Andrés R. M. Motto, CM.

Como París fue el centro de operaciones de San Vicente por 50 años, bien vale la pena conocerlo. En estas visitas vicentinas, también haremos alguna referencia al París cultural, en la medida que estén dentro de nuestra ruta.

En todos nuestros paseos virtuales vicentinos en París, imaginaremos que salimos del mismo lado: Partiremos de la Casa Madre Lazarista. Lo hago así, ya que si un día ustedes quisieran realizar este viaje personalmente tengan un lugar de referencia y puedan recorrerlo sin perderse (eso espero).  ¿Dónde queda? 95, rue de Sèvres en la ciudad de París. Algún dato más, estamos en la margen izquierda del río Sena, en el 6º arrondissement. Esa palabra “rara” la podríamos traducir por “distrito”. París está dividido en distritos o arrondissements.

Para quien ya hizo este paseo, esta lectura puede ser una buena forma de profundizar. Quien todavía no lo hizo, les repito, creo que con estas indicaciones, lo puede hacer solo. O si desean lo pueden realizar haciendo los cursos que brinda el Centro Internacional de Formación Vicentina (CIF). Siempre he pensado que un paseo de estas características nos permite conocer mucho de la historia del lugar y de las biografías de quienes queremos o sentimos curiosidad. Bien, les propongo un relato científico pero también un poco divertido,  que nos permita crecer en el conocimiento de lo vicentino en sentido amplio. Ustedes juzgarán si lo logramos.

Tres recomendaciones más. 1) Les invito a leer las notas a pie de página. Encontraran además de la bibliografía, datos curiosos. 2) Como es un paseo, lo ilustraremos con algunas fotos. Siempre es grato ver algunas fotos. 3) No queremos que sea sólo una caminata, sino un recorrido que nos lleve a la meditación. Para ello, al final les dejaré algunas preguntas. Ahora sí, vayan a ponerse ropa cómoda y ¡Comenzamos el paseo!

CERCANÍAS DE LA CASA MADRE DE LA CONGREGACIÓN DE LA MISIÓN.[1]

LA SEDE DE KERING.[2]  Salimos de Casa Madre. Caminamos unos pocos metros a la derecha. Llegamos al 40 rue de Sèvres. Fue el Hospicio de los Incurables. Fundado en 1634 por el cardenal de La Rochefoucauld, gran amigo de san Vicente. Cuando murió el cardenal, donó buena parte de su fortuna a este Hospicio, que se mantuvo sólido.  Nuestro fundador alguno vez vino aquí a visitar a algunos enfermos conocidos.

En 1878, fue rebautizado como Hospital Laennec. Lleva el nombre del médico que descubrió el estetoscopio. Laennec fue doctor en dicho centro hospitalario. Incluso, vivió un tiempo cerca de aquí. La capilla del hospital es de enorme belleza. Se destaca su magnífica espadaña. Con el tiempo, dicha capilla tuvo el triste fin de acoger al obispo François Ducaud-Bourget. Era un lefevrista que organizaba misas tridentinas en París a partir de 1971.

En 2010, este edificio fue reasignado y remodelado. Las obras se terminaron en 2014.  La parte central del antiguo hospital se transformó en oficinas que albergan la sede de Kering, dedicado al diseño de ropa (quizás alguno tenga una ropa de dicha marca). Lo bueno, es que el edificio conserva su fachada antigua. Como el hospital llegaba hasta la calle Vaneau, en el sector lindante se construyeron elegantes departamentos que ustedes pueden apreciar desde la calle, quizás tomando un helado.

¿Qué es el grupo Kering? Es un conjunto de empresas comerciales francesas creadas por el empresario millonario ​François Pinault. Este grupo comercializa ropa en más de 120 países.​ Trabaja especialmente ropa de lujo y deportiva.

PLAZA DE SAN SULPICIO. Seguimos caminando por la rue de Sèvres, luego doblamos a la derecha por  rue du Vieux Colombier. La calle nos lleva a la Plaza de San Sulpicio.

Lo Vicentino. Olier fue amigo de san Vicente y ambos pertenecen a la Escuela de la Espiritualidad Berulliana. Olier fundó la congregación de San Sulpicio (sulpicianos). Construyó un seminario. El edificio subsistió hasta la Revolución Francesa. Fue demolido entre 1802 y 1808. El antiguo seminario ocupaba lo que hoy es la actual  Plaza San Sulpicio. Pasada la Revolución, los sulpicianos volvieron y construyeron otro seminario al costado. Pasando la hoy rue Place Saint-Sulpice. Lo habitaron en 1826. Permanecieron hasta 1906, cuando les forzó a dejarlo la legislación anticristiana. El edificio pasó a ser propiedad del Estado y lo es aún hoy. Sus locales dan cobijo a algunas oficinas del Ministerio de Economía (es la Dirección General de Finanzas Públicas). Alguna vez entré en este edificio para entregar alguna declaración de impuestos. Por dentro se conserva el bello patio del seminario. ¿Saben? Aquí cursó sus estudios seminarísticos san Juan Bautista de la Salle (1651-1719), fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Él establecería, a petición de los sulpicianos, escuelas en esta parroquia.

La construcción de esta plaza terminó en 1838. En el medio hay una gran fuente, imposible no verla, construida en 1844. Ostenta las efigies de cuatro célebres predicadores: los obispos Bossuet, Fenelón, Fléchier y Masillón. Están en nichos, en postura sedente, cada uno con textos en sus manos, haciendo referencia a su capacidad teológica. Sobre sus cabezas están sus escudos episcopales. Con un poco de humor: llaman a esta fuente “de los cuatro puntos no cardinales”; porque ninguno de los cuatro llegó a ser cardenal.

[1] Cf. SPIEWAK, Julien. El París de San Vicente de Paúl y del Beato Federico Ozanam. Sociedad de San Vicente de Paúl en España. Madrid;  Guide Religieux de la France; Guía Azul de Editorial ALCE. Madrid, Guías ANAYA; COSTE, Pierre. El gran santo del gran siglo. El Señor Vicente. 3 Tomos. Trad. de Alfonso Ortiz García. Salamanca. CEME. 1990-1992;  RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004.

[2] Cf. COLLECTIF, De l’hospital des Incurables à l’hôpital Laennec. 1634-2000. Une histoire de la médecine à la veille du troisième millénaire. París.  Éditions Hervas. 2000.