El Papa Francisco al escribir en el 2015 la “Laudato Si”, profundiza en la problemática que abarca la crisis socioambiental, la sobrevivencia y el futuro de la humanidad. La Encíclica sobre el medio ambiente realza los cambios ocurridos en el Planeta Tierra, critica el desarrollo económico irresponsable como una de las causas, entre otros factores, de la destrucción del Medio Ambiente y de la vida social. 

Conforme indica la encíclica papal, “El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad” (LS 18). La defensa de la creación está proféticamente vinculada a las denuncias hechas por el Papa de la difícil realidad de las poblaciones mas vulnerables del planeta. Los impactos ambientales siempre acaban afectando los más pobres por el hecho de habitar en regiones que están sometidas a la mala explotación de los recursos naturales en diversos lugares de la tierra.  

Un hecho concreto ocurrido aquí en el Brasil y que refleja la gran preocupación del papa Francisco fue la tragedia ambiental en Brumadiño el 25 de enero de 2019. Controlada por la empresa Vale S.A., la barrera de separación llamada “Barragem de Mina Còrrego do Feijão”, se rompió causando la muerte de más de 250 personas, contaminando el suelo y los ríos de la codiciada región del hierro en el Estado de Minas Gerais. En términos de vidas humanas, fue el mayor accidente laboral en Brasil y el segundo mayor desastre industrial del siglo. Los daños humanos, social y ambiental hasta el momento son irreversibles.

Partiendo de esa problemática, el papa Francisco hace un llamado a toda la humanidad a renovar el cuidado con el planeta Tierra y a la solidaridad con los pobres. Al pedir una integración entre la justicia ambiental y la justicia social, la intención del papa es recordar que el crecimiento demográfico no es la causa principal de la crisis ecológica como se suele argumentar. La Carta dice en tono de exhortación y advertencia que “Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva” (LS 32). En el Brasil, el Amazonas ha sido uno de los biomas mas desbastados por la explotación económica desmedida, evidenciando que la legislación ambiental no es aplicada y que solo se queda en el papel. 

El papa de los pobres y de la causa ecológica pide al mundo crear consciencia social y espiritual sobre la responsabilidad de todos con la casa común: el planeta Tierra. Según él, conviene, bajo el principio de educación ecológica y espiritual, renovar  el estilo de vida que lleva al excesivo consumo con el fin de establecer nuevas relaciones entre el hombre y la creación dentro de la ética del cuidado del medio ambiente y la compasión por el medio ambiente y los más pobres.  

Finalmente, al referirse al “Canto de las Creaturas” de san Francisco de Asís en el inicio de esta carta, – “Laudato Si, mi Signore” – “Alabado seas mi Señor”, el papa resalta el sentido y el objetivo de su pensamiento: no hay otro camino para una ecología integral que  la fraternidad en las relaciones humanas fundamentadas en la justicia social y fuera del reencantamiento cósmico, pues “el mundo es algo más que un problema a solucionar, es un misterio gozoso que contemplamos en la alegría e la alabanza” (LS 12). ¡Que así sea, amén!

P. Adriano Sousa Santos, CM.
jornadrio15@gmail.com
Província de Fortaleza
Belém do Pará, 17 de maio de 2020