cuaresma09Practicar el arte de la mortificación es una ocasión para nosotros, como se suele decir, de apretarnos el cinturón, vivir más sencillamente, de modo que los que habitualmente tienen un nivel de vida más bajo, sientan menos los efectos de la crisis que de ordinario. Se nos pide que invirtamos el escenario para que seamos nosotros y no ellos quienes sintamos el sufrimiento.

Texto entero de la Carta para la Cuaresma 2009