Queridos Cohermanos,
¡Que la gracia y la paz de Jesús estén siempre con nosotros!
Es con un corazón lleno de alegría y esperanza y con expectativas abrumadoras de los frutos del Espíritu, que estoy anunciando hoy el tema de la 43 Asamblea General de la Congregación de la Misión, que tendrá lugar del 27 de junio al 15 de julio de 2022, actualmente programada para celebrarse en nuestra Casa Madre de París.
En el caso de que, en junio de 2021, los miembros del comité que coordina el proceso de renovación de la Casa Madre nos informaran que no son capaces de terminar las obras antes de la Asamblea, veremos otras opciones basadas en las recomendaciones dadas al Consejo General en el Encuentro de Visitadores en Manila, Filipinas, en junio de 2019. El tema de la 43 Asamblea General es:
Revitalizamos nuestra identidad al inicio del V centenario de la Congregación de la Mission
El proceso para elegir este tema comenzó en el Encuentro de Visitadores de la CM en junio de 2019 en Manila, y ha continuado con reflexiones en distintos encuentros del Consejo General hasta nuestro más reciente encuentro de Tempo Forte en marzo. En ese momento, los miembros designados para el comité preparatorio para la Asamblea General vinieron a la Curia General para comenzar a preparar el documento que hay que enviar a los cohermanos como preparación para la Asamblea. Esto incluyó la redacción final del tema que reflejaría, de la mejor forma posible, lo que vemos como nuestra realidad actual, nuestras fortalezas y desafíos, sueños y prioridades, en el amanecer del quinto centenario de nuestra Pequeña Compañía.
La comisión preparatoria está compuesta por los siguientes cohermanos: P. Gregorio BAÑAGA LAPUS (Coordinador, Provincia de Filipinas), Thomas J. STEHLIK (Provincia Oeste de los Estados Unidos), Jaroslav JASSO (Provincia de Eslovaquia), Guénolé FEUGANG (Vice-Provincia de Camerún), Frédéric PELLEFIGUE (Provincia de Francia), Rolando GUTIÉRREZ ZUÑIGA (Vice-Provincia de Costa Rica), y el Hermano Stuardo Alberto MARROQUIN (Provincia de América Central).
La preparación de la Asamblea General no es, por supuesto, únicamente responsabilidad de la comisión preparatoria. Hay que trabajar duro para implicar a cada cohermano en el proceso de preparación del Documentum Laboris, que se usará como base para nuestra oración, reflexión, y compartir en orden a llegar a un plan concreto de acción para los próximos seis años durante nuestra Asamblea General. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de implicarse activamente durante estos dos años antes de la Asamblea General.
Queridos cohermanos, me gustaría animar a cada uno de nosotros a tomar una parte muy active en el proceso de preparación hacia nuestra Asamblea General en junio de 2022. Me gustaríatambién animar a todos los Superiores Locales, Visitadores, Superiores Regionales, y Superiores de las Misiones Internacionales que dediquen tanto tiempo cuanto sea necesario y preparar el espacio necesario en sus Asambleas Locales, así como en las Asambleas Provinciales, para llegar a respuestas bien preparadas al cuestionario que cada uno de nosotros vamos a recibir para estudiarlo. A través de la oración y la reflexión personal y comunitaria, esperamos ayudar a cada miembro de la Pequeña Compañía a soñar juntos el sueño de Jesús para la Compañía en el amanecer del quinto centenario.
En mi carta del 25 de enero 2020, pedí a todos nosotros “movilizar la oración” como preparación para la próxima Asamblea General. Me gustaría repetir aquella llamada a nivel personal, comunitario, Provincial, regional y Misión Internacional. Que esta movilización de la oración se extienda también a todos los otros miembros de la Familia Vicenciana, así como a todas las otras personas que podemos pedir oraciones.
La comisión preparatoria nos enviará una oración preparada específicamente para el tiempo de preparación a la Asamblea General que se rezará cada día. Sin embargo, nuestra implicación en la oración no necesita limitarse únicamente a esta oración específica. Con nuestra imaginación e inventiva, podemos añadir nuevas formas de oración en los distintos ámbitos dentro de la Congregación, así como implicando a otros miembros de la Familia Vicenciana, otras Congregaciones, Asociaciones de Laicos, parroquias, escuelas, centros sociales, casas de retiros, diócesis, decanatos donde servimos, etc. para ayudarnos a través de su oración por nuestra Asamblea.
¡A través de la movilización de la oración, confiando totalmente en la Providencia, involucrándose de todo corazón en los distintos niveles en el proceso de preparación para la Asamblea General, podemos esperar con humildad un “nuevo Pentecostés” para nuestra Pequeña Compañía!