En el cielo los ángeles cantan de gozo y en la tierra el pueblo se regocija de alegría. Abundantes personas de diversos lugares se han reunido en la parroquia San Francisco de Asís, de la ciudad de Arroyos y Estero, Asunción, con un motivo tan considerable y valioso, la ordenación de un nuevo sacerdote, un nuevo pastor, un nuevo hombre que quiere servir y hacerse prójimo, entregando su vida a una voluntad plena a Dios en la Provincia de Argentina.

Siendo las 8:00 a.m., del día 12 de diciembre de 2020, se dio comienzo a uno de los momentos más importantes y emocionantes en la vida de Lorenzo Pereira CM, la cual quedará marcado para siempre.

Familiares, amigos y miembros de la familia vicentina, acompañaron con su presencia dicho momento y así también las personas que vivieron el acontecimiento a través de las redes sociales. Todos unidos en oración por un mismo propósito, la vocación de Lorenzo.

“Si quiero, con la gracia de Dios”, fueron las palabras que resonaron firmes y seguras, del hombre que, como un deseo profundo y libre al querer consagrarse a Dios, necesitaría de algo más, confiar plenamente en la gracia divina que el mismo Dios nos regala.

Seguidamente de aquellas promesas, súplicas, plegarias, imposiciones de manos y vestiduras, culmina el monseñor Amancio Benítez, obispo de la Diócesis de Benjamín Aceval, quien presidió la ordenación, con un abrazo reconociendo ante la Iglesia al nuevo presbítero Lorenzo Pereira CM, mientras el coro que animó la celebración cantaba y la comunidad emocionada daba aplausos de júbilo.

Finalizanda la celebración, el nuevo Pa´i Lorenzo, agradeció a tantas personas que habían aportado su grano de arena para que todo pudiera ser posible, sin olvidarse de una persona que lo acompaña siempre desde el cielo, su papá.

Ante el motivo de tanta alegría, no podía faltar el compartir. Dirigidos hacia el salón municipal de la ciudad, multitud de artistas animaron con sus cantos, bailes y declamaciones. Sin olvidar las exquisiteces en sus comidas típicas, siempre la mesa acompañado de una mandioca, la sopa paraguaya y de un jugoso asado. Decorada la mesa con un suvenir (miel y caña de azúcar), para dejar el recuerdo del pueblo, conocido por ser la principal productora de caña dulce del Paraguay.

Así se iba concluyendo el día tan esperado por todos, con una gratificación que inundaba los corazones de quienes aportaron y participaron de aquella festividad.

Un nuevo sacerdote misionero surge, quien con su ejemplo y entrega hacia los demás, sobre todo a los más abandonados, dice Si al seguimiento de Jesucristo evangelizador de los pobres. Recemos por él, por su vocación y su fidelidad, para que, por medio del espíritu, sea un verdadero instrumento del amor de Dios.

 

Pablo Barrera

Seminarista – Provincia de Argentina.

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