tercer día, el Superior General celebró la misa matutina con los formadores y seminaristas del Seminario del Espíritu Santo. Una inspirada homilía sobre la profunda confianza de San Vicente en la Providencia Divina dio paso a un largo día de viajes fuera de Port Moresby por aire, por tierra, e incluso una breve oportunidad de navegar por la bahía de Milne. Un inesperado retraso en el vuelo de la mañana a Alotau, el extremo sur del continente, fue eclipsado por una gran bienvenida a mediodía en el aeropuerto de Gurney. Los Vicentinos que trabajan en la Diócesis de Alotau vinieron, liderados por nuestro cohermano, el Obispo Rolando Santos, CM. Para saludar al Padre Tomaž con la mejor bienvenida tradicional que la Provincia de Milne Bay puede ofrecer, hubo una popular danza trobriana interpretada por los estudiantes kirianos de la Escuela Secundaria Hagita, dirigida por la diócesis.

La visita fuera de la ciudad a la provincia marítima tuvo que limitarse a un día, pero estuvo llena de encuentros y reuniones significativos in situ. Los cohermanos de Alotau llevaron al Superior General a algunos de los lugares y servicios clave de la diócesis (Escuela Secundaria Hagita, Oficinas de Administración Diocesana y Centros de Servicios Sociales). Su estancia allí incluyó un paseo en barco por la tarde a bordo del mv de la diócesis, “Morning Star”. También se celebraron reuniones con el obispo, los miembros de la Conferencia de San Vicente de Paúl, el director de la escuela de Hagita, las tres Hijas de la Caridad de Filipinas y los cohermanos. El largo día concluyó con una cena con los cohermanos a lo largo de la costa de Milne Bay.

El cuarto día de la visita del Superior General comenzó con una misa matutina con los estudiantes de la Escuela Secundaria Hagita. En medio de las persistentes limitaciones de recursos, la diócesis ha logrado mantener la escuela mixta en funcionamiento, con 860 estudiantes matriculados de las diferentes islas de la provincia de Milne Bay. Los cantos y bailes tradicionales acompañaron la liturgia del amanecer.

El Padre Tomaž viajó de regreso a Port Moresby con los tres vicentinos de Alotau. Y además de la cena, hubo un compartir con el Cardenal John Ribat, de la Arquidiócesis de Port Moresby.

De vuelta al Seminario de Bomana, el Superior General pasó la sesión de la tarde con los 54 seminaristas y profesores. El diálogo incluyó reflexiones sobre el carisma vicentino y la misión vicentina de la formación del clero diocesano y la evangelización de los más abandonados. Los seminaristas pudieron hacer preguntas y abordar algunos de los temas críticos que estaban enfrentando. Los seminaristas también expresaron su aprecio por el ministerio de los cohermanos en el seminario.

El último día comenzó con la misa de miércoles de ceniza en el Centro Pastoral Sivarai Namona de la Arquidiócesis de Port Moresby, para finalizar la última jornada con una reunión de la comunidad misionera de Papúa Nueva Guinea con el Superior General.

Fr. Joel Y. Bernardo CM.

Unidad de Investigación y Educación
Melanesian Institute (M) for Socio-Pastoral Services
Papúa Nueva Guinea.

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