Roma, 25 de enero de 2024 Fiesta de la Conversión de San Pablo
Día de la Fundación de la Pequeña Compañía

 

Toda la Congregación de la Misión va en Misión

 

A todos los miembros de la Congregación de la Misión
Mis muy queridos misioneros:

¡Que la gracia y la paz de Jesús estén siempre con nosotros!

 

El año pasado, todos los miembros de la Congregación de la Misión iniciaron su preparación espiritual de tres años, lo que podríamos llamar preparación “ad intra” para el próximo 400º Aniversario de la Fundación, el próximo año 2025. Para acompañar nuestra preparación espiritual, me gustaría anunciar y lanzar hoy, para toda la Congregación, una así llamada preparación “ad extra” para nuestro 400º aniversario.

Si la preparación “ad intra” tiene que ver con nuestra preparación personal interior, la preparación “ad extra” sale al encuentro de nuestros hermanos y hermanas, hablándoles de San Vicente de Paúl y de la Congregación de la Misión. Jesús, en su Misericordia, nos está regalando este momento único, extraordinario y muy especial en la historia de la Pequeña Compañía, 400 años de servicio en la Iglesia mediante nuestra Espiritualidad y Carisma Vicencianos.

La preparación “ad intra”, acompañada por la preparación “ad extra”, puede darnos un inmenso fuego interior, fuerza, motivación y razón para ser miembros de la Congregación. La estabilidad en nuestra vocación, prometida mediante el voto de “estabilidad”, uno de los cuatro votos de los miembros de la Congregación, nos ofrece el sentido de entregar toda nuestra vida a “proclamar la Buena Noticia a los pobres”.

La convicción de que nuestra Espiritualidad y Carisma Vicencianos son muy necesarios en la vida de la Iglesia y de la humanidad en su conjunto, en el mundo de hoy, tantas veces mencionado por el Papa Francisco en sus palabras, pero sobre todo con su ejemplo personal de vida, puede revitalizar con simplicidad el corazón de cada misionero, revitalizando cada rincón de nuestro ser que necesita este momento de gracia. Este momento único de la celebración del 400° aniversario de la fundación de la Pequeña Compañía no se repetirá hasta dentro de cien años, cuando, si la Providencia así lo desea, las próximas generaciones de misioneros celebrarán el 500° Aniversario de la Fundación.

Teniendo todo esto muy presente en nuestros corazones y en nuestras mentes, quisiera anunciar e invitar a “Toda la Congregación de la Misión a ir en Misión”.

¿Qué quiero decir con este anuncio e invitación?

Me gustaría que todos nos sintiéramos implicados a ir por lugares de todo el mundo, en los 100 países en los que actualmente servimos, allí donde, en muchas áreas y diócesis, San Vicente de Paúl y la Congregación de la Misión todavía no son o son poco conocidos, y hacer todos los esfuerzos posibles para que la vida de San Vicente y la Espiritualidad y el Carisma de nuestra Congregación sean conocidos en esas zonas y diócesis, al menos en términos generales.

La iniciativa no está vinculada a las parroquias donde servimos, sino a las parroquias donde no estamos presentes. Me refiero especialmente a las parroquias diocesanas. Teniendo en cuenta nuestras provincias, viceprovincias y regiones, así como nuestras misiones internacionales y las misiones ad Gentes que hemos abierto en los últimos años y que, si la Providencia así lo desea, continuaremos abriendo en los próximos años, me gustaría sugerir un plan concreto para preparar y poner en práctica esta iniciativa.

Nuestras provincias, viceprovincias y regiones están situadas generalmente en un solo país, aunque a veces en más de uno, y en algunos países tenemos más de una provincia. Teniendo en cuenta todo el país, todas las diócesis del país y todas las parroquias diocesanas de cada diócesis, tendremos un cuadro del número de parroquias que esta iniciativa espera involucrar y visitar.

¿Cómo podemos hacer los primeros contactos y comenzar este proceso?

  • Contactar al obispo de la diócesis respectiva y pedirle permiso, en el 400º Aniversario de la Fundación de la Congregación de la Misión, para visitar todas las parroquias diocesanas para presentar brevemente la vida de nuestro fundador, San Vicente de Paúl y la Espiritualidad y el Carisma de la Congregación de la Misión que él nos dejó.

Sería muy bueno pedir al obispo una carta en la que mencione su pleno apoyo a esta iniciativa. Luego esta carta podrá ser presentada a los respectivos decanos (arciprestes), párrocos o cualquier otra persona que tuviera que ser informada de ella.

Si el obispo acepta invitarnos a visitar las parroquias diocesanas, le pediremos el directorio diocesano, para poder comenzar a contactar, quizás en primer lugar a los decanos (arciprestes) de los decanatos de la diócesis, y luego comenzar a llamar a los párrocos de las respectivas parroquias.

En el proceso de contactar a las parroquias, podemos encontrar que algunos párrocos no están interesados en invitarnos a visitar su parroquia, pero, en general, tengo gran confianza en que la mayoría de los párrocos estarán contentos de tenernos en sus parroquias.

  • Nuestra visita a las parroquias puede ser de uno, dos o un máximo de tres días, teniendo siempre en cuenta los fines de semana, cuando la mayoría de los feligreses asisten a la Santa Misa.

La presentación puede realizase en algún momento de la Eucaristía o al final de ella.

Cada Provincia, Viceprovincia y Región preparará, según convenga, cómo presentar la vida de San Vicente y de la Congregación de la Misión, utilizando diferentes técnicas, materiales, etc. Sería bueno llevar a las parroquias diversos impresos materiales que ya tengan o que impriman como parte de la visita.

  • Será una maravillosa oportunidad, si aún no los tienen, para preparar folletos u otros materiales como parte de la “Pastoral Vocacional” y distribuirlos en las parroquias para que los jóvenes puedan contactar al misionero responsable de coordinar la pastoral vocacional en una determinada provincia, viceprovincia y región.
  • ¿Cuánto tiempo durará esta iniciativa?

Todo dependerá del número de diócesis y del número de parroquias de cada diócesis de un determinado país o países donde tengamos una provincia, viceprovincia o región. La iniciativa comenzará este año 2024, pero dependiendo del número de parroquias, para poder abarcarlas todas, la iniciativa puede durar algunos años, hasta nuestra próxima Asamblea General a mediados de 2028.

  • Me gustaría pedir que los preparativos para esta iniciativa comiencen el próximo mes de febrero de 2024, dando todos los pasos necesarios, haciendo una lista de todos los misioneros que participarán en esta iniciativa y recordando el título de la iniciativa, “Toda la Congregación va en misión”.

Hacer una lista de las visitas a las diferentes parroquias llevará probablemente mucho tiempo. Con excepción de los misioneros que, por razones de salud o edad, no puedan participar activamente en las parroquias, pero que con seguridad participarán activamente con su oración, confío en que todos los demás misioneros participen activamente en las parroquias, algunos más a menudo que otros, pero, en general, que todos formen parte de la iniciativa.

El comienzo de la misión dependerá de cuándo terminen los preparativos, pero, por supuesto, cuanto antes mejor.

  • Pido a todos los Visitadores y Superiores Regionales que me envíen el plan de toda la misión, el tiempo que llevará realizar las visitas a todas las parroquias de los países y las parroquias que nos Envíenlo, por favor, antes del 30 de abril de 2024 a esta dirección: segreteria@cmcuria.org.
  • Queridos hermanos, la misión en la que se implicará toda la Congregación será, por un lado, un servicio adicional a los otros muchos servicios y ministerios en los que ya estáis comprometidos. Por otra parte, confiando firmemente en la Providencia, la movilización de toda la Congregación tendrá dos objetivos específicos: presentar brevemente la vida de San Vicente y la Espiritualidad y Carisma de la Congregación, como uno de los preparativos para celebrar el 400º Aniversario de la Fundación de la Pequeña Compañía, y que pueda traer abundantes gracias e incluso milagros imprevistos, desconocidos, impensados, para llegar a ser uno de los signos del nuevo Pentecostés al comienzo del quinto siglo de la Congregación.

 

Su hermano en San Vicente
Tomaž Mavrič, C.M. Superior General