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IGLESIA DE SAN SULPICIO (2 rue Palatine, 75006 Paris).

Miremos el templo desde la plaza. Esta Iglesia está dedicada a San Sulpicio, obispo de Bourges que murió mártir en el año 621. En el mismo lugar hubo otra Iglesia, construida en 1211.

La templo actual es mucho mayor que el anterior. La construcción comenzó en el siglo XVII pero se terminó en el XVIII. San Sulpicio figura actualmente entre las iglesias parroquiales más grandes de París.

La Iglesia tiene una fachada neoclásica y  su interior es barroco. La torre derecha es diversa fundamentalmente porque está sin terminar. El suelo no podría soportar el peso, ya que por allí corría un arroyo. Llegada la revolución, se convirtió en el templo de la Victoria. Fue devuelta al culto cristiano católico en 1802. Actualmente esta parroquia continúa siendo pastoreada por los sulpicianos.

Entremos. A la derecha encontramos la capilla dedicada a los ángeles. Es magnífica. Tiene tres pinturas sobre los ángeles todas son de Delacroix. Para mí es gloriosa la pintura de la lucha del ángel con Jacob. Como la he visto muchas veces, cada vez que la contemplo, sonrío sin sorpresa. Pero sonrío de corazón. Caminemos ahora haciendo un semicírculo por los laterales del templo. Notemos el bello púlpito regalo del Cardenal Richelieu. Posee imágenes de los cuatro evangelistas y las tres virtudes teologales. Llegados a la altura del altar miremos para atrás: El órgano principal, de tubos, tiene fama mundial. Data de 1781.

Cruzando al lado izquierdo nos encontramos con un complicado reloj astronómico ornamenta. Fue terminado en 1744. Mucha gente le saca fotos a este reloj, ya pueden imaginar el motivo. Y si no, lean la nota a pie de página.[1]

Lo Vicentino. En la época de Vicente de Paúl, siglo XVII, la parroquia de San Sulpicio era muy extensa y su población era numerosa. La parroquia de San Sulpicio fue ofrecida a Juan Santiago Olier por Julián de Fiesque, su predecesor en el cargo. Olier lo consultó con el Sr. Vicente, quien le aconsejó que la aceptara. Asumió el 25 de junio de 1642.

San Vicente conoció el antiguo templo. En esa Iglesia dijo misa y predicó varias veces. Un detalle, San Vicente vio nacer la nueva Iglesia, ya que en febrero de 1646 la reina Ana de Austria (1601-1666) ponía la primera piedra dela actual templo.

Aquí fueron establecidas las primeras Damas de le Caridad de París (AIC). Las Hijas de la Caridad llegaron a esta parroquia en 1641. Pasados los años, eEn esta iglesia se ordenó de diácono san Juan Gabriel Perboyre en 1825. El beato Federico Ozanam aquí fundó la primera Conferencia Vicentina. Reuniéndose varias veces en la cripta del templo. Dios quiera que ustedes tengan suerte, yo siempre encontré la cripta cerrada y el empleado con pocas pulgas. En este lugar, fueron los funerales de Federico Ozanam, el 24 de diciembre de 1853.

En el templo hay una capilla dedicada a san Vicente. Continuando por el lateral del lado izquierdo, es fácil encontrar la estatua blanca de Vicente de Paúl. Podemos entrar. Miremos la estatua sedente del Sr. Vicente. Se lo representa ayudando a unos niños pobres. Es obra de Emiliano Cabuchet, esculpida en 1857. Es una copia del original en bronce que se encuentra en la ciudad de Chatillon-les Dombes. En la capilla hay dos grandes frescos de san Vicente ejecutados por Guillemont en 1825. El de la izquierda representa a san Vicente hablando sobre los niños abandonados a las Damas de la Caridad del Hôtel-Dieu. El de la derecha representa al santo asistiendo a Luis XIII en su lecho de muerte. El techo tiene una pintura de san Vicente entrando en el cielo, escoltado por ángeles. En los cuatro ángulos hay otras escenas de su vida: Vicente de Paúl rechaza el soborno de una persona que solicita el favor del rey; El Sr. Vicente entona salmos en su cautiverio; en la otra distribuye alimentos a los pobres y finalmente, Vicente de Paúl lleva alivio a los presos. La verdad es que para ver bien estas pinturas, hay que tener vista de lince. Una pena. Es más, si de algún dibujo les dijera que está Gérard Depardieu vestido de Obélix, me creerían lo mismo… Estas pinturas necesitan urgente restauración.

Ahora les invito a salir del templo y vamos a la rue Saint-Sulpice. La idea de fundar las Conferencias Vicentinas la tuvieron un grupo de 8 fundadores que se reunían en un edificio contiguo. Su guía fue Baylie. Un letrero en el muro nos lo recuerda. Ahora giramos en la primera calle a la derecha. Vamos por detrás de la Iglesia. En el número 8 de rue Garancière Federico Ozanam vivió unos años. Seguimos caminando un poco más y llegamos al próximo destino.

EL PALACIO Y EL JARDÍN DE LUXEMBURGO.

Este edificio fue la antigua mansión de María de Medici.[2] El palacio del Luxemburgo fue construido por el arquitecto Salomón de Brosse entre 1615 y 1627. Recordemos que tras el asesinato de su esposo, el rey Enrique IV, María de Medici, decidió alejarse del Palacio real (hoy el Museo del Louvre), ya que lo veía feo e inseguro. No hablo de ninguno de ustedes. Es su nueva mansión encontró seguridad y belleza (el Louvre le parecía demasiado antiguo). Encontró en este barrio campestre, frecuentado por italianos, lo que necesitaba. Deseaba vivir en una residencia que le recordara su tierra natal. Por tanto, remodela el edificio que había adquirido. Su fachada se inspiró en el Palacio Pitti, de Florencia. La parte derecha del palacio fue destinada a la reina y la izquierda al futuro Luis XIII. Desde 1622 había empezado a decorar la galería principal con obras del pintor Rubens. Las 13 telas que fueron le fueron encargadas hoy se exhiben en el Museo del Louvre. En 1624, la reina se instala aquí aunque el palacio no estaba acabado. En 1627 vendió el Pequeño Luxemburgo al cardenal de Richelieu, ya que uno de sus hobbies era comprar inmuebles. La reina no vivió muchos años en su palacio; debido a los largos conflictos de poder que tuvo con su hijo fue merecedora de diversos exilios. El último fue en 1631. No regresará a su casa nunca más. Muere en 1642, en Colonia, Alemania. María de Medici dejó el palacio en herencia a su hijo favorito, Gastón de Orleans.[3] ¿Qué es hoy? Es sede del Senado de la Nación. El Palacio está bastante modificado a lo que era en la época de María de Medici.  Y el Pequeño Luxemburgo es hoy el Museo de Luxemburgo.

El palacio está situado en medio del bello jardín del Luxemburgo, un parque de 22 hectáreas que está abierto al público. Como en París suele llover con frecuencia, dicho parque es testigo de un paraguas viejo que me dejó de funcionar justo allí, y solemnemente dejé en un basurero del lugar.

PANTEÓN NACIONAL.

Desde al parque se ve la imponente cúpula del Panteón Nacional. Nos acercamos. Luis XV mandó edificar una enorme Iglesia como ofrenda votiva por el restablecimiento de su salud. El rey comenzó la construcción en 1755. Se concluyó a comienzo de la Revolución.  La Asamblea Nacional decidió convertirlo en mausoleo para personalidades de Francia, notables por su talento, virtudes y servicios a la nación. En la cripta hallamos las tumbas de Francisco María Arouet (Voltaire), Juan Jacobo Rousseau, Víctor Hugo, Emilio Zola, Jean Jaurès, Pierre y María Curie, Andrés Malraux, entre otros. La cúpula domina el horizonte urbano. Pinturas de héroes franceses decoran el interior, así como la vida de santa Genoveva, patrona de París (420- 496).

Al costado derecho está la Facultad de Derecho de la Sorbona, así como la Biblioteca de la Universidad.

LA ABADÍA DE SANTA GENOVEVA. Era muy antigua, vinculada al rey Clodoveo y a la misma Santa Genoveva. Tuvo un momento de gran esplendor religioso y cultural. Destruida por la Revolución, de la abadía original sólo se conserva su torre, llamada Torre de Clodoveo. Hoy es un colegio.

¿Y Lo Vicentino?  San Vicente presentó varias veces a las hermanas, a santa Genoveva como modelo de caridad. En su época se pensaba que había sido una buena campesina como ellas.[4] Hoy sabemos que era una mujer muy rica. Notemos que san Vicente llegó a conocer esta abadía. Ella no estaba en su mejor momento. Incluso debió ser reformada por el buen cardenal La Rochefoucauld.  Dicho sea de paso, los canónigos regulares de la abadía de Santa Genoveva no eran partidarios de que san Vicente creara una nueva congregación. ¡Estos muchachos!

Por la zona, Luisa de Marillac tuvo por aquí su casa. Fallecido su esposo, posiblemente trasladó la vivienda a la calle San Víctor donde vivió entre los años 1626-1631.

IGLESIA DE SAN ETIENNE DU MONT. Al costado del Panteón encontramos la Iglesia que está en la Place Sainte-Geneviève. Fue construida para los laicos cercanos a la abadía. Comenzada en 1492, no se consagró hasta 1626, por el arzobispo Juan Francisco de Gondi. Pasaron 130 años… Esta lenta construcción le dio un talante bellamente ecléctico. Entre sus estilos hallamos el gótico flamígero, elementos renacentistas, neorrománicos, etc. La fachada es bella y original. Destaca su torre y su espadaña. Entremos: En la iglesia yacen enterrados importantes personajes: el cardenal Francisco de la Rochefoucauld (1558-1645), asistido en el último trance por Vicente de Paúl en la propia abadía; Blas Pascal (1623-1662) científico y filósofo jansenista, el dramaturgo Juan Racine (1639-1699). Objetos de interés se destaca: 1. El ambón artístico. Es lo primero que se ve al entrar. Desde allí se recitaban las lecturas. 2. Bellas vidrieras historiadas. Están entre los ventanales más hermosos de París. 3. El relicario de santa Genoveva, no está su cuerpo, quemado por los profanadores revolucionarios. 4. Hay un cofre que contiene reliquias de Santa Genoveva y de San Vicente. Pero poca gente lo sabe. 5. Un pulcro órgano del año 1630.

Lo Vicentino. Francisco de Sales rezó varias veces aquí, en su época  de universitario en la Sorbona. Vicente de Paúl oró algunas veces aquí. Digno de atención es que en este templo hay un retrato de san Vicente, atribuido a Simón Frangois. Fue tomado en vida del santo, a sus 68 años.

Aquí estuvo la tercera Cofradía de la Caridad en París (finales de 1636). Las Hijas de la Caridad sirvieron aquí desde 1640. Margarita Naseau, la “primera” Hija de la Caridad, sirvió a los pobres en esta parroquia de San Esteban del Monte. En 1652, Luisa de Marillac asistió aquí a una misa durante la guerra civil llamada La Fronda.

Luego de san Vicente, esta iglesia fue testigo de las primeras actividades de Federico Ozanam y sus compañeros, al servicio de los más pobres, alentados por el P. Faudet. En esta iglesia se fundó una de las primeras Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Muchas veces aquí participaron de la misa. En una capilla lateral, hay un medallón con su retrato y una placa grabada que conmemora las primeras actividades de la Sociedad de San Vicente de Paúl en esta parroquia.

BONS ENFANTS. Salimos de la Iglesia por la puerta del costado y tomamos a la izquierda hasta llegar a 3 rue Clovis.  Son visibles los restos del muro de Felipe Augusto (siglo XII). Este muro delimitaba la propiedad de Bons Enfants en tiempo de san Vicente. Los señores de Gondi, a través de su hermano el arzobispo de París, otorgaban a Vicente de Paúl la propiedad y el rectorado de este colegio mayor. Es decir, esta fue la primera casa Lazarista en París. ¡Qué emoción!  Antonio Portail tomó posesión de la casa,  en nombre de Vicente, el 6 de Mayo de 1624. En 1632 se la deja para ir a San Lázaro.  Este lugar nos recuerda la vocación misionera de la Familia Vicentina.

Ya queda poco para finalizar nuestro paseo. Veo que a alguno le duele el callo plantar.

CENTRO CULTURAL IRLANDÉS. A la derecha tomamos la rue Descartes, nuevamente a la derecha vamos por la rue Thouin. Nuevamente a la derecha nos dirigimos por  la Rue de l’Estrapade. A la izquierda entramos en la rue des Irlandais, llegamos al número 5.  Esta zona de París fue el barrio de los irlandeses. Todavía hay varios Pub que lo recuerdan. Llegaron huyendo de las matanzas de los británicos protestantes, que tenían una aplastante fuerza militar. Varios de ellos entraron en la Congregación de la Misión.

Pasados los años este lugar fue momentáneamente Hospital militar durante los crueles combates de la guerra Franco Prusiana entre 1870-1871. Durante la Segunda guerra mundial, este lugar recibió alumnos y especialmente seminaristas polacos, debido al afecto recíproco entre Irlanda y Polonia. Juan Pablo II vino a este colegio como presbítero, como obispo y como cardenal a visitar a los seminaristas. Actualmente es un centro cultural irlandés. Es también, residencia de jóvenes irlandeses que vienen un tiempo a París a hacer intercambio estudiantil.

San Vicente está entre los bienhechores del clero irlandés, principalmente durante las inhumanos persecuciones protestantes. En ese contexto, varios irlandeses entraron en la Congregación de la Misión. Vicente de Paúl mandó a algunos de los más valientes a volver a misionar en la patria y en las islas británicas. También, Sacerdotes de la Misión en 1858 llegaron para dirigir este Colegio Irlandés. Continuarían más de un siglo. La capilla ostenta una imagen de san Vicente. Hoy pocos saben que los vicentinos estuvimos aquí.

Preguntas 1. De los templos que hemos hablado: ¿Cuál te llamó más la atención? ¿Por qué? 2. ¿Cómo son mis visitas a los enfermos? 3. ¿Cómo podríamos hacer para que desde las parroquias se ayude mejor al pobre? 4. ¿Siento pasión por misionar? 5. En caso de dar clase ¿Preparo mis clases y ayudo con mis alumnos?

Andrés R. M. Motto, CM.

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[1] A mediodía los rayos solares inciden, en ángulo diferente, sobre una línea de bronce incrustada en el suelo, según transcurre el año. Dan sobre este reloj que es un curioso obelisco de mármol blanco. Desde una abertura en la ventana en lo alto en la parte derecha del crucero, cae la luz sobre él. Cuando esto pasa, señala el equinoccio de primavera: el día tiene la misma cantidad de horas de sol que de oscuridad. Y comienza lentamente a haber cada vez más luz, simbolizando el triunfo de la vida. Tiene un cierto sentido esotérico y espiritual. Enseña a equilibrarnos así como se igualan la luz y la sombra. Dicho artefacto se hizo famoso por la novela de Dan Brow El Código Da Vinci (2003).  Novela que entrega información ficticia o alterada sobre el cristianismo así como de muchos otros hechos históricos. Su estilo no tiene vuelo literario, en parte común a las novelas de tipo thriller. Aunque es una novela de ficción, Brown defiende esta ficción como realidad. La cuestión es que toda la polémica de su novela le dejó varios millones.

[2] María de Medici (Florencia 1575 – Colonia 1642) fue reina consorte, segunda esposa del rey Enrique IV. Cuando asesinan a su esposo en 1610, fue Reina Regente de Francia hasta 1617. Cuando su hijo, Luis XIII prácticamente tiene que hacerle un golpe de estado para poder gobernar. María de Medici amaba el poder más que el queso Parmesano. Luego de ser Reina Regente siguió molestando a su hijo hasta que fue una anciana agobiada.

[3] El Palacio de Luxemburgo sufrió numerosas ampliaciones y recortes a lo largo de su historia. Durante la Revolución Francesa el palacio se convirtió en prisión. Fue recortado con posterioridad por las obras de urbanización periféricas del barón Haussmann. Durante la Segunda Guerra Mundial hizo las veces de cuartel del ejército alemán.

[4] Cf. SVP, IX, 91-103. 25 de enero de 1643.